Las mudanzas no son propias de los objetos; el carácter, las emociones, las ideas y las funciones son algunas otras “cosas” que también cambian de sitio, de ser y de sentido. ¿Puede estar una emoción que alguna vez estuvo en el corazón en la cabeza? ¿Puede ir un pensamiento hacia el corazón? ¿Puede ir el corazón hacia la mano? ¿Puede latir la mano? ¿Pueden sentir los pies lo que siente el cuero cabelludo? ¿Pueden los pies encargarle sus sentimientos y su peso a los zapatos? ¿Pueden los zapatos transportar esos sentimientos a otros pies, si es que son otros quienes se los ponen? ¿Pueden los zapatos buscarse un camino propio, por separado? ¿Puede romperse una regla y comenzar así un nuevo orden en el mundo, al menos para alguien?
Hay dos libros en los que la escritora Mar Pavón y la ilustradora Maria Girón, ambas catalanas, han trabajado juntas: Inseparables (2015) y Rula busca su lugar (2015); en estas dos historias existe algo en común: el hecho de que todo es mudable y en esa mudanza está, precisamente, la esperanza.
Mi camarada de toda la vida, confuso y malherido quedó atrás para siempre.
Inseparables, Mar Pavón
La primera de ellas narra en primera persona la historia de unos zapatos que nacieron para estar juntos, que corrían, bailaban y hasta dormían el uno al lado del otro, pero que se ven separados por un acontecimiento. Es así que ambos emprenden un viaje forzado que los lleva hacia sitios distintos: mientras que uno no corre con tanta suerte, el otro puede recuperar su función en otro cuerpo, en otro lugar del mundo.
La segunda cuenta en tercera persona la historia de Rula, una niña para la que su casa más que un espacio para descansar es un sitio del que ella debe encargarse, porque en cada página alguien está ahí para recordarle cuál es “su” lugar; no obstante, Rula se convence de que puede buscarse uno propio, lejos de esas voces que le dicen para qué es cada cosa y para qué ha nacido, y así es que comienza a preguntárselo ella misma y a respondérselo con voz propia.
De este modo, tanto los zapatos como Rula descubrirán a través del viaje y de los libros un mundo diferente del que hasta entonces han visto; pero ése no sólo será un viaje, será también una mudanza de emociones y de sentidos, que los harán, lo mismo que a sus lectores, reaprender, desde sus pérdidas, a verse y vivirse en el mundo.