Luis Antonio Aguilar Monsalve (Cuenca, 1942) antologador y traductor de los 25 cuentos de autores ecuatorianos al inglés, está radicado en Estados Unidos desde 1962. Cuenta con más de 30 años de trayectoria: es miembro del Grupo América desde 1996 y miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua desde 2012, y autor de 16 libros de cuentos cortos como ‘Escombros de humo’ (2014), ‘Imágenes y otras historias’ (2009), ‘Dejen pasar el viento’ (2004); la novela ‘En busca de sor Edwina Marie’ y los ensayos literarios como ‘Alfredo Diezcanseco y su novela socio-política’ (1979), “Y el hombre dio su vuelta en ochenta mundos… (Homenaje a Julio Cortázar) (1914-2014)”. Este último se estudia en al menos 25 universidades en los Estados Unidos, y está preparando el análisis de la obra completa de Juan Rulfo prevista para publicarse en 2018.
La antología bilingüe es un proyecto que creció en las aspiraciones del autor en sus 15 años como profesor de literatura y culturas latinoamericanas en el Hanover College, que ve la necesidad pedagógica y cultural de contar con obras de este tipo para su estudio universal. Recuerda que cuando leyó en inglés “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, le quedó la alegría de saberla perfectamente traducida. Se aventuró en esa gran empresa que es la traducción, y en colaboración con otro colega, tradujo la obra “Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes” de Alfonso Barrera Valverde; 247 páginas que les demandó siete años a tiempo parcial.
Aguilar Monsalve asegura con su experiencia que el traductor se toma la libertad sin salirse del texto. Toda antología enfrenta dos limitantes: el espacio, y la prevalencia del criterio de quien realiza la selección. En su tarea de antologador, determinó el número de 25 autores como algo representativo, y solicitó a cada autor el envío de un cuento. Constan en esta antología los cuentos voces destacadas en la narrativa nacional: Gabriela Alemán, Carolina Andrade, María Leonor Baquerizo, Eliécer Cárdenas, Carlos Carrión, Miguel Antonio Chávez, Martha Chávez Negrete, Luz Argentina Chiriboga, Mariagusta Correa, Jorge Dávila Vázquez, Iván Égüez, Oswaldo Encalada, Gilda Host, Lucrecia Maldonado, Esteban Mayorga, Iván Oñate, Nelly Peña, Raúl Pérez Torres, Modesto Ponce, Augusto Rodríguez, Solange Rodríguez, Santiago Rubio, Abdón Ubidia, Leonardo Valencia y Luis Aguilar Monsalve.
‘Blackaout’ de Gabriela Alemán y ‘Stripper’ de Carolina Andrade abren la colección escribiendo desde su propio lugar de enunciación con el deseo de un cuerpo femenino. Esto debe diferenciarse de Los cuentos ‘María Navaja’ de Iván Égüez, ‘Regálame esta noche’ de Raúl Pérez Torres, ‘Adrenalina y fuego’ de Augusto Rodríguez, ‘Instantánea borrosa de una mujer con luna’ de Solange Rodríguez y ‘Solamente me gustabas un poco’ de Modesto Ponce desarrollan una temática erótico-amatoria.
Encontramos también cuentos que guardan el repudio contra la realidad: ‘El hombre de la linterna roja’ de Luz Argentina Chiriboga sobre el derecho del hombre a saciar y ‘El bello Martín’ de Carlos Carrión sobre el statu quo reinante y retorcido. Otro es el sentimiento de profunda extrañeza respecto a la realidad, la geografía colectiva, y el mundo, se construye en los cuentos de ‘Aventuras de un grupo de becarios en una universidad norteamericana’ de Miguel Antonio Chávez por la presencia de un parásito, ‘La cueva de Sísifo’ de Martha Chávez por el vacío y la enfermedad, ‘En Noruega’ de Esteban Mayorga donde el protagonista camina un corredor secreto y ‘La noche de los abrazos’ de Lucrecia Maldonado que se extiende en el abrazo de pésame.
Hay de hecho un trabajo constante con la memoria, y un tono evocativo se trabaja en los argumentos de los cuentos ‘Una niña Mehrauli’ de Leonardo Valencia, ‘De los nuevos relojes’ de Abdón Ubidia, ‘Habitus’ de Santiago Rubio y ‘Juan de la memoria’ de Mariagusta Correa. Parten de elementos de reconocimiento en espejos, maquillaje, diálogos pero no reflejan ni registran el tiempo y el espacio del individuo dentro de la humanidad. Si podemos hablar de un misticismo o espiritualidad dos son los cuentos que representan estas inquietudes: ‘El gran espíritu’ de Eliécer Cárdenas, y ‘De una rosa’ de Jorge Dávila Vásquez. Ambos cuentos introducen elementos fantásticos para contar historias más complejas. En ‘El gran espíritu’ se lee: “Solamente los humanos nos dejamos a seguir nuestros caminos —dijo el hombre.”
En la literatura fantástica podrían también encontrarse los cuentos ‘El pirata de la oreja de palo’ de Oswaldo Encalada y ‘Un ovillo de nieve’ del propio Luis Antonio Aguilar Monsalve. Nos plantean una existencia contradictoria en sus personajes y por lo tanto compleja, con una historia en la superficie y otra en el fondo como lo hacen las buenas historias según el maestro Ricardo Piglia. Finalmente hay dos cuentos que son homenaje y pasión por las letras: ‘La fiel literatura’ de Iván Oñate y ‘Una noche en la biblioteca’ de Nelly Peña.
Los autores compilados nacieron entre las décadas de los cuarenta y los setentas. Según el crítico y escritor Vicente Robalino: “Unos y otros ficcionalizan al Ecuador ya sea desde su misma geografía, transformada por la vida moderna, o ya desde una geografía extraña”. Cada texto se presenta de forma simultánea en español e inglés, y cuenta con un comentario del antologador al final de la lectura. Pistas, bibliografía y contexto histórico que enriquece la experiencia del lector que quiere aproximarse a la producción cuentística hecha en Ecuador. Esta tarea ha demorado tres años, y se ha confiado la publicación a la Editorial El Conejo, como parte de su renovada propuesta para el mercado local. Las universidades en Estados Unidos, serán los principales espacios de distribución de la obra que se encuentra ávida de lectores universales.
