Cuaderno para brujas de Pamela de Battista le pone voz a los silencios milenarios de la historia, construye con la fuerza de la palabra una poesía que vive y se enfrenta al eco de las hogueras que siguen encendidas, a los perros medievales que ladran y demonizan nuestro cuerpo y nuestra voz.
Los versos de este libro, como un embrujo, como un deseo nos quiere libres del miedo y la violencia, nos invita con su grito rebelde hecho poesía a repensar las estructuras de una sociedad que nos ubica siempre en el lugar de la desventaja.
Pamela recupera de sus vivencias, de nuestras vivencias, el relato de un acoso que no puede decir con poesía pero que desnuda con la palabra y nos interpela, nos conmueve, nos identifica, por que todas hemos vivido en algún momento ese terror.
Porque nacer mujer, sentirse mujer y ejercer desde el cuerpo y el lenguaje la libertad que nos pertenece, ha sido siempre un camino difícil y hasta peligroso.
Pamela habla no solo del silencio y la violencia que arrastramos desde tiempos pretéritos, habla también de la vivencia del amor, del deseo de ser y hacer a pesar de los ladridos.
Definitivamente llueve con sol en estos tiempos, donde podemos amar nuestro cuerpo, nuestro ser desde el cuerpo, nuestra voz alzada para cantar y luchar por todo y contra todo, porque queremos combatir los mandatos que pesan sobre nosotras, reclamamos el derecho a caminar sin el temor de dar el último paso en un calle oscura.
La poesía como corazón del fuego donde danzamos hermanadas, donde sucede el amor y la guerra, la espera y la maternidad, la soledad y el aquelarre.
En este cuaderno, con la belleza del lenguaje poético de Pamela De Battista queda claro que somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar.