Collage: Amanda Pazmiño
Ellos no tienen miedo, aunque a muchos se los vea con los ojos más abiertos y las bocas tan cerradas o viceversa: el miedo es eso que no los penetró. El miedo mas bien sería como lo que toca, daña y finalmente huye más despavorido de lo que pensaba sería su presa. Ellos no saben otra cosa que hablar desde esa víscera invisible, que late dentro y salvaje llamada realidad (es decir la gran mentira y el riesgo de la juventud y la belleza eterna).
Ellos no son la nueva poesía ecuatoriana, no sería justo definir lo indefinible (otros más «audaces» y crueles dirían lo inexistente). Son más bien, muchachos que abren la boca para hacer de añicos los edificios. Abren la boca y a la cordillera de los andes le nace una playa de dioses, demonios y amantes robots nombrados solo en el antiguo idioma de las piedras que los antecedieron. Muchachos que salieron de la piel del hogar para vivir en los intersticios de la urbe. Todo esto, a veces sin moverse siquiera de sus habitaciones.
Muchachos que van en bus, a pie o en auto como cualquiera, solo que a ellos el paisaje les duele de la dermis al miocardio. A ellos el paisaje les llueve de una forma desesperante que sería injusto, otra vez, valerse de citas y estudios sobre la poética y el devenir de la misma para justificar lo injustificable.
Lo cierto es que el hastío, las voces, la casa, el amor y la derrota se extiende en ellos de tal manera que a ratos, devienen un solo corpus de afectos similares, descritos eso sí a la manera de cada uno. Reitero: esto no es la nueva poesía ecuatoriana. Esta selección es completamente arbitraria y corresponde al capricho absoluto de la compiladora. La misma que ha tenido la suerte y desgracia de leerlos y escucharlos de cerca (no hace falta ver en carne al autor para adorarlo infinitamente, a veces solo se necesita una pantalla). Es por ello que este texto «introductorio» fue escrito, cortado, recortado y eliminado hasta finalmente convertirse en lo que debería ser: en nada. Porque los que tienen que ser escuchados son ellos. Los que tienen que ser bailados son ellos. Los que tienen que ser leídos y releídos más allá de las bibliotecas, las aulas (unas de las tantas cárceles contemporáneas) y las estanterías son ellos.
Estos autores son para ser leídos mientras se camina de espaldas y con los ojos vendados, es decir deben ser sentidos (lectura y relectura háptica del abismo: única manera de saberlo existente). Deben ser leídos mientras se va en el transporte público de una autopista neobarroca a manera de un vendedor de objetos sorprendentes, pero sobre todo inservibles. Deben ser leídos y lanzados al cuerpo acuático más cercano que se tenga, por respeto y cuidado propio.
Queda entonces plantada la molotov andino-oceánica-selvática para gusto y disgusto de cada lector. Salud.
Amanda Pazmiño Torres (Quito, 1993)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=A9AizYbwu8k
Lienzo posapocalíptico
La reconstrucción de un dedo cyborg toma el pulso de toda mentira cimentada por más de doscientos años en esta sabana de espuelas construida por cuerpos ((con agujeros)) en el Cinturón de Fuego. La reconstrucción del cuerpo colectivo marca tinta como un halo de hologramas para los que fuimos un cuarto de tierra abandonado, una boca de sangre en la espalda; una escuela respirando, a duras penas, con las branquias y los ojos embalsamados de moho, agitando el sebo negro de las paredes por cada vida rasguñada de los niños más blancos, y que ahora somos un cráter, la laguna enorme con los músculos de agua-Quilotoa, el tragaluz en la Cueva de los Tayos, las laderas en las manos plenty of diamonds que crecen bajo el sol en esta tierra a medio terminar, fundando ahora sí, el desconjuro de los vaticinios sobre la tala enorme de los astros.
Andrea Rojas Vásquez (Loja, 1993)
Soundtrack de autor: https://youtu.be/ep3sisTH4t0
Pequeño dios unicornio
I
Digo que los animales nobles no esconden las manos;
y yo las escondo
pierdo mis manos
como pierdo las cosas importantes
no soy un animal que pueda amarse
NO SOY AMABLE.
No hace falta que mi vestido caiga
para saber que mi cuerpo desnudo es una figura de harina
soy un animal redondo y grande
Y EL CAZADOR ES COMO DIOS
«una construcción bestiaria»
él solo cuida de los animales pequeños
no soy un animal que pueda amarse.
El cazador mira mis senos
los pesa y dice: -estas no son tetas-
me avergüenzo
II
hundo las manos
en mi pelaje negro
y me nace una cabeza una mujer
y otra teta
y otra teta
y otra teta
estoy ebria
y me despinto el hocico
soy toda ROJO
ROJO reconozco mi cuerpo
y me beso ROJO las manos
me beso
beso mi estructura deforme
(como la primera vez)
con ternura y con asco
III
me beso en la oscuridad de una terraza
y mi beso me lleva a pasear
por una playa andina
donde el dios sol mama de las nubes
y vuelvo a ser guagua y lloro y mamo también
lloro hasta que me desaparezco el sexo
me beso
me beso
Los abrazos dejan de ser formas de erotismo corrupto
(nadie ha de dañarme)
ME BESO
y mi mano
lúcida y limpia
toma mi mano escondida de mi mano.
*todo esto sucede cuando me amo.
Juan Romero Vinueza (Quito, 1994)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=qagt5HnPfQk
Lázló Krasznahorhai o el gran escape del aullido
a Luis Borja Corral
- Lado A [Animalinside]
la destrucción:
lo que está escondido es una misión que alguien debe realizar / aún no sé quién es ese alguien que está metido en la jaula que he llamado mi cuerpo / no lo he visto / por eso le tengo miedo / pero sé que está ahí / riéndose de mí y aullándose a sí mismo para no olvidarse de que existe
él es más grande y fuerte que lo que puede ser medido / como el infinito que estalla dentro de mi boca cuando evito pronunciar su nombre / ese nombre que tiene una textura que se parece al odio comprimido en una sala de enfermos mentales que han dejado de reconocerse / como las balas que quizás tenga como dientes y la daga que tal vez tenga como lengua
yo sé que el espacio que habita es demasiado pequeño para él / por eso quiero atormentarlo antes de que salga y se apodere de mí / que muera en la caja ad hoc que le he perfumado / con olor a flores muertas / yo sé que ese olor a veces sale de mi garganta / y piensan que tengo mal aliento / pero es mejor que dejar salir a ese algo que se encuentra rasgando mi carne desde adentro
- Lado B [Animaloutside]
el gran escape:
está planeado / ya no podrán confundirme con nada ni con nadie / ahora solo seré yo y únicamente yo / yo = grande / yo = fuerte / yo = infinito / el que sabe que puede vencer al tiempo /el que ha conocido todos los lugares del universo antes de que se crearan / no hay forma de evitar que logre huir
no existe obstáculo que no pueda vencer / llevo millones de años preparándome para esto / todas las defensas que mi amor tenga son inmunes contra el enemigo invisible más fuerte que existe en el ser humano / yo sé que lo más preocupante para la casa de la que quiero huir es no saber nada acerca de su huésped / le daré una pista: yo soy ruin
soy el error dentro de las células de mi amo / él es un humano idiota y miedoso / compra ropa linda y tiene modales lindos / sabe que lo odio por eso / pero mi amo a veces olvida alimentarme a la hora de la cena / esconde mi plato de comida / eso me revuelve las entrañas / me enojo con él y juro que me vengaré / pero aunque diga que quiero matarlo, mi amo sabe que todo es una broma
[estoy en la mitad de un salto al vacío / pero no quiero darlo sin mi amo /
no quiero arrojarme antes de enfrentarlo y definir quién es el dios de quién]
Melanie Moreira Abad (Guayaquil, 1999)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=GXyp4bYOZEc
(Re)nacer
Las piedras que guardo en mi boca están llenas de lágrimas. Me asfixian y me raspan la garganta.
Mi cama está hecha de escombros que me sonríen cuando afuera llega el día y yo sigo en las sombras de los muros de mi cuarto. Afuera no hay vida porque todos ríen, y yo sé que sólo hay vida cuando se llora, por eso me quedo dentro, en medio de todos los gritos que arrojé hace años y que hoy no son más que el aire putrefacto que respiro a diario. Mi casa está llena de tumbas sobre las que me acuesto cada vez que quiero escuchar latidos que no sean los míos. Las lápidas están llenas de polvo, pero yo lo barro con mi cabello.
Las piedras de mi boca no se secan.
Todas las mañanas tomo sangre en una cuchara para recordarme que la felicidad es amarga, y en las noches, cuando ya no tengo qué beber, me exprimo los ojos hasta llorar tu nombre. He sacado los clavos que puse hace tiempo en mi vientre y con ellos he colgado tu sonrisa en la pared mientras camino encima de los huesos que hay debajo de mi piso. Los huesos de cientos de cadáveres se mueven debajo de mis pies y los trozos que desprenden se me clavan hasta que lloro la sangre de mi pupila dilatada.
En el vacío también hay luz
En el vacío de tus pupilas también hay luz
EN EL VACÍO DE TUS OJOS HAY GALAXIAS INFINITAS
Las piedras de mi boca siguen húmedas.
Me abriré la espalda, me abriré el pecho, y sacaré todas las aves que guardé. Volarán hasta llegar a tus manos y allí morirán porque tus manos están llenas de vida y ni las aves pueden con tanta luz. Hace años escribí mi nombre en las estrellas de mi techo, y hoy, mientras me dices que la miseria es igual al amor porque con ambos renacemos, lo borro porque ya no necesito recordarlo: borro mi nombre, borro el recuerdo.
Las piedras que guardo en mi boca están llenas de lágrimas. Me asfixian y me raspan la garganta. En el horror del amor veo tu rostro y sólo entonces, por un segundo, las piedras se secan y puedo escupirlas.
Federico Tibiezas Dáger (Guayaquil, 1997)
Soundtrack de autor: https://youtu.be/4ICyy1V6n4c
Para quererte de cerquita
No me interesa el sol
Y sus potencias.
Ni las posibilidades que bajo este se gestan
Cuando la luna es un objeto que moldeas
Fálico entre tus dedos.
Bajo tus rodillas me asumo huérfano
Enfermo quehacer
Coso mis huecos con los pelos que de ti desprendo
Ingenuo me bautiza la noche
Inútil para este ritmo de conciencia vieja
Que pierdo el aliento
Cuando tus labios violentan mis pestañas
Y saborean mi mirada
Llena de ansias
Prefabricadas
Preñadas con el artilugio
De lo que todavía me incita
a bailar.
Sobre nuestro jadeo que se niega a ser
Un candelabro color vino
de donde cuelgan las sombras de nuestras madres
y sus madres
Eres piedra vacía sobre mi pecho caliente
Lo abres
Adentro más piedras
Ves de cerca y en realidad es
Tierra comprimida en el tiempo
La humectas como solo tú sabes
Pretendo que la semilla no es muerte
Pretendo que cuando estoy a tu lado
Conozco algo de la muerte.
Momentos antes
tenía 19 años
y ni un poema publicado
Casi me atropella un colectivo
mientras te (per) seguía
pendejo!
Te perdoné todo el meado
Te consumí
En esa casa/cuerpo/código portátil
Que habité para quererte de cerquita
No devolví los huesos a tu familia y amigos
Los guardé y moldeé en memoria
En bisutería adquirida en el puerto
Te uso de collar
Me pesas de la manera más bonita
Algún maldito
Te heredará.
