Nadie es culpable

Para Adrián, que acompaña y nada tiene que ver con esto

Busco hacer siempre

lo que mi generación pretende:

desconfiar

de quien me besa

y ve en mí

una buena esposa

 

Callar

 

Olvidar

el sonido de mis huellas

el color de las calles

Disimular

mi asistencia a los velorios

 

Temer de mi padre

(siempre tan bueno)

y del qué pasará

cuando mi cuerpo mutilen

y sea yo la protagonista

del periódico

 

El loco del barrio

será el único testigo

besará mi frente

me llevará flores

cuando sospechen de él

pero yo sabré

de su inocencia

nadie me quiso tanto

 

Será quien pida

me cubran las piernas

con su saco

antes de vaciar

la tierra en el ataúd.

A %d blogueros les gusta esto: