Jóvenes escritores – Pablo Asier Ovelar (1993)

«Prefiero centrarme más en qué quiero decir

que dar piruetas a la hora de elegir el cómo»

 

«Karmelo C. Iribarren sería el espejo en el que procuro mirarme»

 

Pablo Asier Ovelar nace el 10 de marzo de 1993 en Pamplona (España), donde ha residido toda su vida. Es, además de escritor, educador infantil y jugador de fútbol regional en el CD Lezkairu (Pamplona). Apasionado de las letras, comenzó desde muy pequeño a relacionarse con los libros y la escritura y es un enamorado de la poesía.

El poemario Irreflexiones es su primera incursión en el mundo literario de la mano de la editorial sevillana DonbukIrreflexiones es un trayecto a través de los diversos estados de ánimo por los que podemos pasar cualquiera de nosotros a lo largo de nuestra juventud. El amor y el desamor son los temas predilectos. El autor define esta obra como una forma de plasmar sobre el papel los sentimientos que no se pueden describir de otra manera. Su principal objetivo es buscar la empatía del lector.

Su estilo es sencillo y directo, haciendo uso del verso libre. No utiliza figuras retóricas complicadas sino un lenguaje cotidiano y natural que le permite expresar sentimientos y a su vez conectar con un público muy amplio.

***

Los niños son una de tus vocaciones principales. Otra es los deportes y otra obviamente la literatura. ¿Cómo consigues compaginar todas estas aficiones y cuáles crees que son las influencias o conexiones entre unas y otras en tu vida?

Como dices, la educación infantil, el deporte y la literatura son tres de los pilares de mi vida. El mundo de la pequeña infancia es mi vocación y me apasiona todo lo relacionado con ella. Ser educador infantil es lo que siempre he querido ser. En cuanto al fútbol, es un hobby que llevo practicando desde los cinco años, y está tan dentro de mí que creo que es algo que no podría dejar. Por último, en cuanto a la literatura, en mi casa siempre he estado rodeado de libros, por lo que desde que tengo uso de razón, he podido leer todo tipo de obras, que al fin y al cabo es la antesala a ponerse delante de un cuaderno.

Creo que estos tres mundos están bastante diferenciados en mi vida, aunque literatura y educación infantil son dos partes que, ojalá, pueda unir en el futuro en forma de cuentos o proyectos de ese estilo.

 

¿Cuál fue el motivo que te llevó a ser un apasionado de las letras y de la poesía en concreto?

Tanto mi padre como mi madre han sido siempre unos lectores empedernidos. En mi casa hay muchísimos libros, así que por la educación que me han dado, siempre he tenido acceso a la literatura.

En cuanto a escribir, desde pequeño empecé a hacer alguna cosilla, de hecho tengo un par de diplomas de concursos literarios de 3º o 4º de primaria del colegio. También conservo algunos cuentos escritos con unos diez años que serían mis primeros pinitos en este mundo.

La poesía, un poco como a todos, llega cuando te “hacen” estudiarla en el colegio/instituto, y pese a que suene a tópico, pudo ser algún poema de Bécquer el primero que me hizo fijarme en ella.

 

Irreflexiones es un trayecto a través de los estados de ánimo”. ¿Qué fue exactamente lo hizo que te lanzaras a escribir este libro? ¿Por qué escogiste el lenguaje poético para expresar esos estados de ánimo?

Para ser sincero, el objetivo de lo que escribía nunca era ser publicado. Era más una vía de escape, una forma de desahogarme mediante la escritura. Fue más adelante, cuando puse algún texto en mi blog o se lo enseñé a algún amigo cuando me decidí a dar el paso y contactar con una editorial.

La razón para utilizar la poesía es que me parece un método más directo. Creo que es una forma de expresar sentimientos que no se «anda por las ramas», va directo al grano. Por eso la gran mayoría de los poemas de Irreflexiones tiene una extensión tan breve. No soy amigo de los rodeos.

 

 ¿Recuerdas alguna anécdota divertida o no tan divertida antes, durante o después de la creación del libro?

Más que una anécdota concreta, es una constante. Que escribo poesía es algo que poca gente sabía de mí. Es algo que no publicaba y era una parte de mi vida que estaba casi oculta hasta ahora. Por tanto, cuando empecé a contarles a amigos, compañeros de equipo o a familiares que iba a publicar un libro la reacción era que les estaba tomando el pelo. Me costó bastante convencer a algún amigo de que iba en serio.

 

En Irreflexiones todos los poemas están escritos con un lenguaje sencillo y directo, además utilizas el verso libre en su composición ¿Por qué elegiste ese estilo y forma al componerlos?

Utilizo el verso libre con el objetivo de poder expresar lo que quiero sin sentirme encorsetado por métricas o rimas. Cuando leo poesía clásica me parece de una dificultad y una armonía tremendas, y se me hace inviable hacer lo que hago ciñéndome a las normas clásicas.

La poesía, como toda forma artística, ha evolucionado, y en nuestro caso ha supuesto la llegada del verso libre, que permite al poeta ser más crudo y directo.

En cuanto al lenguaje intento que sea lo más simple y accesible posible, para no recargar en exceso el poema. Prefiero centrarme más en qué quiero decir que dar piruetas a la hora de elegir el cómo.

 

¿Qué piensas que es lo más complicado de escribir poesía en la época Millenial? ¿Tienes relación con otros autores noveles de tu generación?

Actualmente, y no sólo en la poesía sino en la literatura en general, nos encontramos ante una tesitura en la que no se leen tantos libros como antes. Las nuevas tecnologías y la gran variedad de formas de entretenimiento han relegado a la lectura a un plano secundario en los jóvenes.

Ahora bien, creo que la poesía está en estos momentos en un repunte de popularidad importante. Escritores como el cantautor Marwan o el poeta Defreds están muy de moda. Esto supone un voto de confianza para que otros jóvenes demos el paso hacia la publicación de nuestras obras.

Más allá de leer y releer, la verdad es que no tengo el placer de estar en contacto con autores de mi generación.

 

¿Qué otros poetas clásicos o contemporáneos tomas como referencia para escribir tus versos?

Sin ninguna duda, Karmelo C. Iribarren sería el espejo en el que procuro mirarme. Se trata de mi autor de cabecera, y mi estilo es muy similar al suyo, directo y sin pelos en la lengua.

Otra de mis referencias es la obra poética del cantante del grupo de rock navarro Marea, mi convecino Kutxi Romero.

 

¿Cuánto tiempo dedicas a leer y a escribir aproximadamente en tu día a día?

Procuro leer todos los días. Es curioso ver cómo en mi mesilla, acabo teniendo pequeños montones de cuatro o cinco libros.

Escribir ya es otro tema. Si pudiera lo haría a diario. Aunque nunca sabes cuándo va a llegar una idea que te haga escribir algo. Por si acaso, y para que no me pillen desprevenido, llevo siempre un cuaderno y un boli a mano. Aunque la aplicación de notas del móvil también hace de salvavidas.

 

Cuéntanos algo sobre tus próximos proyectos literarios

En la misma editorial en la que he publicado Irreflexiones (Donbuk Editorial) he tenido el placer de contribuir con un texto en el libro Todo es posible si lo sueñas fuerte. Una recopilación de textos de autores de la marca. Se trata de un libro solidario, cuyos beneficios se destinan a la fundación Make a wish.

Proyectos personales… Todo se verá. Por lo pronto yo sigo escribiendo y, si ésta primera obra sale adelante, podré plantearme dar el paso a publicar algo más en el futuro.

 

A %d blogueros les gusta esto: