Silvia Cuevas Morales – Apátrida

Asesinatos, represión, pobreza, violaciones de los derechos humanos, familias destrozadas, desplazados, exiliados que arriesgan sus vidas en busca de una vida.

Durante el siglo XX hubo decenas de golpes de estado en Latinoamérica pero lo que ocurrió en Santiago de Chile el 11 de Septiembre de 1973 quedó grabado en la memoria histórica global. Pinochet encabezaba un golpe de estado para «liberar al país del yugo marxista» y erigirse después jefe de una dictadura durante 17 años, en los que el pueblo chileno fue oprimido, vejado y violado sistemáticamente.

Silvia Cuevas Morales (Chile, 1962) emigró a Australia tras el sangriento golpe de estado. Filóloga especializada en literatura española y latinoamericana, traductora, escritora, periodista independiente, feminista y activista comprometida, durante años ejerció como Profesora de Lengua y Literatura en la universidad de Melbourne.

Con más de una decena de libros de poesía en su haber y otros varios de narrativa que se suman a múltiples traducciones y artículos publicados en Australia y España (donde reside desde hace casi dos décadas). Su último libro, presentado en el mes de julio de este año, Apátrida: Diario de un destierro (Editorial Lastura), está dedicado a aquellos cuyas vidas sufren del desarraigo.

Poemas llenos de dureza y rabia, pero también de ternura y nostalgia, que nos hablan de la experiencia del exilio, del dolor, de la integración de aquellos que, como ella, viven lejos de su país de origen, pertenecen a varios países. Un libro valiente y en edición bilingüe en el que Silvia recrea el trauma de no tener hogar y lo trasciende haciéndolo visible.

SCUEVAS_APATRIDA_PORTADAA veces me pregunto
dónde terminarán mis pasos.
Si tendré que agitar pañuelos en el aire
y volver a llenar las maletas de nostalgia.
Si seguiré dando vueltas en círculos
o acabaré echando raíces en alguna isla.

 

Me pregunto que será de mi mirada,
de este cuerpo que ya acusa el paso del tiempo,
de esta melena que cada día mengua.

Si habré aprendido la lección
o si aún queda espacio para la ternura.
Si ya puedo despojarme de las caretas,
quitarme la corteza del resentimiento,
y lanzar una botella al mar
con todas mis dudas.

A veces me pregunto
si podré elegir el espacio
donde enterrar mis huesos.

*Fotografía de Silvia Cuevas Morales realizada por Isabel Ochande
A %d blogueros les gusta esto: