Sandra Cendal (Madrid, 1983) es licenciada en Humanidades y máster en Teoría de la literatura, comunicación y espectáculo por la Universidad Carlos III. Desde 2011 co-dirige, junto con Marina Beloki, la editorial Continta Me Tienes, dedicada a la publicación de obras sobre artes escénicas, feminismos y pensamiento contemporáneo.
Continta Me Tienes comenzó su aventura editorial en octubre de 2011 con el lanzamiento de A veces me pregunto por qué sigo bailando (vv. aa.) y desde entonces ha ido creciendo progresivamente. Algunos de los títulos más recientes son Cómo identificar los micromachismos, de Ana Requena (2018), Historia de lo trans, de Susan Stryker (2017) y De esto no se habla. Sexo, mentiras y revolución, de Laurie Penny (2017). ¿Cómo nació el proyecto? ¿Cómo fue la experiencia de abrirse hueco como editorial independiente?
Continta Me Tienes, al igual que otras iniciativas editoriales y culturales, nació en el contexto de una crisis económica, política y social que comenzó en el año 2008 en España. En este sentido, podría decirse que quizá las crisis, ese momento en el que no es posible perder nada o perder más, resultan finalmente un buen germen desde el que imaginar nuevas y alternativas maneras de hacer. En el caso particular de nuestra editorial, coincidieron dos deseos, el de mi socia, Marina Beloki, por la edición; y el mío por las artes escénicas contemporáneas. Fue el investigador Óscar Cornago quien nos ofreció realizar el primer proyecto, A veces me pregunto por qué sigo bailando, un libro colaborativo en el que 27 autores y autoras de disciplinas distintas reflexionan acerca de la relación entre intimidad y artes escénicas. A partir de esa primera experiencia editorial, nos pudo el entusiasmo, y decidimos de una forma bastante poco planificada embarcarnos en esta aventura, en la que teníamos todo por aprender, pocos recursos y muchas ganas.
Actualmente, vuestras publicaciones se centran en las artes escénicas, el feminismo y el pensamiento contemporáneo. Tenéis cinco concienzudas colecciones entre las que podemos encontrar obras que tratan cuestiones de género, feminismo y sexualidad, artes escénicas y formación sobre las mismas y también el panorama actual en su aspecto más crítico. ¿Estuvo tan clara desde el principio esta línea editorial? ¿Cómo se acabó definiendo y por qué?
Pensamos que la labor de edición consiste en tratar de apresar en un texto las ideas, pensamientos e incluso procesos que, por unas razones u otras, quienes editamos consideramos necesarias, y queremos difundir y hacer accesibles a un (imaginado) público lector. Aquello que decidimos atrapar estructura nuestro catálogo, nuestras líneas editoriales. Lo que se escapa tiene una relación directa con la pasión. Con el deseo. Es aquello que se desea (atrapar/fijar) lo que idealmente adquirirá la forma de libro. Este deseo puede coincidir o no con un deseo pre-existente. Si así es, la edición responde a una demanda, un hueco, un vacío, que se señala y es señalado por otros/otras, como consideramos que ha sido en el caso de la colección La pasión de Mary Read, que presenta textos sobre feminismos, LGTBQ y sexualidades. Si no, el deseo trata de hacerse público, publicarse, para ser compartido, que es el caso de la colección Escénicas, dirigida a la publicación de obras sobre artes escénicas contemporáneas. Una tercera opción es el encuentro con personas y trabajos que nos resultan interesantes, y así surgieron las colecciones El mono azul eléctrico, co-dirigida con la gestora cultural Anneke Raskin; y la colección La aventura de aprender, fruto de la colaboración con Antonio Lafuente y Patricia Horrillo.
Desde vuestra perspectiva de editorial independiente, ¿en qué medida encontráis dificultades en cuanto a la publicación, distribución y, en definitiva, divulgación de vuestras obras? ¿Se le suma a esto último el hecho de ser una editorial abiertamente feminista y pro LGTB+?
Lo cierto es que la dificultad está fundamentalmente en la comunicación. Editoriales como la nuestra, formada en su núcleo duro por solo dos personas que realizan prácticamente todas las labores de edición, no pueden asumir el trabajo que implica la difusión en prensa y medios generalistas. Tratamos de cuidar nuestra visibilidad en redes, pero somos conscientes de que nos queda mucho por hacer. La divulgación depende pues casi totalmente de la distribución, que realiza principalmente Librerantes, y de las librerías, es decir, de las libreras y libreros que apuestan por nuestros libros. En relación a nuestra posición política como feministas y pro LGTB+, no hemos encontrado ningún obstáculo, probablemente porque al tratarse de una «editorial de nicho» nuestras lectoras y lectores comparten en gran parte nuestra ideología.
Siendo alguien tan sumergida en la literatura, tanto a nivel profesional como, imagino, personal, ¿crees que es una buena época para el mercado literario de España, en cuestiones de calidad y de consumo?
