La arquitectura de la palabra (Vol. V): Poesía XXI

La leyenda más antigua, común y popular es de las vidas de los gatos. Siete vidas. Número perfecto según algunas corrientes religiosas y espirituales. ¿Y la poesía, cuántas vidas tendrá? Porque la poesía siempre muta, se transforma, trasciende. La poesía no es una persona, pero tiene tantas formas que ya parece adoptar cuerpo. La poesía tiene espacios públicos y privados, carece de sexo, pero habla muy bien de él. Los versos, con todos sus estilos, junto al movimiento sereno de la prosa, se presentan como oportunidades para que el lenguaje sea rescatado de morir bajo el cúmulo de las rocas.

La palabra transforma, adopta, moldea. La palabra crea y recrea. Sin embargo, ¿qué hace la persona? La persona es un portador de miedos y verdades, de fantasías inimaginables, de universos infinitos, de dinosaurios que aún pueden habitar entre nosotros. Entonces pensemos que la poesía es un gato que se mueve, con agilidad, entre las ramas y edificaciones de las épocas que mutan con el paso del tiempo. La poesía es un ágil felino que siempre sobrevive, siempre por obra de sus tantas vidas. La diferencia es que el poema no tiene siete vidas, tiene un sinfín de historias, almas y posesiones.

¡Maldito el poeta que atrapa las almas entre versos! Pero es la eternidad lo que el ser humano busca. Por ello, presentamos una variante distinta de poesía. Poetas que comienzan a surgir en esta antesala a la segunda década del siglo XXI. Poetas que son compositores y músicos, poetas filósofos, poetas de otras vanguardias. Las temáticas van desgarrando los cánones comunes y las letras van evolucionando en estocadas que acaban con la vampírea crítica clasista. Posiblemente sean escritores bastante jóvenes, pero poseen aquella sed irreductible y humana de trascender a su época.

En esta edición especial de La arquitectura de la palabra traemos la muestra Poesía XXI, poetas jóvenes y que sus letras han ido apareciendo en este siglo. Jóvenes que participaron en los recitales Poliantea, Poetry Session y Poesía XXI, realizados en la sala principal de la Biblioteca Municipal de Barranco, distrito limeño que, por excelencia, es cuna de poesía. Pasen, lean y disfruten:


Nilo Gustavo Marcelo Cristóbal (Cerro de Pasco, 1989) Cantautor autodidacta, hijo de padres músicos, (padre guitarrista y madre cantante). Llevó clases de canto popular en el Mali de Lima. Llevó talleres de teoría musical para cantautores con el músico José Gonzalo Herrán. Viene componiendo sus canciones desde finales del 2017 y, en enero del 2019 presenta su primer demo acústico en YouTube titulado «Distancia». Actualmente se encuentra trabajando en la producción de su primer EP con el productor musical Kelvin Ricce. Amante del arte en general. Promueve el respeto por los animales.

Distancia

Ven junto a mí, te has marchado sin habar,
Ven junto a mí, no has parado de llorar.
Y todo este amor sin mí,
Y todo este amor sin ti.

Ven junto a mí, aún queda por hablar,
Ven junto a mí, aún puedes sonreír.
Lo único que hago es escribir,
Lo único que hago es cantar.

Aunque se apague mi voz por tu ausencia,
Aunque sé que te alejaste por ser así.
Aunque se apague mi voz o lo que queda,
Aunque sé que te alejaste por ser así.

Quédate aquí, aún podemos mejorar,
Quédate aquí, aún el sol brillará.
Lo único que hago es escribir,
Lo único que hago es cantar.

Aunque se apague mi voz por tu ausencia,
Aunque sé que te alejaste por ser así.
Aunque se apague mi voz o lo que queda,
Aunque sé que te alejaste por ser así.