Cristina Pavón Burbano (Quito, 1991)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=k_N_FQuSeuo
Hora azul
Tu silencio es un barco que ancló en la hora azul
Sobre la faz tranquila de un cuerpo que dejó volar el alma
Al soplo de una palabra
Tu silencio invoca las doce muertes del viento
Dispara un sabor a mar que estalla en pedazos sobre mi boca
(Soy azul espeso dentro del reloj)
Y tus párpados como el sol
Y mis manos dibujando tu silencio sobre cada doble, sobre cada sombra
Como la sal del mar entre los escombros
Respiro y suspiro en la hierba de tus dedos
Y mis sueños callan para sí por abandono.
Este paisaje es un eslabón en la memoria
Donde murieron los peces de tu voz
Y se secó en tus ojos un verso por infinita soledad.
Y yo deliro y pienso, te miro y tu silencio me sueña azul
Tu silencio como mi sangre y mi sangre réplica de mi sangre
Tu silencio como el holocausto de los cuerpos celestes
Como la luz que se embriaga y se arroja al mar.
Y yo deliro hago pausa en lo que pienso
Te miro
Y mi idea de soñarte
Mi idea de soñarte
Pesa como el azul inmortal sobre nuestros cuerpos
Como un manuscrito triste con la idea de naufragio.
Ángel Aulestia (Quito, 1995)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=Rp5gNMZ04KA
Tócate la cara
No te ha abandonado, sólo no pica
las gotas de mar en tus ojos
no dicen lo contrario.
Porque nunca deja
de tocarnos las orejas con la punta de la lengua,
la sombra purísima del dolor
convulsión arcaica entre nosotros que se atrinchera
en los nudos de garganta
que la desesperanza ata.
No te ha abandonado, este monstruo insaciable que come risas
nos declara a cada rato solitarios terminales
y si no pica sólo es sueño ciego de alegría.
Explota entre las tripas del trole
el hedor rancio del egoísmo
en las calles chorrea hirviendo
el susurro de los que no duermen del frío
habitante de sus huesos,
es que no puedo evitar
pensar en ello si me río demasiado fuerte,
el exalto se hace lodo de una impotencia ácida
arremolinada en todo el cuerpo
y un asco moco reniego
de la panzota del gobierno
hay, en serio, mucho por hacer
cruces por levantar
desde el sitio propio.
No te ha abandonado
Cubre el culo de esta especie,
una braga infinita,
con una etiqueta infinita
que si no pica
estorba.
Lisbeth Alexandra Oña (Otavalo, 1996)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=Q_L-0Ryhmic
What’ll you do when you get lonely?
No one waiting by your side?
-Eric Clapton
Eric Clapton de fondo –hablamos–
te cuento de la amnesia que viene después del día y de las cosas que pierdo / te cuento que sueño ser una gran bestia / un hermoso monstruo caminado con millones de abejas en la cabeza / un hermoso monstruo consumido por el éxodo de la poesía / te cuento de esta cosa que se suscita cuando las amapolas tocan mis ojos y del olor a coca que se fragmenta en las paredes / te cuento de las veces que me vi borrada de la genética del humo / te cuento que a veces siento el peso del cielo estrangulando las horas.
//te cuento que no haré nada cuando me encuentre sola //
//te cuento que no, nadie espera a mi lado//
Hablamos –Clapton de fondo–
Te cuento de mí
de mí
de mí
¿Te conté que no soy Layla? / ¿Que soy un ser gris, un ser que extraña?
¿Te conté que el primer hombre que vi desnudo fue mi padre?
¿Te conté que me duele un poco, esto de querer ser un lagarto?
¿Te conté que no soy Layla?
¿Te conté que no, que no haré nada cuando me encuentre sola?
¿Que soy un ser extraño y me doy miedo?
