la luz se me discierne esbelta
es a su mirada de roble
el pasaje que nos une
multiplicándosenos todo
en mareas estrellas
viene cada partícula a nosotros
para arrullarnos la boca
como se nos conmueven
hasta los temblores
y el Universo nos mira
en nuestro girar de cuerpos celestes
nos envuelven espirales
nos acunan todas las madres
ya florecemos entusiasmados
aquí y allá donde no hay sitios
más que resplandores
*
¿Cómo comprender que en esos corredores de polvo y gas
se estaban gestando los mares los días,
los rumores de la escarcha
o el destino de la luz?
Precipicios donde caer la mirada, la intuición
de un devenir que nacía.
*
Existe esta memoria estelar
donde arden los rostros del Universo
donde caer es girar en torno a incontables soles
e incontables mundos surgen de mí
estallan de mí
se expanden en un remolino solar
soy eso que se aleja
este caer del centro de la estrella
en un temblor de nacer que vibra
en cada partícula del Universo
en cada célula que respira en mí
todo es polvo gas
y confusión en mí
donde bordear las fronteras del caer
es llegar a las entrañas de la luz
que abastece al día
arañar los confines del Universo
dormir en un latido del mundo.
Yo tengo los restos de esa noche
y todos esos soles aullando en mí.