Están usando las redes de pescar para adornar las lamparas de tu sala

 

No te extrañes si un día

yendo de la cama a la cocina

vas dejando un rastro de agua

cuando tu casa simule ser una burbuja.

 

Que no te espante sentir en el pecho

un concierto de caracoles

mientras tus manos abren y cierran

como las muelas de los cangrejos.

 

No llores al encontrar perdido el control

de tu memoria,

girando en horizontal dentro de una pecera.

No intentes sacudir tu lengua

para librarte de la sal que se desliza por tu tráquea.

 

Tú ahora

eres también un pez

a punto de ser disecado

para adornar las paredes de tu sala

justo al lado de las redes de pescar

que adornan tu lámpara.

 

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