Link: https://youtu.be/hs9taIRsEwE


José Gonzalo Herrán Arias (Lima, 1994) Tomó clases de piano y lenguaje musical y es autodidacta en la guitarra y melódica. Durante varios años formó parte del coro de la capilla Señor de la divina Misericordia de la Urb. El Cuadro, del cual llegó a ser director y para el que compuso una pequeña Misa de Navidad. En el año 2015 ingresó al Conservatorio Nacional de Música (CNM) a la especialidad de canto; ha tomado cursos de dirección y pedagogía musical ofrecidos por la Asociación Peruana de Directores de Bandas (ASPEB), así como cursos en línea (MOOC’s) de literatura, historia, música y antropología. En su época colegial estudió actuación y pintura; posteriormente codirigió en las puestas en escena del colegio de Bodas de sangre en 2011 y La casa de Bernarda Alba en 2012. Entre 2014 y 2016, fue profesor asistente de taller de teatro del club El Bosque, en el que codirigió Las preciosas ridículas y Bodas de Sangre. Participó como tecladista y percusionista en la primera semana de artes escénicas de la escuela Ensamble con el proyecto Revés y cantó durante un periodo corto en el grupo Señor Tango; así mismo ha grabado para varios cortos universitarios. En el 2017 desarrolló el proyecto Beethoven’s Piano Bar con música basada en las corrientes del rock latinoamericano (especialmente de Argentina) e influencias de la música culta. En 2019 lanzó un primer videoclip, Monsieur Croche, en colaboración con Angélica Rodriguez. Actualmente forma parte del grupo Tanteando.

Monsieur Croche

Ella pone el mundo de cabeza
cuando dice: “no te puedo acompañar”,
ella siempre me hace delirar
si dice que el tiempo no le va a alcanzar

Ella va saltando entre mil cosas
al ritmo acelerado de la ciudad,
volando entre cemento y rosas,
su locura no me deja de cautivar

Hay tantas cosas que le quiero contar
tantos destellos que en sus ojos quisiera mirar

Monsieur Croche, ayúdame,
a contarle en un susurro
lo que es y puede ser
en un instante de este mundo

Yo estoy al lado del camino
viéndola ir de un lado a otro,
sin dar tregua al momento,
siempre buscando alguna razón

Motivos para encontrarme con ella
y robarle una mirada
darle una luz y una sonrisa
que la acaricie esta canción

Hay tantas cosas que quisiera decir,
tantos ratos que con ella quisiera vivir

Monsieur Croche, ayúdame,
a contarle en un susurro
lo que es y puede ser
en un instante de este mundo

Que hay momentos
que no puedo dejar de pensar,
que aunque despierto
no dejo de soñar, con ella

Monsieur Croche, ayúdame,
a contarle en un susurro
que de ella me enamoré.

Link: https://youtu.be/ahSmwRBkipQ


Noemí Quiñonez. Protectora del medio ambiente y animales. Lectora y aficionada al arte. Hacedora de música en la lira, violín, ukelele y guitarra. Aprendiz de Quechua .

Ilusión

Oscuridades en tu alma, deseos en la mía.
Busco ese amor que supuestamente nació en mi corazón.
Busco ese amor que habitó en mí y envenenó cada parte de mi ser.
Busco esa felicidad que me diste o no sé, creo habérmelo inventado.
Inventé cada beso, cada abrazo, cada gesto e inventé un ser llamado tú.
Te inventé, te inventé perfectamente que no cabían defectos en ti.
No hallé motivo para odiar estas emociones que me ataban al silencio de tu engaño llamado «amor».
Amor que terminó en cadenas, encerrado en mi vientre… comiendo cada parte de mi ser y me hizo callar un «Te amo».


Anthony Espejo Gilapa. Amante de los gatos, Poeta y autor del libro «Si te enamoras de mí ¿qué perderías?» y otras antologías.

La sexta historia

Tal vez fue el tiempo que sonreía burlándose de los miserables
como una prosa mal escrita en su sonrisa y versos fúnebres en la mirada
¡ah! Pero yo, yo reía con mi tristeza y la vida misma hizo
fiesta con cada pedazo que quedaba de mi historia.
Pensé que historia se escribía con “H”
pero me equivoque… se escribe sin ti.
Y te olvidaba de pie, con mis manos frías, con mi alma helada,
con mis sueños rezagados de tu ausencia
y jugaba a que te olvidaba… a que no te amaba
yo no soy un mal perdedor… es solo que tú
nunca fuiste un juego.
El olvido es una metáfora del silencio y viceversa
la tinta con el tiempo ya no escribe
igual la misma historia.
Tal vez fue una suerte del destino,
un peso ligero de los recuerdos apilados en la sien
o este corazón que no sabe de soledad sin ti.
El olvido… es el consuelo de los vencidos
y yo…
ya te perdí.


