EL SÓTANO DEL ORNITORRINCO – Entrevistas minimalistas – Nares Montero

Bienvenidos a nuestra sección de entrevistas minimalistas. Para este mes tenemos en El sótano del ornitorrinco a la poeta y editora Nares Montero. Regresamos en marzo con María Hidalgo y en abril con Saray Pavón. Sin más que añadir, disfrutad de la lectura.

Paula Díaz

Nares Montero (Madrid, 1982). Poeta y agitadora cultural. Ha escrito los poemarios Te llamaré delirio (Bubok, 2009), Papel fotográfico (edición de autora, 2010), Para enfrentar batallas que me alejen (Ruleta Rusa, 2015) y Abejas en las lindes (accésit del IX Premio de Poesía Joven Pablo García Baena; La Bella Varsovia, 2017), y las plaquettes Affaire y La habitación de las mujeres (Ediciones Deliciosas, 2014). Sus poemas han aparecido en las antologías Poetastros (LVR, 2011) y Último ahora (Izana, 2013), además de en diversas revistas literarias. Desde 2008 ha participado y organizado festivales de poesía, ferias de edición, autoedición y libros de artista, así como en proyectos audiovisuales y de ilustración. Actualmente es responsable Ediciones Deliciosas, editorial artesanal independiente, y coordina los proyectos La habitación de las mujeres y La venganza de Maruja Mallo donde se visibiliza la obra de escritoras y artistas visuales, respectivamente.

¿La poesía sirve para algo?
Sí, sirve. Sirve si es de cualquier utilidad para cualquier alguien.

¿Qué no es poesía?
Principalmente lo que no es observado bajo su prisma y tiene por objetivo cualquier otra cosa menos la Poesía (como por ejemplo hacer dinero).

El momento más vergonzoso de tu vida como artista fue…
Como artista no sé, pero en el mundillo nocturno literario recuerdo poco pero con especial vergüenza la primera jam que oficié en el desaparecido Diablos Azules. Sustituía, por no sé qué motivo literario o carnal,  a Carlos Salem. Algo en mí debió pensar que aquello era Jauja y entre presentación y presentación de los poetas me pille una borrachera monumental que engrosó la nómina de mi particular Korsakov. El caso es que no me volvieron a llamar para sustituirle. Aunque en mi defensa he de decir que actualmente conservo amigos que me conocieron aquella noche y declaran que estuve muy graciosa.

¿Dónde están las musas?
Juraría que en la línea 7 del metro de Madrid.

¿Qué libro te hubiera gustado escribir?
Mujer sin Edén de Carmen Conde, Descendimiento de Ada Salas, Haru de Flavia Company, Poesía vertical de Juarroz, por poner sólo algunos ejemplos.

La palabra más hermosa del diccionario es…
¿En qué idioma? ¿Sólo una? ¡Venga ya!

¿Amor o desamor como tema universal poético?
Con esta pregunta me vienen a la cabeza dos poemas, Nombre común de Ana Rossetti que dice: “(…) Amor decimos, pero qué decimos con ese usado, manoseado, banalizado, degradado, profanado, sobrevalorado y milagroso nombre. Decimos el nombre más común y sin embargo, amor, el amor, al igual que el mercurio que la alquimia trasmuta, se estrena, radiante y virginal, cada vez que lo decimos, lo escribimos, o lo hacemos”, y el segundo del Tao Te King que comienza diciendo: “Cuando en el mundo todos reconocen la belleza como belleza, así queda constituida la fealdad (…)”. Pues eso, me quedo con el amor, la transformación y la muerte.

¿Libro impreso o libro electrónico?
Ambos si lo que se quiere es leer. No me considero una tecnófoba (de hecho me toca  bastante las narices aquellxs que en pleno siglo XXI se disculpan por leer con su propio móvil, no se puede ser más absurdo y snob)  pero me suelo decantar por el libro impreso por oficio y fetichismo. El día en que lo electrónico permita las mismas sensaciones al tacto (y a los demás sentidos) que lo impreso mi casa dejará de ser un almacen de celulosa.