Creo sinceramente que estamos editando por encima de nuestras posibilidades… Hay un excedentario de títulos que, por un lado, favorece al mercado, al hacerlo más atractivo cuantitativamente, pero que también genera mucho ruido, y dificulta a los lectores y lectoras la selección de libros. No obstante, soy optimista, creo que el tiempo y la coherencia editorial permiten la supervivencia de proyectos pequeños e independientes como el nuestro.
No han sido pocas las veces que me han dicho que las mujeres no participamos tanto como los hombres en la literatura y que, como se puede ver en las estanterías de cualquier librería en España, somos menos las mujeres que decidimos lanzarnos a la piscina de la escritura, edición, traducción o corrección, entre otras posiciones editoriales. Con tu experiencia como editora durante estos años y como mujer, ¿qué opinas respecto a esta afirmación? ¿Crees que nos estamos dirigiendo hacia un panorama literario y editorial en el que la figura femenina tenga una mayor presencia y visibilidad?
Mi experiencia como editora y también como lectora es que el panorama editorial está formado por no pocas mujeres. Somos muchas editoras, escritoras, libreras, correctoras, traductoras… el problema tiene que ver con la visibilidad. Como en cualquier otro ámbito, las mujeres nos vemos sometidas a la desigualdad: cobramos menos, se nos re-conoce poco y las posibilidades de dedicarnos exclusivamente a «nuestra pasión» están siempre atravesadas por los cuidados. En cualquier caso, y como estamos comprobando, «la revolución será feminista o no será», y esto sucederá igual en el ámbito editorial.
Hablemos de traducción. Son nueve los nombres que componen el equipo traductor de Continta Me Tienes, y trece las obras extranjeras publicadas hasta ahora en español. ¿Qué debe tener una obra escrita originalmente en otro idioma para que acabe viendo la luz en español? ¿Sigue la misma criba que una obra nacional?
Continta Me Tienes apuesta por la traducción de textos que contribuyan a ampliar el imaginario y los saberes contemporáneos. En este sentido, dedicamos gran parte de nuestro tiempo a investigar editoriales, catálogos y textos que hayan sido publicados por proyectos afines. También, contamos con un «metaconsejo editorial» que se dedica a darnos «chivatazos» acerca de obras que consideran imprescindibles y encajan con nuestras líneas editoriales. Hemos traducido del italiano, del francés, del inglés, del árabe y del portugués.
¿Cuáles son las lenguas de las que más traducís? ¿Pensáis abriros a otros idiomas, ya sean nacionales o extranjeros?
Actualmente, las lenguas que más hemos traducido son el francés y el inglés, dado que son en estos ámbitos en los que la producción bibliográfica es más afín a nuestro catálogo. No estamos cerradas a la posibilidad de abrirnos a otros idiomas, pero sí reconocemos nuestra dificultad de leer en lenguas menos mayoritarias.
De entre vuestras autoras extranjeras, cabe destacar la presencia de Carol Bensimon (Porto Alegre, Brasil, 1982), autora de Todos adorábamos a los cowboys (2015) y Billar debajo del agua (2016), editadas por vosotras. A finales de 2017, Bensimon publicó O Clube dos Jardineiros de Fumaça con Companhia das Letras. ¿Hay intención por parte de la autora o por parte de Continta de lanzar este último título en español?
La relación con los textos de Carol Bensimon ha sido agridulce. Conocimos su producción gracias a Malu Barnuevo, autora y traductora de Continta, y Todos adorábamos a los cowboys nos pareció una primera obra sorprendentemente bien escrita. Sin embargo, al no estar especializadas en novela, y existir tantas editoriales, y tan grandes, dedicadas a la publicación de este género, y de nuevo, por no contar con los medios para realizar una campaña de comunicación a la altura de la novedad, no hemos encontrado un público significativo interesado en estos libros. Por este motivo, es probable que no nos lancemos a publicar este último título.
El año prácticamente acaba de empezar, pero estoy segura de que ya se están gestando los próximos lanzamientos de Continta. ¿Puedes contarme en qué proyectos trabajaréis este 2018?
Continta ha decidido para 2018 publicar menos títulos y, en lo posible, con mayor cuidado y calidad. La idea es editar 3 títulos dentro de la colección La pasión de Mary Read, entre los que destacan la traducción al castellano de How like a Leaf. An Interview with Donna Haraway; y (h)amor 3: celos y culpas. Dentro de la colección Escénicas publicaremos La danza del futuro, escrito por el investigador y performer Jaime-Conde Salazar; y preparamos un par de traducciones, cuyos derechos aún estamos gestionando. Recientemente, hemos publicado también Cómo identificar los micromachismos, una guía escrita por la periodista Ana Requena para La aventura de Aprender.
Entrevista cedida gratuitamente por Laura Pardo
para el número 415-416 de la revista Quimera.