Harold W. Wilson Pereda, (Lima, 1984) Escritor y docente. Bachiller en Literatura y Lingüística Española por la Universidad de California, Berkeley y Magister en Literatura Latinoamérica y Peninsular por la Universidad Estatal de San Francisco. En 2014 participó en Lucha Libro y fue publicado en antología de cuentos urbanos: Antología Pagana (editorial Paradiso). En 2016 publicó su primer libro de cuentos: Las historias fantasmales del Pollo que vuela. En 2018 quedó 2do puesto en la primera edición del Slam de Poesía Oral, Perú. Como artista plástico, participó en los festivales: Art Fest II (2017), Reconexiones (2018) y De Figuración – De Abstracción, Imarpu (2018). Dirigió el taller de escritura de cuentos y figuras retóricas en la Feria Internacional del Libro, Trujillo y en el festival Lima Lee, parque Chabuca Granda, ambos en 2018. Actualmente dicta talleres de figuras retóricas y escritura de cuentos y poesía para artistas y público en general.

Nos has dejado solos

para compartir este infierno;
Esta pena llamada
Por voces
Que cantan plegarias al cielo
que suman a mis causas
mis cavernas
Marchando con capas de largos agostos,
timbrando campanas resecas de tanta resaca
Cortando telas de verdes sajinos
Que vuelan suculentos frente a mi paladar.

Nos has dejado solos aguantando la peste
El amor a lo ajeno,
La sabiduría del perro
Y el cáncamo de acero
Aburrido sobre un papel.

Y en ese retiro,
Donde habitan las hadas
Ávidas de orejas de gigantes,
Me hago del pasto seco para iniciar un incendio feroz
Que nos encuentre dormidos
Y nos asfixie
Y nos quite la piel
Y nos desgarre la boca llena de llagas por el ácido violeta que brilla en la última gota del aceite.

Nos has dejado solos
Para perder el tiempo
Y hacerte más sano
Alucinado por las veces que fue necesario dejarse caer.


Kiki Saurio. Poeta Performer. Descendiente del qantu, hijo de una flor y un lastre callejero, nieto de un dinosaurio, hermano de una caléndula, un pequeño-grande y una mañana, padre de la razón de su vida. Caballero en desuso de informalismo, un niño por consecuencia. Tiene en su haber historias de segundos con rezagos de tercer grado. No le interesa el lujo, el status ni la fama ni siquiera el amor lo puede parar… solo la curiosidad lo hace saltar.

Unipersonal «Mudanza»

Link: https://youtu.be/Ao4ilREnq1M


Lucía Contreras (Lima, 1997) Creció en Trujillo hasta los 6 años y regresó a vivir a Lima en una casa alquilada en Chorrillos. Casi siempre despertaba a las 6 de la mañana a cantar en el patio de la casa donde vivía con su madre y hermano, entre siete a diez años empezó a escribir canciones, llegando al punto de llenar un cajón entero de puros escritos. El escribir era su manera de escape, de relajó. Su primer poema se llama Guerra (2017) y el último Preludio (2019) Tiene más de 40 escritos, en el año 2018 estuve en el evento Slam como espectadora. En enero del 2019 recitó el poema Preludio gracias al espacio de un Cantautor en un restobar, en abril del 2019 se animó a participar por primera vez en el Slam que se realizó en la Alianza Francesa de Miraflores con el poema Mundo y en la Casa de la Literatura, en junio, con el poema Huella. Uno de los sueños que tiene desde muy pequeña es escribir un libro, tiene pensado, en tres años más, publicar su primer poemario. La mayoría de sus poemas hablan de la sociedad, el enfoque va más hacia los que luchan contra la cruda realidad y el amor.

Libre

Libre así te quiero,
sé libre de una puta vez
Manifiesta hoy tu complicidad
Musa de bares,
Musa de versos.

Hoy quiero cantar para ti
Hoy quiero pintar el mundo
con el carmín de tus labios.

Hoy quiero ser parte de tu
nuevo comienzo,
limpio de inseguridades.
Hoy te quiero tan ex-presidiaria de penas.

Te regalo mi sensibilidad
mi orgasmo
mi imperfecto
mi vino….

Eres verso
bandera blanca,
resistencia,
inocencia,
Eres mi poesía
Li – bre.


