EL SÓTANO DEL ORNITORRINCO – Entrevistas minimalistas – Carmen Ramos

En la penúltima entrada de El sótano del ornitorrinco para Revista Liberoamérica, entrevistamos a la poeta, narradora y gestora cultural Carmen Ramos (Gibraleón, 1968).

Rocío Escudero

CARMEN RAMOS (Gibraleón, 1968). Economista de profesión. La plaquette Mudanza Interior (Ediciones en Huida, 2010) fue su primera publicación en solitario a la que han seguido los poemarios Poliédrica (Ediciones en Huida, 2011), Las estrellas han hallado otra forma de morir (Guadalturia Ediciones, 2013), Pequeño Tratado de Etología (Lastura Ediciones, 2016), la colección de haikus Utsugi to wasabi (Las hojas del baobad, 2017) y el libro de microrrelatos Más de veinte maneras de lavarse las manos (Lastura Ediciones, 2018). Desde 2015 coordina el proyecto Completamente viernes e imparte talleres de poesía. Colabora en el periódico Huelva Ya con una columna dedicada a la poesia escrita por mujeres y publicada en editoriales independientes. Intenta mantener vivo el blog http://poliedroautodual.blogspot.com.

¿La poesía sirve para algo?
La poesía sirve para que haya poetas y lectores de poesía. A ser posible estos últimos más numerosos que los primeros.

¿Qué no es poesía?
Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul…

El momento más vergonzoso de tu vida como artista fue…
A ti te lo voy a contar 😉

¿Dónde están las musas?
Trabajando.

¿Qué libro te hubiera gustado escribir?
Muchos más de los que he escrito.

La palabra más hermosa del diccionario es…
Por su repercusión “palabra”, por su sonido “serendipia”, por su significado “nefelibata”.

¿Cuál es tu concepto de justicia poética?
Que lea un poema que me haga entornar los ojos, que subraye un verso y le ponga tres signos de exclamación, que encuentre el adjetivo perfecto para terminar un poema.

¿Amor o desamor como tema universal poético?
Ambos son diferentes caras de una misma moneda. A fin de cuentas, un poema de desamor no es más que un poema de amor a aquello que hemos perdido.

¿Libro impreso o libro electrónico?
Para la poesía y los libros ilustrados prefiero el impreso. Para novela, no ficción y ensayo cualquiera de los dos formatos.

Último libro leído.
Treinta 30 maneras de quitarse el sombrero, de Elvira Lindo, y Habitable, de Pureza Canelo.

¿La literatura da de comer?
Depende del hambre que tengas.

¿El arte ha muerto?
Para nada. Lo que ha muerto es la costumbre de la contemplación, la belleza por la belleza. Ahora todo es susceptible de ser consumido. Y arte y consumo son dos conceptos totalmente antagónicos, a mi modo de ver.

Un libro que no recomendarías bajo ninguna circunstancia.
Aquel que te aburra, que se te haga bola antes de la página veinte.

¿La pastilla roja o la azul?
Como hija de hipocondríaco que soy, yo me tomo la pastilla roja, la azul y un Frenadol por si me resfrío.

¿Existe alguna relación entre la política y la poesía?
De eso tiene que saber mucho Borja Semper.

¿Protagonista o secundario?
Y meritoria, también.

Si fueras un personaje de ficción serías…
De pequeña soñaba con ser Jim Hawkins, el protagonista de La Isla del Tesoro. De adolescente querría haber sido Úrsula Iguarán, de Cien años de soledad. Si ahora mismo preguntas a mi familia, te dirían que soy clavadita a la Tía Mame.

¿Qué artista debería de ser estudiado obligatoriamente en colegios e institutos?
Todas esas artistas que han sido excluidas de los libros de texto sin razón aparente: escritoras, pintoras, escultoras, músicas… Toda esa mitad de la historia que desconocemos.

Una serie recomendable y una película olvidable.
Hace unos meses te hubiera dicho El cuento de la criada, pero ahora mismo recomiendo a todo el mundo la inglesa Years and years. Ojalá nuestro futuro próximo no nos recuerde a ninguna de estas dos series. También me gustaría hacer un huequecito para Malaka, una serie que me parece un tratado de interpretaciones superlativas. Y de películas olvidables se me ocurren muchas, muchísimas.

Un director de cine y un disco de cabecera.
Martin Scorsese y Horses, de Patti Smith.

Tu opinión con respecto al panorama poético actual.
Hay mucho donde elegir y muy bueno. Eso sí, hay que ser muy buen lector o lectora para diferenciar el grano de la paja.

¿Alguna manía confesable antes, durante o después del proceso creativo?
Antes, tiene que haber silencio. Durante, nunca publico un poema que haya escrito ese mismo día. Después, siempre me quedo con el primer ejemplar.

Si existiera la posibilidad de resucitar a una celebridad por un día para tener una interesante conversación, ¿a quién elegirías?
A Shakespeare, para decirle lo mucho que me gustan sus obras. A Concha Méndez, para que contase cotilleos de sus compañeros de generación. A George Harrison, para que viniese de gira a España y poder escuchar en directo Here comes the sun.

Un momento histórico.
Como la viví en directo, la (imperfecta) Transición Española.

Un consejo para no tener en cuenta.
Cómprate esos zapatos que con el tiempo verás cómo ceden y dejan de molestarte.

Gracias, Carmen, maja, por todo.

SOBRE LA CULPABLE DE ESTA SECCIÓN MINIMALISTA: ANA PATRICIA MOYA

Estudió Relaciones Laborales y es Licenciada en Humanidades por la Universidad de Córdoba. Postgrado en Community Manager y Social Media, Máster en Textos, Documentación e Intervención Cultural y Máster Europeo en Biblioteconomía; ha trabajado como arqueóloga, documentalista, diseñadora gráfica, etc. Actualmente, trabaja como bibliotecaria y dirige el Proyecto Editorial Groenlandia (con mucha calma). Su obra más reciente es La casa rota (Versátiles Editorial, 2019). Sus textos aparecen en distintas publicaciones de Europa e Hispanoamérica, digitales e impresas, así como en antologías literarias; también ha obtenido algún que otro premio por sus despropósitos lírico-narrativos, siempre como la eterna finalista. Ha sido traducida parcialmente a varios idiomas. Gruñona y misántropa. Últimamente escribe y lee demasiado.

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