El sótano del ornitorrinco, después de un pequeño descanso, regresa con nueva serie de entrevistas minimalistas. Iniciamos agosto con la gestora cultural Ada Menéndez, y para finales de este mes, contaremos con la escritora Claudia Capel. Próximamente: Carmen del Río Bravo, Sonia San Román, José María Cumbreño, entre otros creadores, emprendedores y artistas. Y, sin más que añadir, os dejamos con nuestra autora.

Ada Menéndez (Gijón, Asturias, 1972). Estudió Informática de Gestión y Educación Ambiental; tiene una diplomatura en Turismo y un Postgrado en Enseñanza de la Lengua y Literatura Española. Ha impartido talleres literarios y ha ejercido com monitora sociocultural. En Madrid, aparte de trabajar como manager para grupos musicales, desarrolló su formación literaria: estudió en La Escuela de Escritores, Escuela de Letras y Fuentetaja. Ha publicado varios libros de poesía, entre ellos, El desvestir del pulgar (Ediciones Vitrubio, 2009), Te lo verso a la cara (Editorial Groenlandia, 2009), La mujer anochecía (Amargord Editorial, 2010), Abierta de piernas (Asociacion Cultural Bohodón, 2010), Venus 39 (Zoográfico Editorial, 2019) y Femme Tormenta (La Herradura Oxidada Ediciones, 2019). Sus poemas y relatos aparecen en distintas publicaciones literarias, digitales e impresas, así como en antologías y libros colectivos. Ha colaborado como redactora en medios de comunicación digitales y ha obtenido diversos premios en las modalidades de narrativa y poesía (entre ellos: ganadora del I Premio de Relato Corto de Jóvenes Escritores José María Franco Delgado, Cádiz, 2006; finalista del Certamen Micorrelatos Cadena Ser, Madrid, 2006; finalista Premio Internacional de Poesía Una voz en el abismo, Perú, 2007; finalista I Premio Poesía Fernando Gil Tudela, Murcia, 2008; finalista del XL Certamen de Poesía Manuel Garrido Chamorro, Jaén, 2019, entre otros). En la actualidad, vive en Zaragoza, si bien está muy vinculada a la actividad cultural de otras ciudades. Miembro de la Asociación Aragonesa de Escritores y de la plataforma poética Alzavoz Zaragoza. Coordina eventos literarios y culturales o participa en ellos como autora o coorganizadora. Dirige una escuela de Escritura Creativa y Animación a la Lectura, Laboratorio de Sueños.
¿La poesía sirve para algo?
Yo utilizo el lenguaje poético para expresar todo aquello que se me agarra al estómago: amor, desamor, tristeza, rabia, ira, frustración, felicidad… Si bien es cierto que suele resultarme más fácil escribir poesía cuando estoy pasando momentos confusos o muy intensos. Me ayuda a aclarar y organizar mis pensamientos y emociones.
¿Qué no es poesía?
Las envidias, rencillas, egos, zancadillas… todo ese ruido.
El momento más vergonzoso de tu vida como artista fue…
Durante una de mis primeras lecturas ante público. No pude controlar un irritable tic nervioso en una de mis piernas y no dejó de temblar mientras estuve sobre el escenario. Quise meterme dentro de un agujero… jejeje.
¿Dónde están las musas?
En las técnicas de creatividad, en el talento, en el ingenio, en la observación diaria de todo lo que nos rodea, en nuestras experiencias, en nuestros deseos, en nuestros sueños, en nuestros tormentos… No creo en las musas “mágicas”. La inspiración viene porque detrás hay trabajo, talento y vida.
¿Qué libro te hubiera gustado escribir?
Las afueras, de Pablo García Casado. Me impactó mucho la rotura de los versos, el tono, el lenguaje… Es un gran libro.
La palabra más hermosa del diccionario es…
Avanzar.
¿Cuál es tu concepto de justicia poética?
Recoger lo que se siembra.
¿Amor o desamor como tema universal poético?