Yves Texo. Es un ser de otro mundo. Viaja de existencia en existencia, de realidad en realidad y de aventura en aventura buscando compartir con todos lo que existe en su mundo y rescatar lo mejor de cada uno de ellos para así poder crear un mundo ideal para cada quien. En unas de sus aventuras, cayó en este mundo, donde encontró seres tan similares, pero a la vez tan distintos y desde ese momento se propuso encontrar la forma de hacerles ver sus similitudes (que es lo que los une) y dejar de ver sus diferencias (que es lo que los fragmenta). Cuando lo logre quiere llevarse consigo lo más valioso de este lugar que nace cuando hay igualdad y todos sienten lo mismo…el amor. En el proceso de cumplir su misión, descubrió el arte y entendió que es la mejor manera de expresarte y explicarte lo que de su mundo tiene para contarte.

La gente pasando

Mira, mira, míralos pasar
Allí van, la gente pasado.
Un auto dobla por la esquina
Otro auto se detiene
No sé qué es lo que tienen.
Uno va pensando
Otro va cantando
Otro….¿¡eh!? Y el otro renegando
Un auto acelera
Otro aprieta la carrera…estaba jugando.
Otro auto ya no puede más
Se está malogrando
¡Algo de emergencia tiene que pasar!
El auto va parando.
Y míralos pasar
Allí van, la gente pasando.
Y no sé qué es lo que tienen
¿Por qué no se detienen?
Se detienen y miran
Y admiran la vida.
Y voy pensando
¿Qué es de sus vidas?
¿Qué es de sus vidas?
¿Qué es de tu vida?


Walter Velásquez, 22 años. Estudiante del cuarto año de la carrera de Periodismo en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Coautor de la reciente antología poética El dolor de la tinta (El verso azul, 2018), que fue publicada en la Feria Ricardo Palma y en la Casa de La Literatura Peruana. La escritura se ha vuelto su novia y Pablo Neruda. Algunos trabajos suyos han sido expuestos en revistas de España, Chile, México y Argentina. Sus poemas aparecen en las antologías El Mar no cesa (Ángeles Del Papel, 2019) y Poesía al lado del camino (Marginales, 2019).

El final

Supongo que este es el final de nuestra historia
Sin rencores y lamentaciones
Existió amor pero ahora solo queda el desamor
No hubo infidelidades y desengaños
Perdimos la sinceridad y la expresión

No hubo caricias, besos y hermosas palabras en los últimos meses
Solo llamadas telefónicas y mensajes de texto sin ninguna emoción
Nos encontrábamos en nuestro hogar, sin ningún respectivo abrazo
Nuestra cama era solo lugar para dormir
Y así transcurría los días con las mismas secuencias

La que sería nuestra cena romántica, fue nuestra última cena
Miradas de desánimo, molestia e inconformidad
Pero con el claro objetivo de dar fin a la etapa

Nos levantamos de nuestros asientos
Para decirnos adiós y suerte
Sin saber que uno de nosotros
Iría a la estación del tren
Para culminar esta romántica
Y triste historia


Alvaro Sinarahua (Lima, 1994) Como autor ha publicado cuentos en las antologías Amor, horror y otros placeres narrativos (Perú, 2016), E L A Una Revista Sublevante (Perú, 2018), Revista El Corsé (2018) y El Narratorio (Argentina, 2018). En un intento por descentralizar la poesía en la ciudad, organizó una serie de recitales al norte de la capital peruana (2018-2019), que llevaría el nombre de Versos en el Norte, junto a la plataforma de difusión cultural Poiesis.

Reminiscencia

Cada poro astillado
La lengua seca
Lo surcos marcados
Debajo de las cuencas.

El tiempo ha corroído
El fermento de la caña
Que se guarda en los cuerpos
Disléxicos al habla.

Una vaga reminiscencia
De su rostro sin nombre
Baila conmigo
En un vals que todavía no se ha escrito.

Paso a paso
Entre veredas resbalosas
Hetairas amorfas
Miopía desbocada.

Por fin caigo de bruces
En una esponja tirada al piso
Algunos libros
Y una resma
Que se acuesta conmigo.


María Font (Liz Norton) (1993) Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se especializó en Gestión Cultural en el Museo de Arte de Lima. Ha publicado artículos de actualidad en Píkara magazine y sobre literatura en la revista virtual Poliantea. Publicó su primer poemario Blue tragedy o el panfleto del gatito negro (2019) y actualmente trabaja en su segundo libro Aprendiendo a enterrar a los muertos que será publicado este año. En sus tiempos libres recolecta fotos de gatitos del Instagram y planea la destrucción del patriarcado.