Último libro leído.
Diosas de Joseph Campbell y algún que otro poemario.

¿La literatura da de comer?
Eso dicen. Existe la leyenda de que hay quien vive de ella y hay hasta quien afirma que incluso algunx es escritor/a. A mí, en esto, me gustaría confiar en la sabiduría popular gallega y llegar a creer que haberlxs hailxs como las meigas.

¿El arte ha muerto?
Claro, un montón de veces, una menos de las que ha vuelto a nacer.

Un libro que no recomendarías bajo ninguna circunstancia.
Supongo que ninguno, pero no porque no existan libros que no me gusten si no por la misma razón que la primera pregunta de esta entrevista: los libros son útiles hasta para calzar una mesa.

¿La pastilla roja o la azul?
Siempre he sido más de porros, la verdad, y los Red Pills me dan bastante asquete, todo hay que decirlo.

¿Protagonista o secundario?
Ambos. Protagonista propia y secundaria en la vida de los que me quieren, supongo.

Si fueras un personaje de ficción serías…
Leticia Valle.

Una serie recomendable y una película olvidable.
Series con las que me lo he pasado teta de distintas maneras: Queridos Blancos, Girls, Glow, Las chicas Gilmore, Nola Darling, I love Dick, El cuento de la criada, The marvelous Miss Maisel, Feud, The good place, Cosmos…

La película absolutamente olvidable me encantaría que fuera Mach Point de Woody Allen, pocas veces he salido con tan mal cuerpo de un cine. ¡Ah! Y The Ring (la occidental), aún se me aparece la puñetera y macabra niña de pelo largo en sueños de vez en cuando.

Un director de cine y un disco de cabecera.
Directorxs: Bollain, Miró, Coixet, Yorgos, Cuerda… (deja de pedirme que escoja solo unx, por favor). Discos: Amar la trama o casi cualquiera de Drexler, pero también Kate Bush, María Arnal i Marcel Bagés, Rosalía, Siouxsie and the Banshees, The Cure, The Beatles, y por supuesto Vivaldi.

Si existiera la posibilidad de resucitar a una celebridad por un día para tener una interesante conversación, ¿a quién elegirías?
Pobre celebridad, con lo agusto que se debe que estar donde estén. Más que resucitar a alguien que, sinceramente, me parece complicado, poco práctico y seguramente desagradable, preferíría un viaje en el tiempo para asistir, por ejemplo, a una reunión en la Residencia de señoritas de Madrid o al grupo Blomsbury (si el viaje en el tiempo incluye traducción simultánea, claro). También me hubiera gustado estar en el momento en que Rosa Parks se negó a ceder su asiento, para darle mi apoyo y mi aplauso.

Un momento histórico.
La tercera república.

Un consejo para no tener en cuenta.
No leas, no reflexiones, no escribas.

De corazón, gracias, Nares, por tu tiempo y generosidad.

SOBRE LA CULPABLE DE ESTA SECCIÓN MINIMALISTA: ANA PATRICIA MOYA

Estudió Relaciones Laborales y es Licenciada en Humanidades por la Universidad de Córdoba. Ha trabajado como arqueóloga, bibliotecaria, documentalista, etc. Actualmente, se busca la vida como puede y dirige el Proyecto Editorial Groenlandia. Su obra más reciente es Píldoras de papel (poesía; Huerga y Fierro, 2016). Sus textos aparecen en distintas publicaciones de Europa e Hispanoamérica, digitales e impresas, así como en antologías literarias; también ha obtenido algún que otro premio por sus despropósitos lírico-narrativos, siempre como la eterna finalista. Ha sido traducida parcialmente a varios idiomas. En breve publica La casa rota (Versátiles Editorial, 2019).

POSDATA: Para las interesadas en participar en la tercera parte de Estrías de luz y sombra (poesía lésbica española y contemporánea; primera entrada y segunda entrada), aquí tenéis las bases. Se agradece también que compartáis.

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