Dossier «Poesía joven»: Entrevista a Ana Cerezuela | Laura Pardo

Ana Cerezuela González (Murcia, 1995) es estudiante de Antropología Social y Cultural en la Universidad Complutense de Madrid. Desde 2012 comparte su poesía en YouTube, además de realizar vídeos de contenido divulgativo y activista. En 2015, publicó La viajera incandescente, su primera antología poética, ilustrada por Kaos y Xuri Fenton. Ha ofrecido recitales y charlas en multitud de eventos, presentaciones y convenciones en toda España. Actualmente reside en Madrid.

Tu primer poemario en ver la luz fue La viajera incandescente (2015), una antología poética autoeditada e ilustrada por Kaos y Xuri Fenton. Podría considerase, pues, que Lejos (Valparaíso Ediciones, 2018) es una segunda primera vez para ti, ya que siguió el camino editorial convencional. ¿Cómo describirías una y otra experiencia?

El proceso de La viajera incandescente fue casi un trabajo de artesanía, y en el que todo era prácticamente improvisado. Fue estresante y bastante caótico, pero también un aprendizaje importantísimo y una vivencia preciosa. Trabajar en Lejos hubiese sido completamente diferente si no tuviese esa experiencia previa de autoeditar, de enfrentarme a todos los engranajes internos de la creación de un libro. Al final, la gente de Valparaíso nos ha dejado un nivel de libertad que verdaderamente no esperábamos de una editorial, y lo he vivido también con esa sensación de estar creando algo desde cero, y no sobre una plantilla, así que en ese sentido no ha sido muy diferente.

Eso sí, Lejos ha supuesto un ejercicio de comprender y trabajar lo que escribo mucho más profundo que el que hice en La viajera, porque esta vez he tenido que explicar este poemario a personas que no me conocían de nada, que no tenían por qué decirme lo que quería oír y que no sabían nada de mi historia o de por qué escribo lo que escribo y me expreso como me expreso. Entonces he tenido que tener mucho más claro lo que estoy lanzando, aprender a defenderlo. Eso ha sido lo más difícil.

La viajera incandescente fue tu primera publicación, pero ¿fueron también tus primeros poemas? ¿Escribías o escribes, además, otros géneros literarios?

En La viajera incandescente están algunos de mis primeros poemas, aunque cuando era pequeña solía experimentar con todo tipo de géneros literarios. Cuando leí La casa de Bernarda Alba en el instituto intenté escribir teatro, pero no funcionó. Durante mucho tiempo me atrajo la novela de ficción, y escribí algunos relatos cortos entre los 11 y los 17 años, y aunque lo he dejado completamente atrás, yo creo que en mi poesía se nota que tiendo mucho  más a la prosa que al verso.

En los últimos años has vivido en París, Barcelona y Madrid, ciudades que, en ese orden, dan nombre a cada uno de los capítulos o historias que dividen el poemario y que crean una narrativa común, aunque no siguen el orden cronológico en el que las viviste. ¿Qué motivó el cambio en la cronología? ¿Escribiste todos los poemas en el momento en que sucedieron, o hay alguno que surgiera una vez decidido el camino del proyecto?

Escribí la mayoría de los poemas de Lejos en París, y entre 2016 y 2017. Los capítulos en realidad agrupan temas, y no tanto hechos cronológicos, así que cuando «armé» el poemario lo dividí en tres partes que tratan temas distintos, y después les puse nombres de ciudad. París trata temas como la nostalgia, la distancia, el hambre de explorar o la idea de hogar. Barcelona trata el amor romántico, la toxicidad, el abuso emocional, y el proceso de deconstrucción y liberación. Y Madrid habla de resistencia, revolución, de reconstruirse a partir de las ruinas… Y los títulos son una simplificación extrema de lo que cada una de esas ciudades es para mí, así que el orden siempre fue lo de menos.

Kaos, o Juan Bermúdez, vivió el proceso de creación de Lejos junto a ti, dado que las ilustraciones que acompañan tus versos son obra suya. Se puede sentir la confianza que existe entre vosotros gracias a las descripciones sobre ambos, dedicadas al otro, que podemos leer al final del poemario. ¿Cómo surgió la idea de trabajar juntos en este proyecto? ¿Fue sencillo el proceso creativo? ¿Qué destacarías de haberlo vivido con Kaos?

