Yo no sabía que el peligro es lo que hace preciosa la vida.
Clarice Lispector
Si el cáncer regresa, tendrá que darme otro nombre, me dije.
Después comprendí que el cuerpo no tiene interior ni exterior.
Es un vacío deslumbrante.
Las formas humanas ya no podían conmoverme,
por eso dentro de casa andaba desnuda,
rostro sin rostro,
y algunos espíritus andaban conmigo.
Eran presencias salvajes.
Mis manos cambiaron las formas de todas las cosas.
¿Quién era yo, durmiendo tan limpia,
como si algo aguardara?
¿Por qué me apropié de ese enemigo[1]?
Comencé muchas veces. Nunca hubo nada más solitario que comenzar.
Soñar el tumor fue prematuro.
La enfermedad
es algo que empuja.
[1] No. La palabra enemigo me separa de mí. Al escribir lo comprendo.
MEDITACIONES A OSCURAS
- Una neoplasia relativamente rara es capaz de abrir un camino más allá del camino.
- Pero el cáncer es una verdad que incomoda.
- Un cuerpo con miedo ya no es un cuerpo.
- El presente, sin lenguaje, no nos está permitido. Hay que nombrar ese miedo.
- Tumor o brújula en la oscuridad, algo que orienta.
- Mi cuerpo no sabe qué hacer si alguien dice futuro.