Me recreo bruja

I

Puedes creer que miento,
como la mitad de las veces y
no te daré el beneficio de mis miradas
de soslayo.

Y te repito, que no soy yo sin nuestro choque
contra el asfalto, grotesco, como tu mano
diciéndome que faltaban dos horas y aun así
seguimos amasando las lágrimas que me debes
desde tu bus errante que te llevaba hasta la
avenida San Martín.

Pero me recreo como las aves del norte.
No eyaculo desde ceniza, sino que
me creo su aliada y familia sanguínea.

II

Me recreo efímera hasta la coronilla,
Créeme cuando te digo que he masticado tantas
Veces tu exilio tras las maletas extranjeras y los
cinco sellos del pasaporte azul, que me he
colocado el sticker de PELIGRO en la espalda
baja para evitar tu tercera escala en nuestro hotel
de luces fosforescentes en el límite de Lince con
San Isidro.

Pero me recreo desde la rabia de las medusas,
porque aunque me duelan los pies, me seguiré
creyendo la peor pese a que solo llegue a mala
y, a pesar de ello, el diminutivo ronda mi
enunciado como el tufillo de la mediocridad
que me dice que no puedo nombrarme poeta
por los cuatro garabatos que dejé regados en el
patiecito de la Facultad de Letras y Ciencias
Humanas.

III

Me recreo desde las alas que te robé
para solapar mi tartamudeo cuando les diga
que tengo las manos cargadas de palabras que
calculan la rabia correcta para entretejerse en
este engranaje de oraciones, versos y oficios
que se zurran en la burocracia de tus ediciones
y están hirviendo nuestra venganza, histórica y
fatídica.

Me recreo putísima, errante y forastera de esta
Lima que me odia cada día más en tonalidades
diferentes.

Y me recreo fugitiva hasta la médula de esta
ciudad panza de burro que me debe a la mitad
de mis muertos.


Etiel Taupier. Joven poeta egresado del colegio Héctor de Cárdenas en 2015, radicó en la ciudad de Pucallpa (Ucayali) durante su niñez. Participó en la 2nda y 3era edición Festival de Poesía de Barranco, en el 3er Festival Caravana de Poesía (Lima-Huancavelica) y en el 7mo Festival de Poesía de Lima .Participó en los talleres de escritura creativa de Óscar Limache, Carmen Ollé, y Paul Forsyth. Ha publicado su ópera prima “Trigal Cardiograma” (La Apacheta editores, 2015), además de recibir el primer premio en el 1er Festival de Cuentos de Otoño, de la PUCP, por sus poemas.

47

tranco la puerta de mí mismo con una silla
conmigo mismo
con una puerta

algo quiere salir
solo chilla
sangra desmaya grita

mi cara soslaya
la puerta duplica

y soy yo mismo
el que me busca
o me busco

tranco la puerta de mí mismo con una silla
conmigo mismo con mi costilla
con mis venas
con mis brazos
con mis sesos opacos
y soy yo mismo estoy seguro
el que me busca me pide me auxilia
me mato respiro me asfixio
y vuelvo a ser uno mismo solo
solo el humo

tranco la puerta de mí mismo con una silla
tranco la puerta de mí mismo con una silla
tranco la puerta de mí mismo con una silla

tengo miedo

tengo miedo
de soltarla

de soltarla
de empujarla

de empujarla
de abrirla.


Alessandra S. Diaz Cruz. Estudiante de derecho en la PUCP. Nació en Surco y de los temas que más le apasionan son Lima y su historia; la cultura (mix) detrás de la colonia y las manifestaciones posteriores además de sus vestigios. Le interesa la ciudad y la espiritualidad. Ha participado en diversos proyectos literarios y estudiantiles como El Alef, Letras al Mango y un proyecto propio llamado La Capsula Etérea. Nunca me gusto escribir poesía, lo termine haciendo.

Cielo limeño

Puedo decirte que han sido días extraños.
No he querido llorarme tanto tanto
como cuando las mañanas me arrastraban
y las 6 horas de la tarde
pesaban 15
y despertaba manchada
hasta los rastros de mi primer existencia.

