Antología Pachamar, unión de los pueblos

« Que pesa más que la vida
Que tratas de salvar entre las manos.»
Chary Gumeta

Son cientos los casos de asesinatos a defensores, ambientalistas y líderes de pueblos indígenas, que se registran anualmente en América Latina. La cifra, conocida por la sociedad en su conjunto, es la prueba de las estrategias de represión y silenciamiento  de los estados y empresas que buscan en dichas muertes, continuar con los negocios que ocupan la mayoría de los territorios intervenidos. Esta forma de «ejecutar los proyectos «, a través de la muerte de los que se oponen, se ha vuelto una práctica constante y segura para los victimarios, ya que las «justicias» de cada país, han coincidido en las soluciones prestadas a esta masacre: total impunidad.
Los efectos que se esperan presente este panorama van desde la intimidación a las comunidades defensoras del paisaje, el silenciamiento de las protestas o demandas, la sumisión de la fuerza de lucha, hasta la usurpación de los territorios y/o de sus recursos. Ya sea en comunidades pequeñas y lejanas o en ciudades atestadas de personas, el mensaje que se desprende de esta intervención es siempre el mismo: reconocer los dueños del capital y del poder, y por tanto, acatar órdenes.
Toda muerte ha sido simbólica, todas las muertes en estas condiciones siempre han representado más que sólo apartar del camino a quienes impiden el paso aberrante de la maquinaria capitalista, tanto para quienes las ejecutan como para las familias y comunidades que la reciben. Bajo las simbologías del poder, que ahogan, cuelgan, disparan y desaparecen cuerpos, se pretende doblegar las ideas y acabar con los ánimos, pero las preguntas son muchas y la justicia reclamada por el pueblo, tarde o temprano debe ser exigida.
Los reclamos se hacen urgentes y desde la poesía, como una bandera de denuncia, nace la ·»Antología Pachamar», reunión latinoamericana de poetas que manifiestan su compromiso con el territorio, con la lucha que día a día se despliega en cada rincón del continente. Son cerca de treinta escritores que, tras el llamado de Editorial Conunhueno  a colaborar, participan de este encuentro de voces por una América más libre y justa.  Tal como es señalado por el editor César Hidalgo, esta acción parte por el gesto de exigir la devolución del territorio marítimo a los hermanos bolivianos, pero que se va transformando en un llamado a crear conciencia sobre las prácticas atemorizantes y dominantes de los falsos dueños del paisaje, quienes obtienen sus ganancias mediante el robo y despojamiento de las comunidades.

« Fuera del espacio y la materia,
en una región altiva (sin matices ni colores)
llena de un humo horizontal
que atraviesa pantanos invisibles,
permanezco sentado
como un condenado a la cámara de gas.
Descubro que el temor es un niño desesperado,
que la vida es una gran habitación
o un muelle vacío en medio del océano.
Hay disparos,
ruidos de máquina de escribir,
me aplican corriente eléctrica en el cuerpo.
Soy un extraño pasajero en viaje a lo desconocido,
arden mis uñas y los poros, los tranvías,
en la sala contigua golpean a una mujer embarazada,
las flores del amor y la justicia crecerán más adelante
sobre las cenizas de todas las dictaduras de la tierra.»
(Más allá de la torturaAristóteles España)

El libro abre  con una dedicatoria al activista y pescador Alejandro Castro, quien dudosamente apareció colgado en pleno centro de Valparaíso, en días en que se hace expresa la denuncia realizada por él y otras organizaciones, acusando a las empresas químicas de la contaminación producida en el borde costero de la comuna de Quintero. Tras el golpe de Estado en 1973, la aberración caspitalista arrasa con los derechos del pueblo y se sigue replicando fuertemente en ejemplos como el de Alejandro, Macarena Valdés, Camilo Catrillanca sólo en Chile, siendo esta conducta la misma en el resto del continente. Por esto también, se hace un sencillo homenaje al poeta Aristóteles España, quien fue torturado en una de las dictaduras más cruentas de la historia. Su poesía nos aproxima a un panorama histórico y social, nos revela la mirada del oprimido, del testigo y vividor de la lucha constante por un mundo mejor.
El/la poeta no puedo dejar de conmoverse con el flagelo cotidiano de nuestros días, con la crueldad desprendida de cada aliento apagado, con la impunidad que es veneno para los pueblos. Comprendemos que escribir la historia depende principalmente de quienes la viven y quienes mediante su sensibilidad son capaces de hacer manifiesto el recuerdo de nuestros muertos y denunciar a los culpables que quitan el agua, el aire, la vida.

Varias son las imágenes de una latinoamerica sangrante, pero aún viva en las palabras de quienes la siguen caracterizando con toda su magia, su cantar, su decir:

« Vaya forma de morir,
asesinados los luchadores sociales
torturados, ametrallados y enterrados secretamente
o lanzados a ríos, volcanes y al mar en pleno futuro. »
(
fragmento de Prefacio bajo el mar, Alejandro Banda)

« si un pequeño altiplánico
incásico, genésico
no se sumerge en el mar americano
y jamás ha visto el sol
hundiéndose en el alma
llena de gaviotas
entonces el Ché, Neruda, Bolívar
existieron en vano
y un mundo nuevo
está aún por nacer.»
(fragmento de Las Patrias de mi Patria, Bernardo González)

« Nuestros huesos emergen entre el químico de las detonaciones,
el aire tiene navajas arrojadas por los siervos del Poder
para incrustarse en cualquier individuo que camine el paralelo,
que transgreda el límite fronterizo
en sentido contrario a sus flechas
y al aullido del toque de queda.»
(fragmento de Epístola del refugiado,
Micaela Mendoza)

La presentación oficial de la Antología se realizó en Ayacucho, Perú en octubre de 2018 y espera ser presentada en mayo de este año en el 1er Festival de Poesía Joven «Jauría de Palabras» en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Además de las muestras realizadas en ferias y festivales nacionales, durante el presente año.

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(conunhuenoeditorial@gmail.com )

 

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