Normalmente es el desamor, pero yo quiero aprender a escribir también sobre el amor. En algún sitio habrá poetas felices… ¿no?
¿Libro impreso o libro electrónico?
Impreso. Leer en pantalla genera dolor de cabeza y es malo para la vista.
Último libro leído.
De poesía, Corsé de versos, de Montse Grao. Editado por La Herradura Oxidada Editorial.
¿La literatura da de comer?
En mi caso, sí. Pero porque gestiono una escuela de escritura creativa. Vivir solo de ventas de libros lo veo imposible en poesía.
¿El arte ha muerto?
¡Nunca! ¡Imposible! Incluso en un mundo distópico a lo El cuento de la criada, el arte siempre surgiría en la clandestinidad. El arte forma parte del ADN humano.
Un libro que no recomendarías bajo ninguna circunstancia.
Los libros de “autoayuda”. Creo que son palabrería y monumentos a los lugares comunes.
¿La pastilla roja o la azul?
Roja. Aunque mezclada con pequeñas dosis de la azul.
¿Existe alguna relación entre la política y la poesía?
Seguramente, sí. Pero me alegra no tener ni idea de esto.
¿Protagonista o secundario?
Hay muy buenos secundarios… pero nunca me conformaría con segundos puestos, así que yo siempre apunto a protagonista.
Si fueras un personaje de ficción serías…
Leia Organa. O Arya Stark. O Xena. Una mujer guerrera e intrépida, jejeje…
¿Qué artista debería de ser estudiado obligatoriamente en colegios e institutos?
Uf… tantos y tantas… Pero, sin ninguna duda, Gloria Fuertes.
Una serie recomendable y una película olvidable.
Serie: A dos metros bajo tierra. Película olvidable: la saga de Torrente.
Un director de cine y un disco de cabecera.
Director: M. Night Shyamalan. Disco: Shake your money maker, de The Black Crowes.
Tu opinión con respecto al panorama poético actual.
Polémicas aparte, las nuevas generaciones están abriendo caminos a nuevos formatos poéticos y acercando la poesía a personas que, hasta ahora, jamás la habrían leído y/o escrito.
¿Alguna manía confesable antes, durante o después del proceso creativo?
Necesito tener la mesa totalmente ordenada y el espacio (despacho, oficina, el salón de mi casa…) limpio. El orden me ordena los pensamientos. Siempre escribo con música de fondo.
Si existiera la posibilidad de resucitar a una celebridad por un día para tener una interesante conversación, ¿a quién elegirías?
Virginia Woolf.
Un momento histórico.
Cuando Rosa Parks se negó a sentarse en la parte trasera de un autobús.
Un consejo para no tener en cuenta.
“Consejos vendo, que para mí no tengo”. No me gustan los consejos. Pero hay que escuchar distintas opiniones que nos ayuden a formar la nuestra propia y, sobre todo, a respetar las de otras personas.
Gracias, Ada, por el tiempo dedicado.
SOBRE LA CULPABLE DE ESTA SECCIÓN MINIMALISTA: ANA PATRICIA MOYA
Estudió Relaciones Laborales y es Licenciada en Humanidades por la Universidad de Córdoba. Postgrado en Community Manager y Social Media, Máster en Textos, Documentación e Intervención Cultural y Máster Europeo en Biblioteconomía; ha trabajado como arqueóloga, documentalista, diseañdora gráfica, etc. Actualmente, trabaja como bibliotecaria y dirige el Proyecto Editorial Groenlandia (con mucha calma); mientras, se deja engatusar por buena gente para liarla parda en saraos culturales, poéticos y bohemios. Su obra más reciente es La casa rota (Versátiles Editorial, 2019). Sus textos aparecen en distintas publicaciones de Europa e Hispanoamérica, digitales e impresas, así como en antologías literarias; también ha obtenido algún que otro premio por sus despropósitos lírico-narrativos, siempre como la eterna finalista. Ha sido traducida parcialmente a varios idiomas. Gruñona y misántropa. Últimamente escribe y lee demasiado.