Pedazos de Bogotá, entrevista a Federico Díaz-Granados

Ésta es mi primera entrevista a un poeta, y vaya poeta, el señor Federico Díaz-Granados (Bogotá, 1974)y sucedió en Bogotá, D.C. a finales del verano pasado. Federico lleva la literatura en la sangre, su padre es un poeta reconocido y su tío abuelo es el adorado Gabo.

La realidad es que al poeta y sus poemas, lo conocen por todos lados. Sólo basta escribir Federico Díaz-Granados en google para encontrarse con entrevistas de radio y televisión, su lugar en Wikipedia, enlaces en YouTube, y sus poemas en diversas plataformas en línea de revistas de literatura y poesía de todo Latinoamérica. Díaz-Granados además de ser un poeta de gran trayectoria es también gestor cultural. El organiza el encuentro internacional de poesía “Las líneas de su mano” considerado el más importante de Latinoamérica.

En esta entrevista conoceremos un poco más a el hombre que transita las carreras y calles bogotanas,  a ese hombre solitario y hogareño que prefiere releer a sus poetas favoritos y quedarse en casa el fin de semana, y para quien la poesía es su raison d’être.

El Dorado

Un abrazo de oso con cara de preocupado fue mi primer contacto físico con el poeta. Nos subimos al taxi, le hice un obsequio pequeñito (es que algo muy tierno –y cachondo- de los colombianos es su hablar en diminutivo) un osito Misha, la mascota oficial de las Olimpiadas de Rusia 1980. Sucede que una de las películas favoritas de Federico es Goodbye Lenin (Dir. W. Becker, Alemania 2003), y además de eso, la ex-Unión Soviética guarda en sí mucha magia desde la infancia del poeta.

“A veces era Kasparov o el osito Misha
y recreaba historias de amor en el transiberiano”.

                            Goodbye Lenin
de Federico Díaz-Granados

V.S: Visitaste el mausoleo en la Plaza Roja?, Pudiste ver a Lenin?

F.D.G: Desafortunadamente no, por una serie de circunstancias que me lo impidieron. Y tú?

V.S: Yo tampoco, no alcancé, pero algún día volveré y volverás a Moscú y veremos a Lenin embalsamado.


Noches bogotanas

En el restaurante El Gaucho, hemos ordenado nuestro bife con chorizo y una botella de vino tinto, y no puedo evitar sino en pensar en una de mis películas favoritas “El lado oscuro del corazón”, de Eliseo Subiela, y se lo digo a Federico. En cuánto le digo esto, él me mira a los ojos, se pone serio, meditativo, con su mirada tierna y dice:

El mármol, los caballos / tienen mis propias venas. / Cualquier dolor lastima / mi carne, mi esqueleto. / Las veces que me he muerto / Al ver matar un toro!… / Si diviso una nube / debo emprender el vuelo / si una mujer se acuesta / yo me acuesto con ella. / Cuántas veces me he dicho: / Seré yo esa piedra? / Nunca sigo un cadáver / sin quedarme a su lado. / Cuando ponen un huevo, / yo también cacareo. / Basta que alguien me piense / para ser un recuerdo.

  • «Comunión Plenaria» de Oliverio Girondo

FDG: Después de esto, lo que escribe uno qué, ya para qué escribe uno poesía. Ya pa’ qué.

“Y si estos ojos no conocen otro oficio
sino contemplar destruidas y los rostros perdidos
entonces qué sería del puntual golpe de almanaque,
la llegada de las lluvias según los pronósticos del tiempo”.

                        Oficios
de Federico Díaz-Granados

Gabo Primo Hermano De La Abuela De Federico

FDG: “Un día mi padre fue por mi al colegio a destiempo, y me llevó a un almuerzo de adultos, en el que yo era el único niño y allí estaba Gabo…Entonces Gabriel García Márquez me trató como si yo fuera un adulto más, me dió la misma importancia que le daba a todos los comensales. Yo salí de allí impactado, diciendo: en mi vida definitivamente voy a ser escritor, yo quiero ser escritor.” Y efectivamente.

Federico ha sido un ávido lector desde pequeño, empezó con las historias de Tom Sawyer, los viajes de Julio Verne, Emilio Salgari y sus poetas tutelares fueron Neruda, García Lorca, Vallejo, Guillén y Paz, se autodefine ante todo como un fanático de Star Wars, promotor cultural, que permanentemente piensa en poesía, en leer y escribir poesía.

“Tú eras mía  y desde entonces siempre lo has sido
Eras la primera, la única y la última de mis mujeres.
Algo de ti tiene hoy mi soledad.
Algo de tu belleza este rencor y cobardía
frente a postales de planetas con dos soles
y naves que huyen con aprendices, piratas mercenarios y viejos guerreros”
.

Pablo Escobar Superstar

FDG: «Nací en los 70 y fui adolescente en los ochenta y perdí la inocencia viendo las masacres que ocasionó Pablo Escobar, viendo el desangre que significó para el país la guerra de los carteles. Ver como desde el narcotráfico se asesinaron a nuestros mejores hombres y líderes. Entonces para mí y mi generación Pablo Escobar es el peor delincuente que pues hemos tenido y que fragmentó y permeó al país en una cosa y en un juego del cuál no hemos podido salir. Fue tan fuerte su capacidad de comprar a todo el mundo, que permeó todo, permeó hasta el fútbol, y eso nos desmoralizó a todos.

Es triste ver desde Colombia, como en México no aprendieron de nuestra lección histórica y la repitieron 30 años después, cuando uno ve ese desangre por culpa de la guerra contra el narco que adelanta en su momento el gobierno de Felipe Calderón, pues uno se da cuenta que habían desconocido la historia que 30 años atrás había pasado acá.

En mi poesía está reflejada la pérdida de la inocencia a causa de esta etapa terrible en mi tono desolado, melancólico, triste, pues indirectamente está relacionado.»

“Nunca he conocido a los inquilinos de mi vida.
No he sabido cuando salen, cuando entran,
en qué estación desconocida descansan sus miserias”
.

La Comida Es Un Sinónimo De La Felicidad

FDG: «La comida, dice Charles Simic, que es un sinónimo de la felicidad. Cuando uno habla de comida de alguna manera está haciendo algo certero sobre la felicidad. Y por eso él quiso fundar con Mark Strand el movimiento de los poetas gastronómicos que eran esos poetas que hablaran de comida en sus textos, entonces, para mí la comida es muy importante. Soy gran comedor de hamburguesas, soy catador de hamburguesas en cualquier lugar del mundo que visito me gusta ir a comer hamburguesas».

Acostúmbrate a sus cuchillos

En el aeropuerto de El Dorado, antes de abordar mi avión con destino a México, Federico y yo nos comimos unas hamburguesas a prisa.

Con unos versos de Raúl Gómez Jattin se despidió de mi Federico: “La poesía es la única compañera / Acostúmbrate a sus cuchillos / Que es la única”.

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