«…he comprendido
que los dioses son indecentes, y nosotros
recogemos el caldo con las manos»
Mattia Tarantino nació en Nápoles en el 2001. Edita la sección de poesía para la plataforma artística Nefele; hace parte de Bibbia d’Asfalto -Poesia urbana e autostradale; Co-dirige Inverso – diario de la poesía. Ha sido incluido en varias revistas y antologías. Sus poemas han sido traducidos al ruso, inglés, griego, rumano y siciliano. Publicó su primer libro bajo el título Tra l’angelo e la sillaba (Terra d’ulivi edizioni, 2017).

Selección de poesía del libro “ Fiori estinti”, el cual será publicado en mayo próximo.
Vorrei guardare il cielo
Vorrei guardare il cielo, ma le stelle
mi aprono il sangue e disturbano
i versi in bocca ai morti:
stanotte mia madre non partecipa
al pane che si spezza, non consente
né risate né preghiere, capovolge
tutti i nomi e li scavalca;
stanotte mio padre non ricorda
quante volte ha indovinato, quante volte
la parola gli ha mozzato la parola.
Stanotte prendo l’ago e cucio
i miei occhi agli occhi di mia madre, prendo
un piccolo coltello e svuoto
le mie ossa nelle ossa di mio padre.
Vorrei guardare il cielo, ma le stelle
le ho tra i denti e fanno male.
Quisiera ver el cielo
Quisiera ver el cielo, pero las estrellas
me abren la sangre y perturban
los versos en boca de los muertos:
esta noche mi madre no participa
del pan que se divide, no permite
ni risas ni oraciones, invierte
todos los nombres y los ignora;
esta noche mi padre no recuerda
cuántas veces ha adivinado, cuántas veces
la palabra le ha cortado la palabra.
Esta noche tomo la aguja y coso
mis ojos a los ojos de mi madre, tomo
un pequeño cuchillo y vacío
mis huesos en los huesos de mi padre.
Me gustaría ver el cielo, pero las estrellas
las tengo entre los dientes y lastiman.
Conclusioni
Ho conosciuto la noia del vino,
gli uccelli malati, e sono
saltato nella loro tosse.
Ho visto stranissime commedie
di angeli impiccati, di vacche
nere che cacavano
sui fiori per macchiarli.
Ho contato quanti storpi
si rompevano le ossa, ma le ossa
che non c’erano, e tutti in cerchio
si scambiavano le schegge.
Ho visto Cristo lussurioso inginocchiato
tra gli apostoli: ho capito
che gli dèi sono indecenti, e noi
raccogliamo il brodo con le mani.
Conclusiones
He conocido el aburrimiento del vino,
las aves enfermas, y he
saltado en su tos.
He visto comedias muy extrañas
de ángeles ahorcados, de vacas
negras que cagaban
sobre las flores para mancharlas.
He contado cuántos lisiados
se rompían los huesos, pero los huesos
que no eran, y todos en circulo
se intercambiaban las astillas.
He visto a Cristo lujurioso arrodillado
en medio a los apóstoles: he comprendido
que los dioses son indecentes, y nosotros
recogemos el caldo con las manos.
I poeti
Siamo allegri se spezziamo le stelle,
se scaviamo nel pane tornando
al frumento, perché ogni
verso è sporco di terra.
I poeti esistono nel vino,
nel sangue e nelle sillabe: hanno ossa
di uva, e i bambini le pestano.
Quando venni al mondo ordinai
ai tuoni di scheggiarsi al mio urlo;
ora imploro
che almeno un chicco si salvi.
Los poetas
Somos felices si rompemos las estrellas,
si excavamos en el pan que vuelve
al trigo, porque cada
verso está manchado con tierra.
Los poetas existen en el vino,
en la sangre y en las sílabas: tienen huesos
de uvas, y los niños les pisotean.
Cuando vine al mundo ordené
a los truenos desprenderse a mi grito;
ahora imploro
que al menos la semilla se salve.
«Hay siempre una distancia que nos distrae
de ser solo nosotros»
Alberto Fraccaccreta (Foggia, Italia, 1989) es doctor en investigación de literatura italiana. Es uno de los fundadores del Centro Universitario Teatral Cesare Questa en la Universidad de Urbino Carlo Bo, ha escrito ensayos sobre Luzi, Montale y sobre la traducción intercultural. Colabora con Avvenire y con Alias el manifiesto. Ha publicado dos antologías, Uscire dalle mura (2012) y Basso Impero (2016) con la editorial Raffaelli.

Il platano di via Valerio
Se credi di entrare contro il flusso delle foglie
sulla soglia del giardino, quando febbraio
finge di rinverdirsi e coltiva nuovo gelo,
perché casualmente passasti
e non avevi altra strada,
per favore non bussare,
non essere tu.
Se ritieni di non avere presenza di spirito
e vuoi colmare i vuoti con il becco
scaltro del martin pescatore
che acciuffa di netto la preda
perché vuole esibire il bel piumaggio,
per favore non afferrarmi,
non essere tu.