Kaos ya había trabajado en las ilustraciones de La viajera, y además desde que nos conocemos siempre nos ha encantado crear cosas juntos. Yo creo que ambos teníamos en la cabeza la idea de un poemario ilustrado, pero fue nuestra amiga Koi Samsa la que la puso sobre la mesa una tarde mientras merendábamos. El proceso ha sido sencillo, pero largo, y lo que lo ha hecho fácil precisamente ha sido tener a Kaos como ilustrador. No sólo porque funcionamos de maravilla como tándem artístico, también por la confianza, el cariño, el respeto y la admiración que nos tenemos y que tenemos también por el trabajo del otro. Y porque él es muy profesional. Ha sabido crear un espacio seguro para que yo echase las tripas, y después ha conseguido aterrizar todo eso y crear algo suyo y espectacular. Sigo sin entender cómo lo hace.

A pesar de tu juventud, llevas años creando contenido en Internet bajo el nombre de Terafobia, y decenas de miles de personas te siguen en YouTube, Twitter e Instagram, donde compartes parte de tu vida y de tu visión del mundo. Ahora, Lejos abre una nueva ventana a tu mundo más personal y vulnerable, a tus cicatrices. ¿Te sientes más expuesta que antes, sabiendo que muchos de tus lectores ya te conocen antes de empezar a leerte? ¿Cómo piensas que influirá en tu recepción como poeta el hecho de ser youtuber?

Muchísimo. La verdad es que me ha dado bastante vértigo publicar este libro, porque compartir mi vida cotidiana en Internet puede crear la ilusión de que Lejos es una especie de continuación de lo que se ve en mis redes sociales, o información adicional sobre mi vida real, y no es así, o al menos no es mi intención. Para mí, la poesía no sólo es un relato, sino que permite mirar el mundo a través de los ojos de otra persona sin abandonar nuestra propia historia.

También temo un poco al estigma del «youtuber que publica libros», no te voy a engañar. Es una de las razones por las que estoy tan contenta de publicar con Valparaíso, que es una editorial conocida por publicar poesía. Llevo escribiendo desde que tengo memoria, y para mí lo que hago en YouTube es casi anecdótico, pero al mismo tiempo soy consciente de que es lo que me ha permitido publicar y llegar a la gente. Me gustaría que llegara el día en que lo que escribo se moviera por sí solo, pero de momento Terafobia es una parte muy importante de lo que hago. De todos modos, a estas alturas creo que ha quedado más que demostrado que en Internet hay muchísimo talento genuino, y que quien desmerece el trabajo de alguien sólo porque se difunda en redes simplemente se niega a ver lo evidente.

En este poemario nos alejamos de Terafobia, la versión de ti que pasa el filtro, tu «yo online», para entrar de lleno en la visión de una Ana que grita por la libertad, y en especial por la libertad sobre sí misma. En el proceso de vaciarte en este recipiente que es Lejos, ¿cuánto pesó esa reivindicación feminista frente a tu necesidad de expresarte?

El feminismo es la razón por la que Lejos existe. La idea de que lo personal es político y la necesidad de transmitir un cambio de perspectiva han hecho que el miedo y el vértigo de exponerme pasen a un segundo plano. Mi intención es que otras mujeres se encuentren en alguna parte de esta historia. Si consigo que una sola chica haga las paces con su hambre de libertad y deje al capullo de su novio, todo lo que he vivido habrá valido la pena.

La huida, la cura o el lejos son algunos de los temas que se reflejan a lo largo de los capítulos, y poemas como 2001 o No tiene ciudad desprenden una gran sensibilidad por lo cotidiano. El poemario se convierte en un canto nostálgico que contrasta con la «sed de lejos» y el miedo al regreso. ¿Sigues temiendo al regreso? ¿Sigues estando lejos?

Vivo en esa ambigüedad. Tengo 24 años, he vivido en 4 ciudades diferentes y pertenezco a una generación que hace parte de su vida social a través de Internet. Claro que estoy lejos. Siempre estoy echando de menos. Pero ya no me da miedo.

¿Cuánto queda por ver de Ana Cerezuela en el panorama poético? ¿Estás trabajando en algún otro proyecto literario actualmente?

Nunca dejo de escribir. Lo hago poco a poco, pero constantemente, así que espero que la siguiente antología tarde un poco menos de tres años en llegar. Ahora mismo lo que tengo son muchas ganas de aprender, de leer a otras personas y de escribir más y mejor.

01 Ana Cerezuela [Foto_ Paloma Gil (@porexxpan)]

Fotografías realizadas por Paloma Gil (@porexxpan).

Biografía de Laura Pardo:

Laura Pardo (Granollers, 1995) es graduada en Traducción e Interpretación por la Universidad Autónoma de Barcelona y estudiante del Máster en Traducción para el Mundo Editorial en la Universidad de Málaga. Es editora y gestora de las redes sociales de Liberoamérica en Málaga, además de coordinadora y autora en la antología Liberoamericanas: 140 autoras contemporáneas (Liberoamérica, 2018).

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