Bryan Ayala (Quito,1997)
Soundtrack de autor: https://youtu.be/fOnW2EXNiFA
Adiós vendaval
Confluyendo sobre las húmedas alas de esos niños perdidos en la inmensidad el viento se descubre y encuentra el velamen de la sed insaciable al acariciar en la oscuridad esa pluma que no volará, ese sueño adormilado por voluntad propia, ciclón de voces congelado en la estática silvestre al despertar. Su deseo se torna ambiguo e impuro, y tiende a la negación de todo sentido, y yo que lo observo de lo lindo pasar entre las hojas y escucho el cuchillo de su chanto desgarrarse así, me dejo llevar y me repito que nada soy salvo carne que espera la putrefacción inevitable del oscurecerse a uno mismo mediante prácticas carentes de dignidad pero henchidas de orgullo, cual rizomas en la lengua de la hostia enterrada que jamás llegará a tornarse sabor, ni carne del heredero ungiendo la carne, ni estrella en el ojo de la araña madre. Reencontrado en las mejillas del bosque, el acorde impera un gesto de sobriedad hacia la sombra, ambiguamente enamorado a través de la furia detractora del mundo inverso que tiñe de lluvia la falta de aliento y la tergiversación del significado de soledad. Pendiendo del núcleo de la noche la perla se reconcilia con la gravedad y reconoce en ella su propia blancura oculta bajo el velo de la ausencia de luz que ella misma refleja de algo más grande y más antiguo que la palabra. Ínfulas de desproporción se adhieren a la piel y hacia adentro de ella, quién sabe hasta dónde, para luego retornar al exterior y manchar de rojo el jardín prohibido; pero todo es universo y todo adentro está fuera de algo, mientras la vanidad lo ciega de tanto mirarse a sí mismo por el espejo líquido de lo aparente. Quizá he bebido demasiado de su fruto pero la semilla es dura como el diamante, suave como una orquesta de relámpagos y lluvia a la perspectiva correcta de distancia y lugar y tiempo y voluntad para escuchar su cantar. Abraza el alba mansa mientras te sea oportuno, pues en la noche sentirás la ausencia del sol, como es normal y por ello terrible, secuestrando antes la virtud enjaulada ya por el himen de la naturaleza que en silencio bulle bajo la estela de la membrana zodiacal, donde el hueso del silbido resucita y recuesta al heredero sobre la tibia roca, y ahora se aleja, sin besarle la boca, y no desea volver a verlo salvo por obligación. Horizonte que callas y eres virtud emancipada del juicio final / soñadora escarlata / así como los animales no distinguen nuestro pensamiento en su perfección al observarnos – sí en su pureza por acción- , nadie podría intuir fácilmente aquello que guardas en la quid de tu existir, ¡oh vanidosa! Al desperdiciar la sagrada vigilia en observarte, tiendo sobre los pergaminos de la noche un pequeño discurso ridículamente elaborado, para saciar el dolor del mundo con una gota de tu mágico caer, con un abrazo puesto en espera, titilando la verdad a horcajadas del tiempo vacilante; tiempo cuyo pecho desnudo se oculta detrás de todas las cosas, sin aguardar a nadie que lo enlluche y lo haga suyo.
Porque en el baile de todas las máscaras hay solamente una real y es todas.
Vicente Raevla (Lluchopamba, 1990)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=s2FhVi5REo0
Marcas en el cuello
Sombra
Nunca viste la profundidad de la noche
La larga noche negra
A veces hay que ahogarse en tinta
Y quemar la voz para conservar el alma
Dolor
Transparencia poco acostumbrada
El peligro de desnudar los ojos
Ante la materia inmensa del fondo
Es precisamente hallarse solo
Aquí los fantasmas sin vos
Aquí el encierro voluntario sin ellos
Invento
El espacio en que te encuentro
Vendada la lengua con tu más pura ausencia
Silencio desaforado
Babas disparadas en la rabia carcelaria
Ruinas
Que acá no tembló mucho
Los escombros son tu raíz
Sobre la grieta en pedacitos
Los puntos suspensivos
Que en el cuello se van cortando
Michael Santana (Otavalo, Ecuador, 1996)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=a7_al3uciVc
VIII
Lo que más le duele a Tañán es que la está olvidando
como a la Lunática
halladora de un pocotón de cartas
y una metáfora que nunca vivieron
la está olvidando
y no hay frenos
como a la jinete otoñal
la celeste Mantis religiosa
sin bocado
la está olvidando
como a la churona y caoba
Valdivia
puente de tantas estrellas.
