Manifiesto poefóbico

 

  • Antes de escribir los poetas deberían escaldarse la lengua.
  • La poesía no es un método de seducción sino masturbatorio. He visto a más de un poeta autocomplacerse con sus propias metáforas.
  • Toda palabra es sexualmente madura. El poeta, para su desgracia, suele ser precoz.
  • Los escritores actuales, jóvenes sin vello, son tan aburridos que sólo hablan sobre sus procesos de creación porque sus obras no dicen absolutamente nada sobre ellos.
  • Es preciso reformular el concepto “carrera literaria” en algunos escritores; no, mejor dicho es necesario redefinir la idea de lo “literario”, no queremos poner en tela de juicio su capacidad para correr.
  • «La vida literaria» es fascinante, es como un infomercial hecho por «intelectuales», pero sin los beneficios del producto: su lectura.
  • Sabes que algo anda mal en el mundo de las letras cuando un poemario vale lo mismo que un catálogo de tupper… estética, literaria y semióticamente hablando, claro. El catálogo tiende a ser más caro.
  • El poema debe ser un bastardo, carente de toda identidad, falto de raíces y de estamentos. Debe entregarse sin tapujos al lector y al crítico. Es la única forma que concibo para que el poeta deje de ser una madre y se vuelva un dios. ¿Acaso dios se pone a llorar por sus imperfecciones y los defiende como una perra?

3 comentarios

  1. Quizás el poeta deba vivir antes de escribir porque cuando intentan complacer lejos del verso, se mueren en un minuto antes de poder tener sexo

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