Di questa esistenza non vediamo
che lo specchio deformato,
una tela ricamata e non ultimata
agli orli, non riusciamo
a scorgere il male che ci sorprende
come il vento sui vicoli ciechi
del non essere noi.
E se invece, nel guardarmi passare,
ti ha preso quel senso di distacco
da cui è colta la persona
che ha camminato per anni
separata da sé e adesso si ritrova,
allora te ne prego férmati,
cerca di essere tu.
El plátano de vía Valerio
Si crees poder entrar contra el flujo de las hojas
en el umbral del jardín, cuando febrero
finge reverdecer y cultiva nueva escarcha,
porque casualmente pasaste
y no había otro camino,
por favor no llames a la puerta,
no seas tú.
Si crees que no tienes presencia de espíritu
y quieres llenar los vacíos con el pico
astuto de martín pescador
que atrapa fuerte la presa
porque quiere presumir el hermoso plumaje,
por favor no me aferres,
no seas tú.
De esta existencia no vemos más
que el espejo deformado,
un lienzo bordado y sin terminar
en los extremos, no podemos
distinguir el mal que nos sorprende
como el viento en los callejones sin salida
de no ser nosotros.
Y si en cambio, al verme pasar,
te domina esa sensación de distancia
de la que se dota la persona
que ha caminado por años
separada de sí misma y ahora se reencuentra,
entonces te ruego detente,
trata de ser tú.
Madonna Sistina
Ultime curve in una sera
di fine febbraio, in uno spazio
di silenzio tra bionde lanugini di foresta
e il cielo striato dal bianco,
solo e senza sole, lungo la cerniera
di un ingrato tramonto.
La fronte corrugata da linee di fumo
ruvide gocce sulle ringhiere, sbavature tenui
nel percorso inverso della lumaca.
I boschi sorgivi in lontananza, i torrenti
prosciugati e mai sperati,
qualche cervo sceso dai prati,
le rotatorie incornate da un’opera
futuristica incompresa.
Tutti segnali.
Questa visione persiste nel sogno
a occhi aperti del tuo ritorno,
che di giorno mi accompagna
nel burberry nocciola delle pupille
da casa a via Veterani, come fosse
il nastro unico della mia vita,
il film visto e rivisto mille volte.
In inverno, senza maggese
a bassa risoluzione
tra lavoro serafico e ozio letterario,
sogno per cui vedendoti di nuovo
nello squarcio tenebroso di realtà
tu sorridente mi venissi finalmente
incontro, ancora e ancora di più
uscendo dal meraviglioso.
Madonna Sixtina
Últimas curvas en una noche
de finales de febrero, en un espacio
de silencio entre rubias pelusas de foresta
y el cielo veteado de blanco,
solo y sin sol, a lo largo de la bisagra
de un ingrato atardecer.
La frente arrugada por líneas de humo
ásperas gotas en las barandillas, manchas tenues
en el camino inverso del caracol.
Los bosques manantiales en la distancia, los arroyos
secos y nunca esperados,
algún venado bajado de los prados,
las glorietas embestidas por una obra
futurista incomprendida.
Todas señales.
Esta visión persiste en el sueño
con los ojos abiertos de tu regreso,
que de día me acompaña
en el burberry avellana de las pupilas
de mi casa a via Veterani, como fuera
la única cinta de mi vida,
la película vista y repasada mil veces.
En invierno, sin rastrojo
a baja resolución
entre la obra seráfica y el ocio literario,
sueño que al verte de nuevo
en el rasgón tenebroso de realidad
tú sonriente me vinieses finalmente
encuentro, una y otra vez
saliendo del prodigio.
I nostri sabati
Trovo bellissimo passeggiare di sera
con te, quando non ci sei
e le chiome dei tigli sembrano correre
in un inchino a spettacolo del giorno finito,
dopo i calorosi applausi del vento.
C’è sempre una distanza che ci distoglie
dall’essere solo noi.
Da questo sono preso e resto perplesso
mentre il tuo viso interrogativo elude
altro punto di sguardo, voltando la ciocca di capelli
verso il mare tempestoso degli esami della vita
che vivremo e non vivremo insieme
aspettando la stella o il giorno giusto
in cui il solo noi sarà davvero tratto in salvo.
Nuestros sábados
Me parece hermoso caminar por la tarde
contigo, cuando no estás
y las copas de los tilos parecen correr
inclinándose frente al espectáculo del día que concluye,
tras los calurosos aplausos del viento.
Hay siempre una distancia que nos distrae
de ser solo nosotros.
De esto soy cautivo y aguardo perplejo
mientras tu rostro inquieto elude
otro punto de vista, girando el mechón de pelo
hacia el mar tempestuoso de las pruebas de la vida
que viviremos y no viviremos juntos
esperando la estrella o el día correcto
en que el único nosotros será realmente rescatado.
Traducciones al español a cargo de Marisol Bohórquez Godoy
Imagen destacada: Evocación de Italia. Oleo sobre lienzo de Octavio Mendoza