Tañán la está olvidando
y no hay mocos en su pluma,
con tres mililímetros de historias
a cuestas
fisuró las piedras
costillas.
El líquido se ha corrido
no hay frenos
huele a tarde y a fundas de golosinas
es cuestión de días
para que sea apenas
un frío escaparate del aliento
escaparate de lomo fino
en la sala curtida
carne cruda
Como si no supiera que hay mañana
cada mañana
le duele por encima de cualquier río
dar cada media noche
un paso en contra del contradestino
Huele a verde
no con café
huele a verde magulladura
derrumbe de una llaga
antes flor en la caja de la memoria.
Soy Tañán estoy aquí
con las manos y el guacho
llenos de mierda
arena
no me falta nada
puedo ya
llorar en segunda
meter marchas
aflojar la muñeca
sollozar en do menor
escaparate
en este desvelo de la tarde
apuñala recorrerte
hacerte sonido de nunca
escaparate
advertirte círculo
hecho viruta
echarte al cosmos de la carne
escaparate
Lo que me más me duele es que te estoy olvidando
y no hay frenos
Olvidando como a la pájara despechada
de mi primer verano.
Anthony Guerrero (Esmeraldas, 1996)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=aFUzvbkEvRk
Crónica de una visita médica
A Yuliana,
porque esto no es poesía erótica,
porque no es poesía,
es sólo mi humanidad.
El lecho vacío empieza a llevarse mis reservas,
crece una sonda que empuja mis órganos,
no hay taquicardia
sino unas desquiciadas ganas de arrancarme la carne
y echarla por el balcón, o de explotar de una vez por todas
y que la lluvia de la estación se tiña con mi sangre.
Son las diez de una noche viciada de frío
tambaleo hacia la acera con un mal augurio en la boca,
tomo un taxi y pronuncio una dirección con el poco aire
que me queda, mientras observo a los vagabundos disfrutando
del frío y el olor a pseudometropoli.
Cerca, llamo al médico por indicaciones:
atrás de la mariana de Jesús, dice.
Otro mal augurio por mi agnosticismo.
Froto mis piernas, inquieto, reconfortándome,
simple manía para decirme que todo irá bien,
llego y lo primero que me ofrecen es vino
mostrándome su ansiedad,
luego güisqui, mostrándome su necesidad,
sólo respondo que no.
El lugar era una edificación sin mucho que decir,
sin embargo, su interior era resultado de un caro
diseñador de interiores aficionado a los cofres,
a pesar de eso el espacio era más grande
de lo que parecía, con cortinas y cámaras escondidas.
¿Por qué jóvenes? pregunto ansioso,
porque no, responde decidido
recalcando lo tersos, agiles y delgados que somos,
y siento como aspira mi juventud con cada palabra.
No deja de mirar con sus ojos hundidos;
su opulencia de rico y de gordo me dicen que es un hedonista.
¡Mira esa cola! no paro de verla desde que llegaste
me pregunto si podría, calla y procede como con un paciente
en consulta, me examina y con un gesto sugiere me siente
sobre sus piernas. Sólo pienso en mi padre que no tuve.
Dame un beso y acuéstate, solicita.
Toma una caja de cien pares de guantes de latex
toma un par de esos guantes, mi culo ya está expuesto y se los pone.
¿Qué tenemos aquí? señala divertido
mientras hurga con uno, dos y tres dedos mi culo
finalmente determina que debe limpiarme;
ve al baño, defeca y espera de perrito, exhorta.
Camino hacia al baño, segunda vez que tambaleo esta noche,
el médico tiene una habitación lujosa llena
de cortinas y cámaras, estoy en cuatro con dos enemas en el ano
esperando que hagan efecto para defecar, me limpio y vuelvo a él
en silencio, amenazado por los cofres, las cámaras y lo que filman.
Eres muy lindo, dice, cómo todos, pero temo que también
terminarás como ellos, cuando vienen escucho sus planes, se van
y al verlos de vuelta no han hecho nada.
Ahora chúpalo que para eso viniste;
me meto en la boca un pene pulcro y no tardan
en venir las arcadas causadas por el olor a desinfectante.
Él comienza a reproducir videos, donde efebos
acarician sus cuerpos,
de golpe dice, debes irte, y yo no quiero.
Pregunto si podría quedarme, pero no,
Así que me voy.
Soy un farsante, espero que de la calmada madrugada
y su penumbra salte el lycan cobrando mis mentiras.
Es tanta la audacia de llegar al lecho del extraño
y mimetizar el terror con una caricia intrépida
como estrategia de supervivencia, tratando
de sacar partida de la vulnerabilidad humana,
porque no falta quien tenga claro
su propósito de hacer daño,
que necesita hacerlo y lo toma en sus brazos
para asesinar todo intento de vida.
Olmedo Guerra (Esmeraldas, 1998)
Soundtrack de autor: https://www.youtube.com/watch?v=PRJoOuF3AYc
I
En algunos hogares,
las casas son las primeras cárceles
luego están
las vírgenes en minifalda/ los diablos poseyendo las faldas escolares/ los dealers de macharranes/ las hierbas en el coxis de la abuela/ los tatuajes del arrepentimiento/ los curas pederastas/ los albas con hippies sin cerebro/ los tíos tocándote la ingle/ las tías maltratadas por su dios/ los siameses separados por el gobierno/ las marchas mariconeitor porque nos perseguían querida y las mariconas sí tenemos memoria aunque la ejerzamos en suspensorios/ las guerras en medio oriente olvidadas por los medios/ los atracadores del sida/ la coca en el pecho de los cuartos oscuros/ las universidades de las pieles/ el feminismo pregonado bajo el signo del perreo/ el roce obligado con las hembras a los doce/ la tortura de la virginidad/ las marías que vienen y se van para descubrirte mariquita/ las marías empleadas que parían maldiciones en las casas/ las pandillas eróticas de la infancia/ el fútbol goleando tu ano sin dilatar/ el mar el mar el mar los andes luego cárcel latinoamérica/ las guerrillas en las fronteras desdibujadas por los cadáveres/ sus poetas/ el alen guinsber primer poeta de todos/ las visitas de satán a las niñas desamparadas/ los micronarcos encarcelados por cumplir sueños/ los microanarcos ejerciendo el epíteto de su cobardía/ la gilda cantándole a las pendejitas enamoradas/ el feisbú/ por ende las pajas en los perfiles de los amados/ el manoseo en el cine o en el itchimbia/ ahh los parques/ ay los parques/ los centros de acopio mariconil lleno de cuerpos neones coca y ariana glande/ las locas con escopolamina en mano/ los hombres seduciendo a la especie con sus falos/ las playas de chile oscurecidas para siempre después de la dictadura/ las playas de ecuador oscurecidas para siempre después de la muerte de roldós/ las dictablandas en el ecuador/ la desmemoria de la patria/ los banqueros apatriados/ los traidores/ juan pablo pozo el hombre más papirrico del ecuador/ juan pablo pozo verga cobriza ¡mi nodriza! ay me eriza me eriza/ la policía como soldados del olvido/ esmeraldas herido en el vientre por la plaga del reguetón/ las hermanas llenas de hierba en el agujero tratando de herirte con sus uñas de calavera/ el jalowin/ los mejores outfits/ el falso versace/ las adolescentes putitas y los adolescentes también putitas que se las cogían sacándole fotos/ el feisbú de nuevo que las viralizaba/ los nerds que cogían con las empleadas/ yo la virgen/ las lecturas a sade censuradas en el pénsum escolar/ los juegos de la botella sobre las rocas que mataban a nuestros perros/ la porno/ las pajas en grupo que escondían poderosas pingas juveniles que nunca alcancé a ver/ los dealers afuera del cole esperando para hacerte soñar/ los cacheros localizables solo para las mariconas más feas de la ciudad/ los dos cacheros perreándome en la casa-maricoteca de un amigo mientras el amante secreto se desgreñaba en el baño donde el paraíso colegial nos expropió/ la sangre del menstruo encima de las camas de los nuevos papis/ las reinas por una noche/ los dólares/ las piedras/ el mar otra vez escondiendo montañas bajo sus enaguas/ la otra mujer de tu padre/ los moretones en el tercer ojo del chisme de las vecinas/ las hemorroides/ el cálculo/ la eyaculación precoz/ el tamaño de la verga/ las tortilleras olvidadas por la poesía qüir de los varones/ la loca yimi gendrix/ las locas en misa rezando para que se caiga la toallita al jesús de la efigie/ las pampas/ la desmemoria de los indígenas bajo el ayahuasca/ el amor que nos hizo descubrir todas esas hadas que cosían a miles de hombres no guerrilleros en una sola manta y nos arropó hasta sanarnos
ejerzo la memoria
6 años exactamente
quienes serían mis mejores amigas a futuro preguntándome
-lejos lejos-
en la cancha de la escuelita si era maricón
16 años no-exactamente
revolcarme por las mismas canchas con el adolescente que sería
mi amor por dos años el cual nunca quiso clavarme
ejercer la memoria
¿cuál fue ese rasgo siniestro que no permitió
abalanzarme sobre su verga?
casas cárceles brujas madres
madres agentes de la CIA
“pero portaráse bien varoncito, mi amor,
déjeme lo peino como maricona desesperada
por entrar al ejército para ensartar’’
asumirse marica a los 6 años
no
a los 16
y herirse por el resto de los años.
II
Despellejo el prepucio del amante
como el juego con las flores de la infancia
¿me quiere o no me quiere?
cuando el indomable muere de hemorragia
una voz me susurra
ya no hay querer
ahora todos ejercemos una especie de ilusión
de colectividad para escribir poemas culear pasarla bien
pero cada uno camina bajo las sombras de su propia condena
y entiendo que estas cárceles gigantes ejercen condenas inconscientes
la mía fue ser puta y maricón
y delirar por los poemas erectos y las venas cableando mis entrañas
solo así funciono
llevo por corazón un poema
si lo leo en público
me destruiré automáticamente en cinco años
¡y no! ¡me niego a la parodia de maldición!
porque tal no existe
la literatura nos vendió el último discurso para estar a la modex
‘‘tienes que sufrir para ser poeta’’
y ya veo que los escritores también son ingenuos
porque tienes que sufrir por el solo hecho de estar en tierra
he de recordar en mis últimos días
las noches en que acudíamos juntos a contemplar la playa
indagamos el agua y la sal extensión de nosotros mismos
que tal vez sea un escupitajo del olvido de dios
o el reflejo de nuestros fluidos olvidados en casa o cuerpo del amante
corrimos en su búsqueda
y lo encontramos en todas partes
una lucha en el reflejo del mar
fue ecuador nuestra matria del castigo
detrás de nosotros engañándonos
expandiéndose sobre nuestras heridas
ajeno porque no es el paraíso que pedimos para nuestros versos
ajeno porque al pisar sus tierras nos condenó a la desmemoria
nos ocultó su historia
nos impuso un adn
y en el underground de sus montañas
abrazados como quien pacta un solo cuerpo para la muerte
emitimos cantos y danzas para olvidar
que probablemente estábamos naciendo en el lugar correcto.