- Sé que, curiosamente, trasladar el cuerpo a otros lugares del mundo le da reposo.
- Sé que al caminar por el parque Jean-Jacques Rousseau, uno pudo haber creído que estaba en Italia, pero no era Italia, ¿de dónde vino esta convicción íntima?
- Sé que es sorprendente imaginar los rostros que nos rodean en una época pasada.
- Sé que la idea de que el ser humano está solo, abandonado a sí mismo en este planeta sin instrucción ni consigna, puede por momentos devenir tan vertiginoso que la cabeza comienza a dar vueltas.
- Sé que antes de desvanecerme, me aferré a la mirada de un perro en el metro.
- Sé que no me desvanecí.
- Sé que, contrariamente a lo que se dice, algunos perros sostienen la mirada.
- Sé que algunos pensamientos son como una corriente eléctrica demasiado fuerte que el cerebro apenas puede resistir. ¿Un simple fenómeno físico?
- Sé que la sensación de vértigo es incomprensible para aquel que jamás la ha experimentado.
- Sé que hablamos de empatía, pero ¿cómo funciona exactamente? ¿Qué sentimos?
- Sé que cuando entramos en pánico, la realidad se vuelve escurridiza y no nos ofrece asidero.
- Sé que pasamos mucho tiempo tranquilizándonos, que se necesita hacerlo una y otra vez, como vestirnos cada mañana.
- Sé que cuando dudamos de nosotros mismos, usualmente elegimos el camino que lleva al infierno. ¿Por qué casi siempre el que nos castiga y nunca el que nos alienta?
- Sé que cuando dudamos, también dudamos que dudamos.
- Sé que frente a una persona determinada, quien duda nunca tiene ventaja: es imposible dudar con determinación.
- Sé que algunas veces nos preguntamos: «¿Tal vez no he comprendido nada?, nada de lo que pienso del mundo es cierto.»
- «¡Sé bien!», decimos.
- Sé que nos cuestionamos con angustia sobre cuáles serían nuestras reacciones en caso de una catástrofe. ¿Seríamos cobardes o heroicos?
- Sé que algunas veces nos atribuimos creencias contrarias a las nuestras. Sólo para ver y ponernos a prueba.
- Sé que, por momentos, la cabeza se calienta como un motor.
- Sé que macerarse no conduce a ningún sitio.
- Sé que, desafortunadamente, no podemos expulsar los pensamientos oscuros como una mala comida.
- Sé que evito decir «punto final» porque no sé de qué final se trata.
- Sé que los puntos sobre las íes tienen algo alegre, pero no es eso lo que debe comprenderse cuando decimos: «voy a poner los puntos sobre las íes.»
- Sé que en Silvia y Bruno, de Lewis Carroll, se habla de un niño que cuenta ovejas hasta llegar a 1008: 8 que realmente contó, más otras 1000 porque había muchas más. ¿O eran 7 y no 8?
- Sé que en la sociedad no hay lugar para una lógica como esa.
- Sé que estar fuera de lugar es una fortaleza.
- Sé que cuando calculamos el área de una superficie simplificamos las cosas, quedándonos con un número en lugar de dos, pero que, al mismo tiempo, ya no podemos decir si la superficie es cuadrada o excesivamente larga.
- Sé que el espacio de una habitación con luz solar y el ruido de los automóviles de la avenida no tiene nada que ver con su volumen real.
- Sé que los científicos envenenan el mundo con la convicción de que ellos describirán las cosas con exactitud.
- Sé que, secretamente, nos regocijamos de que ciertas cosas se resistan a la ciencia, que una parte del misterio persista.
- Sé que no sabemos por qué los nudillos de los dedos truenan.
- Sé que una vez que la ciencia ha cruzado la línea, es imposible dar marcha atrás.
- Sé que cuatro policías armados con macanas bajaron rápidamente de un automóvil y entraron en un edificio mirando hacia arriba, pero no sé qué sucedió después.
- Sé que un tipo de cara pálida corría en los pasillos del metro, llorando, y que un minuto después en el altavoz se oía un mensaje de llamado a la policía, mas ¿habría alguna conexión?
- Sé que, de manera natural, pensé que había alguna conexión.
- Sé que a menudo pensaba: «Nunca hay dos sin tres.»
- Sé que la melodía de las campanas de una iglesia viene, simplemente, de su desplazamiento progresivo.
- Sé que al comprar un carro uno adquiere un medio de transporte, pero también un pedazo de espacio.
- Sé que un embotellamiento en la carretera equivale a los edificios de una ciudad proyectados horizontalmente.
ITO NAGA. Astrofísico francés nacido en 1957. Ha publicado Je sais e Iro mo ka mo, la couleur et le parfum bajo el sello editorial Cheyne Éditeur. Ito Naga es su seudónimo.
Traducción del original en francés por Daniela Camacho, del libro Je sais, Cheyne éditeur, séptima edición, 2013.
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