Siento devoción por lo que no puedo contarte
Devoción a un silencio que no es más que la decisión de no sufrir en exceso, porque sí, sufro
Siento devoción por tus manos grandes y algo torpes
Devoción a mis trayectos de autobús o metro. Me gustan las rutas conocidas, así como tus callados mimos y los besos silenciados
¿Por qué silencias los besos?
No te acostumbres al desamor de quien quiere servirte una taza de café al despertar
Todo es igual, exactamente igual. Mis rutinas, mi pensar, ocasionalmente cambian cuando quiero ponerte en otro, con otra ropa, con otro olor. De resto todo es igual, no me gustan tanto las sorpresas, lo prefiero así
Haré un trato con la luna, como ella sí te puede alcanzar todas las noches irá a darte un rayo para que en el día de la oscuridad puedas alumbrar sin remordimiento
Porque así mi devoción crece, me arroja a la hoguera. Alimenta y da sed a la vez. No hay nada completo, más que aquello que puede ser uno cuando sueña
Allí también te preciso tanto y más, con absoluta devoción.