QUE LA VIDA IBA EN SERIO – Poetas contemporáneos españoles – JORGE HERAS GARCÍA

Regresamos, de nuevo, a nuestra sección de poetas contemporáneos españoles. En esta ocasión contamos con cuatro poemas de Jorge Heras García (Madrid, 1981), pertenecientes a una obra inédita, y una muestra fotográfica, en blanco y negro, de Alfonso Vila Francés (Valencia, 1970). Recordamos a los autores programados para próximos meses: José Ángel Garrido (mayo) y Jesús Igorra (junio). También hemos seleccionado a los poetas Saúl Suane, Laura Rodríguez Sayd y Ana Vega para julio, agosto y septiembre (respectivamente). Enhorabuena a los seleccionados. Para futuros interesados, volvemos a compartir las bases para participar en esta página de Liberoamérica; resolviendo dudas, la convocatoria es abierta y no atiende a plazos concretos. Que disfrutéis de la lectura. En unas semanas, regresamos en Que la vida iba en serio con novedades.

En Arte y Literatura todo lo que no vaya al límite
como que, al final, no me divierte. Puede ser
un límite moral, o puede ser un límite formal,
o los dos límites juntos. Es tan entretenido que te lleven
los escritores y los artistas hasta el mismísimo borde
del abismo y que te digan “a que te empujo, eh, que sí,
te voy a arrojar allí dentro». «Menudo susto me has dado»
dices tú, creyendo que iba en serio.
(Manuel Vilas)

NIÑEZ

En aquel tiempo mis padres medían seis metros.
Echaban humo por la nariz y por la boca.
Hablaban delante de la tele y sus palabras tenían muchos músculos.
Yo era un ratoncito asustado.
A los ocho años ya me sentía un fracasado y ya tenía mucho miedo.
Me daba miedo que mi madre no estuviera cuando salía del colegio.
Me daba miedo quedarme en casa solo.
La última noche de las vacaciones siempre me daba miedo quedarme dormido y que mis padres volvieran a Madrid sin mí y me dejaran en el apartamento alquilado.
De niño ya era un freak y tenía miedo de que mis padres me abandonaran.

 So this dying slowly
It seemed better than shooting myself
This dying slowly
It seemed better than shooting myself.
(Tindersticks)

ADOLESCENCIA

He pasado mi adolescencia en una celda
pero no era gris y húmeda sino multicolor y llena de lujo.
Me daban percebes y gambas rojas y entrecots de buey.
He sido el recluso mejor alimentado.
A través de la ventana de mi cuarto miraba la vida que se paseaba por la calle y pensaba que era una puta.
Te vistes como una puta, le decía asomándome por la ventana a la vida.
Infernales quince años rellenos de esmegma y de pus.
La vergüenza y la culpa me abrazaban
tan fuerte
que se me iban de las manos mis tesoros que se rompían contra el suelo
a aquellos años rellenos de pelos y de chándales les he dado hostias con un palo como si fueran una piñata.
En aquellos años me atrincheraba en mi habitación
y miraba la vida que salía de marcha
siempre con un tío que nunca era yo
y armaba mis baratijas
una vez una maqueta del Calderón.
En verano íbamos a Guadarrama.
Allí el aire era muchísimo más fresco aunque tampoco me entraba mucho en los pulmones.
Los chavales llevábamos camisetas negras de Extremoduro de Nirvana de los Sex Pistols.
“No future for you no future for me”, cantaban los Sex Pistols.
Y nosotros movíamos la cabeza escuchándolos con nuestros minis de calimocho sin entender qué decían
arriba y abajo
como asintiendo.

I don´t recall the time we spent
It´s hidden in a car that sped
To its death and to its rest.
(Gene)

Nadie sabe cuánto invierno es capaz de aguantar
un hombre solo.
(Alberto Santamaría)

POSTADOLESCENCIA

Levantaba pesas / vasos de whisky con Cocacola / billetes enrollados de cinco euros / batidos de proteínas…
Levantaba la cabeza con el pelo despeinado y ya estaban vestidas guardándose el dinero en el bolso
con el mismo regusto siempre a cadena de cangilón de noria.
Levantaba la tapa de mi cuaderno y escribía poemas narrativos / en primera persona / de dilapidación y sordidez.
Escribía a menudo metido en el coche en el aparcamiento de la Universidad.
Me gustaba muchísimo el tango.
Un verano volviendo de Santa Pola mi padre me compró una cinta de Gardel en una gasolinera y yo quería ser Discépolo.
Discépolo dijo que el tango es un pensamiento triste que se baila.
Esa frase me volaba dentro de la cabeza.
Levantaba la mirada de los chicles pegados en el suelo a los chicles que giraban dentro de la boca de las gogós.
Podrías decir que me divertía compartiendo la droga del amor / bailando en el Danzoo / que me excitaba el tacto de una canción / un hotel dentro de una mujer
pero levantaba la mirada y en todas las cosas veía abandono.
Bajaba los brazos / la basura / mi autoestima…
Bajaba la cabeza para vomitar.
Escribía mucho / poemas dalinianos / de crustáceos / de apostantes que se juegan las llaves de la casa donde en ese instante están durmiendo su mujer y sus dos hijos.
Es que me encantaba Dalí con su frenopático bigote.
Se me levantaba pensando en Irene
y en la del pelo corto que venía a Ontología y en esa otra de Metafísica…
Se me bajaba con esta escena tan patética de yo de rodillas y abrazando la pierna de la mujer X suplicándole que me quisiera.
Bajaba el volumen de la radio del mundo.
Necesitaba salir.
Irme.

