Hace poco leí un tweet que me pareció muy acertado: «Si los hombres tuviesen la regla los hospitales tendrían un área de menstruación». Y creo que realmente sería así de no tratarse de algo que afecta únicamente a las mujeres.
Siempre me ha llamado la atención el desconocimiento del cuerpo femenino por parte de los hombres pero más aún el que todavía hay por parte de las propias mujeres. Es curioso cómo nuestro cuerpo y su manera natural de funcionar se nos han ocultado, negado o peor aún demonizado durante siglos.
Con la nueva ola del feminismo muchas mujeres estamos luchando por liberar de tabús nuestros cuerpos y en especial algo con lo que convivimos cada mes durante aproximadamente cuarenta años de nuestras vidas: la menstruación.
Este es también el caso de la periodista Élise Thiébaut que con Esta es mi sangre (Hoja de lata, 2018) nos propone «una revolución sangrienta pero pacífica, una aproximación amena y desenfadada a la historia política y personal de la regla a lo largo de los siglos».
El libro es un viaje de conocimiento y exploración del cuerpo femenino que nos lleva desde los distintos imaginarios, leyendas y mitologías que se han construido en torno a la menstruación en la antigüedad, hasta las subversivas formas de arte contemporáneo y reivindicación feminista actuales, pasando también por los múltiples hitos e inventos en cuanto a la contracepción como la píldora.
Con sus experiencias personales como hilo argumental Thiébaut contrarresta esos mitos creados por la religión y las supersticiones, basándose en las evidencias y estudios científicos que desmontan los tabús y nos ofrecen una información rigurosa sobre el funcionamiento del cuerpo de la mujer y sus vivencias y padecimientos en torno a la regla. En el llibro encontramos datos como el hecho de que la sangre menstrual es el único fluido corporal que contiene células madre o la composición de los productos de higiene menstrual que no aparece nisiquiera en los envoltorios de los mismos (¿Os habíais dado cuenta de esto?)… a mí me ha hecho plantearme muchas cosas.
Además y en relación con esto último la autora nos informa sobre nuevas maneras de convivir con la regla como el uso de la copa menstrual, las compresas de algodón, la ropa interior especializada o incluson el sangrado libre.
Thiébaut pretende terminar de raíz con los estigmas de la sangre menstrual impuestos por el patriarcado liberando todo lo callado y escondido sobre la regla a lo largo del tiempo.
Este libro es por tanto un viaje necesario hacia una actitud consciente del cuerpo femenino y de su funcionamiento, al que deben acercarse no solamente las mujeres sino también los hombres. Una parte de la Revolución Menstrual que ya hacía mucha falta.