Metadrones, Horacio Warpola y Poemas Para Michael Jordan, Francisco Ide Wolleter
Uno. Algo de los escritores franceses de segunda mitad de siglo XX es su idea de convertir la narración en objetos. En describir únicamente objetos. De eso va la teoría de la novela de Grillet y los ejercicios literarios, como los de Perec, del grupo Oulipo. Pero también lo ha sido para Roth en la novela El seno, o para Kenneth Goldsmith, al hacer del cuerpo algo enteramente objetivo y sin sentimientos, en Inquieto. Narrar un objeto o hacer poesía de un objeto. Así es la poesía de William Carlos Williams en El joven sicomoro. Este tipo de poesía fue llamada objetivista a mediados del siglo XX, nacida del proyecto educativo Black Mountain. No es nuevo tomar un elemento inanimado y volverlo objeto poético, o de narración. Tampoco lo es tomar un personaje real para poner en él todos los pensamientos y vivencias ficcionales o personales del autor. Richard Yates de Tao Lin son un ejemplo, pero también Lolita Copacabana con Aleksandr Solzhenitsyn. Así que es algo que sucede desde una punta del continente hasta la otra en los escritores de esta generación. Los poemarios que quiero presentar hoy usan estos recursos.
Dos. Warpola describe los drones con un lenguaje simple y directo. Los describe en diferentes contextos: la guerra, el narcotráfico y el entretenimiento. Un dron, como objeto inanimado, une distintas visiones del mundo. Vuela y cae en un sitio para atracción o espanto, viaja sin sentimientos y puede causar la destrucción o ayudar a un paparazzi en una misma tarde. Escribe Warpola: “Podríamos comenzar a ver drones en las ciudades/ haciendo todo tipo de cosas/ servicios de entrega/ limpieza de ventanas/ fumigación/ cuando tienes estos drones/ viniendo hacia las personas/ desde diferentes alturas/ no puedes tener una ciudad/ planeada alrededor del suelo/ los edificios tendrán que adaptarse”. Metadrones, de H. Warpola, fue dejado libre por el Centro de cultura digital mexicano. Los drones en este libro son usados como objeto para la poesía. Vicente Luis Mora dice en el prólogo del libro: “Los drones proyectan sobre nuestro imaginario las sombras de los pájaros negros de Hitchcock y del cuervo de El sueño de una noche de verano”. Lo que resulta siendo algo divertido y llamativo. A esta obra la complementan gif realizados por Canek Zapata.
Tres. Lo increíble del libro de Warpola es que todo parece cierto. Un hecho real. ¿Hay imaginación aquí? Claro, tal y como lo escribió Williams en Spring and all, la imaginación crea el mundo, el verdadero valor de la imaginación está en ver las cosas tal cual son. Aún debemos preguntarnos si en el tono casi descriptivo y periodístico existe la posibilidad de poesía. El poeta español Enrique Zamorano en La muerte del Hombre Orquesta recrea algo similar en un poema llama «Te quiero mucho» acerca de la crisis económica en España. Se lee casi como el resumen de las noticias económicas del día.
Cuatro. Poemas para Michael Jordan es la primera obra de Francisco Ide Wolleter. Quizá es el mejor poemario escrito por un autor joven recientemente. Cuenta con tres ediciones, la que enlazo aquí es la realizada por el proyecto Poetry Will be made by all! Wolleter es chileno. Poemas para Michael Jordan describe la relación del cuerpo con los objetos, con el aire o el esfuerzo físico. Usa a Jordan como excusa. Usa el baloncesto como terreno. Usa “la tersura del balón de goma”, como sensibilidad de lo humano. De nuevo, se usa el objeto como método de reflexión, de introspección. Wolleter para el blog de Entrevistas breves con poetas repulsivos dijo lo siguiente: “Fue un libro escrito con placer y alegría, como un hijo que nace del sexo entre dos personas que se aman”. Los Poemas para Michael Jordan son frescos, sencillos, simples, descriptivos y humanos. La reseña que hace Miguel Carmona para la revista chilena Letras s 5, ve en los poemas para Jordan una construcción levantada en la triada amor, muerte y vida. Y estos elementos están dentro del libro, sí. Pero también la frustración y la incertidumbre. Y aunque Carmona alude al humor, lo que hay que decir es que ese humor sólo lo logra el reflejar en Jordan y el baloncesto, en el balón que rebota, en el salto y la cancha vacía, los sentimientos humanos de cualquier persona.
Cinco. Vicente Luis Mora subió a su blog un poema de Claudio Rodríguez y fechado en 1953 titulado Dron de la ebriedad. (Vicente Mora juega con los Metadrones de Warpola).
Seis. Kobe Bryant para anunciar su retiro en 2015 del baloncesto escribió este poema.
“Y los dos sabemos, no importa lo que haga después
Siempre seré ese niño,
con los calcetines subidos
Un tacho de basura en la esquina
:05 segundos en el reloj
La pelota en mis manos.
5 … 4 … 3 … 2 … 1
Siempre te amaré,
Kobe”.