Detrás de la mirada
cuelgan las prendas
que antes
cubrían su piel.
(David González)

COPENHAGUE / (ERASMUS)

Aterricé en Copenhague con «El camino” de Nacho Vegas.
Después seguí el culo encendido de una danesa que me llevó a la parada del autobús.
Mis dos maletas de los chinos no tenían ruedas y pesaban como un traje de novia mojado.
Llegué.
Estaban estirando la cara de la reina de Dinamarca en la fachada con un cepillo de barrer mojado y un hombre de etiqueta me abrió la puerta de Copenhague.
Dentro.
Chicas de veinte años revelando el milagro de las máquinas de reciclaje que funcionan con botellas de cerveza acabadas y con hombres de cerveza acabados como yo.
Pulsa el botón on de la máquina, te dicen en inglés,
verás qué divertido,
cualquiera puede hacerlo.
Chicas de veinte años revelando el milagro de sus dormitorios.
Ponían la tele sin sonido y la usábamos como lámpara
y sus muslos recibiendo ahora mucha luz del televisor mientras mi cerebro me abría las pupilas y estimulaba las células fotorreceptoras que me erizaban el vello de todo el cuerpo.
Las miraba como el que mira la repetición de un gol de su equipo
y detrás de la mirada
en la sesera
estaba mi mono operario drogándose y moviendo las palancas que me hacían decir y hacer cosas que no me gustaban a veces
por las que tenía que pedir perdón a veces.
Después
este subidón constante que me agitaba como se agitan las botellas de champán en el podio al acabar una carrera de Fórmula 1.
Fuera
el sentimiento de culpa y la baja autoestima y mis demonios esperándome en Madrid en mi pequeña habitación
Estaba a gusto dentro
pero ya alcanzamos el orgasmo.
Ya alcanzamos el mes de julio.
Despegué de Copenhague con unos versos de Mario Cuenca Sandoval:
“Salieron del amor como de un saco roto
él con frío de siglos ella siguiéndolo
con su mirada de Volskwagen triste.”

SOBRE EL AUTOR DE LOS POEMAS: JORGE HERAS GARCÍA (Madrid, 1981).

Licenciado en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Autor de los poemarios Apología de la muñeca de Bellmer (Editorial Groenlandia, 2010), Quince imágenes de Joanna en Varsovia (Ediciones La Baragaña, 2013) y Diario de un adolescente de pelo raro (Editorial Groenlandia, 2013).  Sus poemas han aparecido en publicaciones literarias digitales (Palabras Malditas, El Cuervo, Escáner Cultural, Dulce Arsénico, Revista Voces, Almiar, La bolsa de pipas, Vinalia Trippers, Creatura, Agitadoras, LaFanzine, etc) así como en diversos blogs y páginas webs.

SOBRE LA ENCARGADA DE LA SECCIÓN: ANA PATRICIA MOYA (Córdoba, 1982).

Estudió Relaciones Laborales y es Licenciada en Humanidades por la Universidad de Córdoba. Ha trabajado como arqueóloga, bibliotecaria, documentalista, etc. Actualmente, se busca la vida como puede y dirige el Proyecto Editorial Groenlandia. Su obra más reciente es Píldoras de papel (poesía; Huerga y Fierro, 2016). Sus textos aparecen en distintas publicaciones de Europa e Hispanoamérica, digitales e impresas, así como en antologías literarias; también ha obtenido algún que otro premio por sus despropósitos lírico-narrativos. Ha sido traducida parcialmente a varios idiomas. Aspira a nómina, hipoteca y perros grandes. En breve, publicará su nuevo libro de poemas, La Casa Rota (Versátiles Editorial, en prensa).

SOBRE EL FOTÓGRAFO: Alfonso Vila Francés (Valencia, España, 1970).

Poeta, narrador, fotógrafo. Ha vivido en Orihuela, Madrid, Bruselas y Debrecen (Hungría). Ha trabajado como monitor de tiempo libre, bibliotecario, archivero y profesor de secundaria. Ha colaborado en revistas tales como Calicanto, Acantilados de papel, La bolsa de pipas, Fábula, Ágora, Hojas Iconoclastas, etc. Ha ganado diversos premios literarios por sus obras. Autor de varios libros, entre ellos, Acto de clausura, Tiempo Muerto (ambos de poesía), La vida mientras tanto, Velas (relatos), etc.

Próximos autores:
José Ángel Garrido (mayo), Jesús Igorra (junio), Saúl Suane (julio), Laura Rodríguez (agosto) y Ana Vega (septiembre).

BASES PARA PARTICIPAR EN LA SECCIÓN QUE LA VIDA IBA EN SERIO:

1) Podrán participar poetas españoles de entre 20 y 50 años que remitan, a la dirección expuesta en el tercer punto, una selección de entre 5 y 10 poemas. Los textos podrán ser inéditos o ya editados en distintos tipos de publicaciones (revistas, libros, antologías, etc), si bien se valorarán positivamente los primeros sobre el resto.

2) El nombre del archivo (en formato DOC o DOCX; no se aceptarán otros formatos de texto) será POEMAS Y BIO DE (nombre y apellidos del autor). En el mismo, se incluirá una biografía del autor, no muy extensa (una página, como extensión máxima). No hará falta adjuntar una fotografía reciente del autor o autora: nos centramos en la literatura y escapamos del postureo. 

3) El mismo archivo (poemas más biografía o bibliografía) se remitirá al correo electrónico de la persona encargada de esta sección: yosoyperiquillalospalotes@gmail.com. Es importante reflejar en el asunto del correo lo siguiente: «SECCIÓN POESÍA LIBEROAMÉRICA».

4) Aquellos correos que no cumplan con los requisitos aquí expuestos o que contengan otro tipo de erratas o fallos (borradores no revisados, ortografía no corregida, etc) no serán considerados. Recomendamos que leáis, las veces que sean necesarias, estos puntos antes de remitir vuestras obras.

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