Te digo ahora que tal vez se deba un poco a tu presencia
Tenerte cerca me ha hecho algo
dar vueltas por lima sin destino
me ha hecho algo
escribirte por las noches me ha hecho algo también

yo creo que podría incluso intentar decirte mas
pero no he querido.
Ya no me duele nada.
Me he desecho de 5 kilos de carne descompuesta
cuando te vi desnudo
y al notarlo
quise ordenar cada órgano que me permitiera estar con vida.
Para salvar la tuya
de mis lagrimas
de llorarme tanto, tanto

Con dos cajitas de cigarros eso ya no importa
el punto
es que ya no me duele nada
cuando levanto la cabeza
y la nicotina que sale de mi boca
se apresura
a componer el cielo.


Pamela Janet Rodríguez P. (Lima, Perú). Mujer de pluma. Interesada en toda pasión y afición de creación artística poética. Ha pertenecido a la Escuela Literaria del Sur-red de Escritores y Escritoras por el Alba (Venezuela). Ha colaborado en revistas literarias de formato digital como: Revista Cinosargo (Chile) La Máquina de escribir, Delirium tremens de Perú, Revista digital Papirando (Argentina), La Fanzine de España, Alcanza poesía (Argentina) y La Revista Cultural Calle B (Cuba-Cumanaguaya). Ha participado en las antologías poéticas: Libertad en mi cuerpo yo decido, Cascada de Palabras, Cartonera (México), Grito De Mujer (República Dominica) Antologías poéticas Mil Poemas a César Vallejo, Mil Poemas a Sor Teresa De Calcuta, Antología Poesía Hembra (Perú), Poetas siglo XXI antología poesía + poetas del mundo (España). Antología «Sunquymanta» (Fondo Editorial Lee K’ana , 2019) y «Afasia o las palabras invisibles«, por 7Pecados Editores (2019) Actualmente trabajo y pertenece al proyecto literario del portal web Lenguaje Perú y a la web Liberoamérica de España, siendo en ambas editoras. Ha obtenido el 1er lugar Cuento Internacional Letras Sueltas -Escritores De Cali Fundación y finalista en el concurso de micropoesía y microrrelato realizado por TV Lecturas de Venezuela y finalista del concurso “El mejor poema a Vallejo” organizado por Viernes Literario.

El infierno musical

Mil voces cantando,
engendros productores
de rondas nocturnas,
como perros vagos;
asesinos y suicidas
afuera duermen sin saber de mi vigilia.
Espíritu y alondra,
lo ebrio se contrasta en trino
y mi locura cuelga de una rama,
gorriones mudos me delatan
¡Neruda grita sus versos!
a través de los rocíos fríos
que salen a morir por un momento.
Los rojos versos
sonríen al espejo
góticos diafragmas ilustran
palabras mutiladas
buscando asilo en mi garganta.
Un espasmo cerebro vascular
asalta el eco de lo insensato
metáfora y jilguero, como en el diván de una plaza
escenarios de vanguardia
porque mis delirios vuelan
ceniza al viento.
¿Y por qué esta locura, y esta apuesta?
que reverbera en esa hoja con filo de un cuchillo.
Usurpa mis horas
al sondear sus sombras.
¿¡Sera demencia lo que tengo!?
estremeciendo el limo dormido
evocándose a sí mismo en un onirismo
ángeles y demonios
que dormitan extramuros
sola con mi criatura
con su alma y con la mía,
¡esquizofrenia maldita!
guardar tu gesta
una y mil veces recitada.


Santiago Albeiro Uribe Ríos (Colombia, 1995) Es un estudiante de ingeniería industrial en la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, que en sus tiempos libres se dedica a leer y a componer tanto música como poemas, siendo este último su fuerte. Es un joven apasionado, perseverante y visionario, con mente de adulto, pero alma de niño. Ha publicado 2 libro titulados Pensamientos hechos poemas y Pensamientos hechos poemas Part. II.

Mi tiempo y mi momento

En un tiempo fuera del tiempo, existió un tiempo, el cual se mantenía estable por medio de momentos y/o circunstancias; en este momento comienzan a transcurrir otros momentos debido a algo que podrías llamar coincidencia o destino, hasta que algo pasa.

Pasa algo de otro mundo en donde el tiempo se detiene y el momento del momento continúa. Continúa con una mirada y unas cuantas palabras, creando un momento alternativo en mi cabeza, haciéndome pensar: Lo más bello que he visto. Pero este pensamiento se divide en una mar de ideas, y fluye a través de la circunstancia, haciéndome consciente de que no era el momento para decirlo. Solo escuchaba en mi cabeza: dejemos que el tiempo lo diga; ese tiempo. Ese tiempo que llegó tras unir todos los momentos y circunstancias vividas, aquellos momentos y circunstancias que surgieron gracias a esos recuerdos e ideas en un debido momento.

