Protection: dos notas sobre Nathalie Ferrier

Arteries and veins permeate and bond our whole body resembling vines, roots and life sustaining trees. Organs nest among branches and roots like secret pockets.

Nathalie Ferrier

Dunas

 

Nos bajamos del auto y comenzamos a caminar por un sendero hacia las dunas. Cuando dejó de alcanzarnos la sombra, nuestros pasos resonaron con mayor fuerza. Nathalie se quitó las sandalias para aligerar la caminata y yo hice lo mismo. Conforme avanzábamos la temperatura de la arena iba en aumento y poco a poco sentí cómo la planta de mis pies fue adquiriendo la textura de una cáscara expuesta al sol. Siento que estoy caminando sobre brasas, dije, y ella contestó sonriendo que la sensación del fuego en los pies le era placentera porque la hacía recordar sus veranos en Francia, cuando una de sus tías la llevaba a la playa de niña.

Yo había llegado a Cape Cod un día antes, en la tercera semana de junio, y Nathalie me llevó de noche a conocer el océano por un camino distinto al que esa tarde tomamos. Me prestó un suéter, alistó el carro y fuimos surcando con las luces la oscuridad de los árboles. Al llegar recorrimos la playa con los tenis puestos y por media hora buscamos la luna que estaba escondida entre las nubes. Aquélla era la segunda noche del verano y a la orilla quedaban los restos de algunas fogatas que se hacen a manera de rito al iniciar la estación. Llevamos con nosotras a Gala, su mascota, una labrador de 8 años, quien camuflada por ratos parecía nacer de la arena mientras la efervescencia de la espuma acallaba el ruido nuestros pasos.

Volví a ponerme las sandalias al poco tiempo, aunque no sirvió de mucho pues la temperatura de la arena se hacía de cualquier modo insoportable. Por su parte, sin ninguna incomodidad, ella siguió caminando y explicándome el paisaje. La luz del sol cegaba, pero la brisa dejaba adivinar no muy lejos la existencia del océano.

En la última duna, Nathalie me hizo avanzar por delante para que yo pudiera observar primero la vista desde la cima. Una vez ahí, detrás de la luz vi surgir el agua, el azul turquesa de las olas y a la distancia un par de barcos pescadores. Nos detuvimos por algunos minutos y luego bajamos hacia la playa completamente vacía. Dejamos las cosas, tendimos las toallas en la arena y nos desvestimos para entrar al océano. Cuando nos acercamos a él y el resquicio de una ola cubrió mis pies, éstos ardieron con la intensidad de una brasa apagándose.

 

*

Points

 

En la cocina de la casa de Nathalie, al lado del fregadero, cuelga un cuadro donde está enmarcada una ilustración que pertenece a la portada del libro de Thoreau llamado Cape Cod. Está pintada a mano por un amigo suyo. Como ese cuadro cuelgan también muchas de sus obras, que han sido dispuestas en las habitaciones y los rincones de la casa.

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Calendar Blanket, 2008. Foto: nathalieferrier.com

La noche que fuimos al océano, después de la caminata y antes de ir a dormir, bebimos un té, cerca de las diez de la noche. Fue ese mismo día, poco más tarde, el que vi colgada en uno de los baños inferiores de la casa Calendar Blanket, una pieza hecha con bolsas de té de diferentes tipos usadas y tejidas entre sí; cada bolsa tiene bordados los números del día que representa. Al ver esta pieza, frente a la tina de baño, me quedé observando por un rato el movimiento de las etiquetas del té, pero, sobre todo, me puse a imaginar el proceso: desde el momento en que el té fue servido hasta que cada bolsa fue tejida a las otras.

Como ésta, existen otras piezas más donde Nathalie teje diversos objetos desechables y crea un nuevo objeto a partir de ellos: envases de detergente, empaques, botellas… El tejido es una de las técnicas que más utiliza, así como elementos que se relacionan simbólicamente con él: arañas, agujas, hilos…, pero también con la casa y el mundo doméstico.

Ella misma reconoce la influencia de Louise Bourgeois en su trabajo, pero más allá de la misma, explica que el tejido está relacionado con su historia personal, pues su abuela fue quien le enseñó a tejer; y así el arte, teniendo al tejido como principio, ha sido una forma de protección.

Una de las piezas que más me ha atraído de su trabajo es Points: Nathalie esculpió en arcilla siete agujas. Cada una está hecha según las diferentes estaturas que ha tenido en diversas etapas de su vida y hasta ahora, para reiterar la idea de ella misma como un ser creado para tejer redes de cuidado.

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Points, Nathalie Ferrier. Foto: Richard Hopkins

Nathalie crea, interviene y resignifica los objetos a través del tejido y con ello conserva el significado que éstos tienen para ella, ya que se relacionan con su vida personal y, en ocasiones, con la de sus hijos. La dificultad de esta técnica, dice, es que algunos de los materiales no son fáciles de perforar con las agujas, por lo que aún tiene guardados objetos que no ha podido intervenir y que son así obra en proceso.

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Nathalie Ferrier

Nathalie Ferrier es francesa y vive y trabaja en Cape Cod, Massachusetts. Se ha desarrollado como artista sobre todo en Provincetown y Nueva York, donde ha montado exposiciones e instalaciones. Actualmente da clases de arte y la mayor parte de su obra está montada en su casa, que incluso ha usado como lugar para sus instalaciones. Ése fue el caso de Islands. Ella dice que nunca le ha interesado vender sus piezas, así que las ha dispuesto en su propio espacio y algunas más en su taller. De modo que la única manera de ver su obra es visitándola o su sitio web que, por desgracia, hace mucho no está actualizado.

[Foto de portada: Nathalie Ferrier por Jane Paradiese. *Estas notas fueron publicadas anteriormente en mi página personal. Las reproduzco aquí con algunos detalles añadidos y con el afán de que el trabajo de la extraordinaria Nathalie Ferrier pueda llegar a más personas y con un profundo agradecimiento y admiración hacia ella por su generosa hospitalidad.]
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