Hasta que un día, en un momento preciso del momento de ese tiempo pasa lo que tenía que pasar, fuera destino o coincidencia: Una mirada fija y un beso apasionado. Ya ni el tiempo importa, todo se detiene. Solo queda una fracción de momento, fracción en que tus labios y los míos se convierten en uno solo, fracción en la que siento tu respirar, fracción en donde los corazones se conectan y forman un solo palpitar. Y nada más.

Desde el primer momento supe que debía esperar a que el tiempo me arrastrara a este día solo para sentirte y decirte: fuiste mi primer momento y circunstancia, eres mi gran momento y circunstancia, y serás mí momento y mi tiempo, porque cuando estuve, estoy y estaré contigo, te mueves y te moverás como mi mundo.


Luis Eduardo Coronel Cárdenas (San Martín, Perú, 1997) Estudiante de Derecho. Actualmente reside en Trujillo. Un microrrelato y un poema de su autoría fueron publicados en dos obras colectivas. Además, un poema suyo fue publicado en la segunda edición de la Revista Cuenta Artes (marzo, 2019). De igual manera, ha sido antalogado por la Sociedad Peruana de Poetas y seleccionado para la antología virtual «Discursos Estéticos» (Liberoamérica, 2019). Está próximo a lanzar su primer poemario.

II

Es difícil quedarse a escribir
mientras afuera el tiempo
pasa sin interrupciones.
Cuando termine de derramar
tinta sobre el papel
ya habrán negado tres veces
la justicia a Gelman,
serán diez los monstruos
que circundan a Vallejo,
Martín Adán ya volado de la sien
sabrá su vida,
el canto de Blanca Leonor
ya no será villano
pero seguirá con su plato de pobre,
entre tanto yo seguiré
pensando que nada ha ocurrido
y tal vez ya no existan poetas
acechando a la poesía
mas yo persistiré
negándome a salir de esta eternidad
que durará unos cuantos minutos.


Gonzalo D. Marquina Arcos (Lima, 1992) Es maestro de escuela, gestor cultural, músico, traductor, investigador y estudiante de la especialidad de Lenguaje y Literatura en la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Ha llevado a cabo diversos eventos culturales en Lima y provincias, así como también ponencias y talleres relativos a Educación y Literatura, especialmente sobre poesía japonesa y nikkei, actividades aparecidas en ペルー新報 – Peru Shimpo (diario bilingüe de la comunidad peruano-japonesa), Poesis Abditus (revista internacional de cultura), entre otros medios. Ha publicado de manera independiente la novela Obnubilación (2016), el cuento La Piel Brillante (2017) y la antología En las tierras de la Media Luna (2018), así como diferentes ensayos y artículos académicos; a su vez, algunos de sus poemas han sido publicados en la antología de haikus Del Silencio a la Palabra (APJ, 2018) compilada y editada por Diego Alonso Sánchez con el auspicio de la Biblioteca “Elena Kohatsu” del Centro Cultural Peruano-Japonés.

I

Brisa de otoño:
solo una mariposa se aferra
a las flores del parque.

II

Sobre la fuente
la hojarasca que cae
mece la luna.

III

Relampaguea.
La lluvia sobre el monte
se ve, claramente.

IV

Croa una rana:
en cuclillas, contempla fijamente
la luna.

V

Día en el templo.
Se entremezcla con las plegarias
la voz del grillo.

VI

Pradera en invierno-
Por todas partes:
sonidos del agua.


Roy Víctor Alberto Aguilar Portocarrero. Tiene 17 años y cursa la carrera de psicología. Vive en el distrito de San Miguel, sus intereses desde muy pequeño se han desembarcado a lo sonoro y, por ende, a la música, medio por el cual empezó a escribir sus primeros versos. Poco a poco, descubriendo la maravillosidad de las rimas y las metáforas, entre al mundo de la poesía, cual sinceramente, le han dado un gran terreno por donde evocar sus emociones y sentimientos. Tras estas exploraciones, ha asistido a diferentes talleres de poesía y ha podido estar en el ámbito de los recitales.

Me pregunto por qué siempre hablo del fuego

Y me derramo en pozos de aceite
que se deslizan y capturan toneladas de mi arma
-mares de ceniza que se corretean
sin hallar sus causas-
y vuelvo a caer.

¿Por qué vuelvo a caer?

En ratos
el humo que se
me va de las manos
corroe al fango
Intenta aletear
como camisa desgastada
e inútilmente saca
su pellejo
se derrumba y se contornea
para hallar
su inigualable figura

-para que lo tengas claro-
se pregunta
por su posible almidón

Me pregunto por qué siempre hablo del fuego
de sus brisas
de su llama
de sus diferencias en cuadratura
Todo su posible está
ante los ojos de la vida
siendo esta quien
nos permuta
su oscilación que desvaría.

advierte
fugaces deseos y desdichas
aprisiona
al entorno
sin ninguna prisa

Me pregunto por qué siempre hablo del fuego
y de todas estas ansías
de arder en el camino
si no estoy al lado mío
¿para qué me sirve?
Y si no estoy al lado tuyo
¿para qué me plazco?
Y para qué mi risa
para qué mi arraigo
Para qué todas estas órdenes
Para qué mi enfado
Para qué mis calumnias
Para qué mi torpeza
Para qué todas estas mentiras trechas
Y en el ocaso de mi perdición
creo que el “para” es más importante.


Jonathan Vargas Lopez (Lima, Perú, 1997) Estudiante de ingeniería ambiental con una pasión por la poesía y la filosofía. Ha sido publicado en diferentes revistas, como en la última antología de poesía de la revista digital mexicana “Ibídem” y en la última antología de cuentos de la revista digital argentina “El Narratorio”. Ama el escribir. Desde su perspectiva la poesía es una de las expresiones más puras del ser real del humano, llegando a expresar con frases, versos, la historia de su vida. Tiene poemas seleccionados en las antologías «Discursos estéticos» (Liberoamérica, 2019) y en obras de la Sociedad Peruana de Poetas.

Luz eterna

El espíritu trasciende y la carne muere, el pabellón ciego y sordo a voluntad ignora que va a trascender.
Pasos se escuchan, un sonido hueco en sincronía de los no vivos en espíritu pero si en carne.
Incoloro el espíritu adormecido se sume en la niebla de la repetición, el retorno de lo mismo.

Una luciérnaga en la niebla se alza cual antorcha de la victoria, un espíritu consiente de la muerte de su recipiente, pero, consiente de la inmortalidad de su elemento primordial y originario.

La carne muere, el fuego se alza y sube a los cielos.
El sol aparece.


Alejandro Raspaud. Estudiante de la Pontificia Universidad Católica del Perú, le encanta la escritura y pone, en práctica, su creatividad poética mediante la composición de caligramas. Apasionado de aprender poesía. Escribe regularmente y ganó un concurso interno de poesía en la PUCP.

Apoteosis

De mi cuerpo los huesos perennes
se deshacen a tocar el aire, en cal.
Mis palabras resultan sempiternas
luces tristes que brillan, en el inmenso mar.

El día de mi apoteosis deseo descansar,
que no adulen mis desgracias
ni mucho menos, mis excesos inconmensurables.
Aquel día, nada más pido quietud para mis rescoldos.

El día último, el de mi apoteosis, seré feliz:
mi carne no será más mía, tal vez de otro,
eso ya no importa, el ruido cesará.

Mis ojos no verán sufrimiento alguno,
y mis otros sentidos dejarán de ser míos,
pero no importa: al fin descansaré


Martín Pflücker. Es estudiante de Literatura en la PUCP. Ha sido miembro de la revista El Alef (2016), y también ha publicado en la antología virtual “Las estaciones: 14 poemas y un relato” de la editorial Verso Azul en 2017. Actualmente escribe un libro de poemas que espera publicar en algún momento.

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Nota del editor:

Durante el presente año, se han venido realizando diversos recitales de poesía en la Sala Principal de la Biblioteca Municipal de Barranco. Esta actividad busca romper con muchos estereotipos poéticos enraizados en el presente siglo. Por ello, se han buscado voces novedosas. Poetas que venían de la zona de Lima Este, jóvenes que difunden sus artículos y ensayos en revistas virtuales como Poliantea. Los espacios poéticos son diversos y ahora presentamos a este grupo de jóvenes que buscan destacar en el espacio literario actual. Les invitamos a leerlos y a disfrutar de su poesía. Próximamente vendrán más novedades y poetas.

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