Reseña: «La nieta del señor Linh» de Philippe Claudel

La nieta del señor Linh, Philippe Claudel, Ediciones Salamandra, Barcelona, España  (edición en castellano de 2006)

Obra publicada con la ayuda del Ministerio de Cultura francés – Centro Nacional del Libro.

El narrador heterodiegético de este libro cuenta con la perspectiva del protagonista, el anciano con su nieta llamada Sandiú. Los informantes de espacio no son precisos geográficamente y eso le da un disparador a la imaginación en la lectura. Así se muestra en la primera página:

…“El país se aleja, se hace infinitamente pequeño”…  

Él escapa de la guerra, y así, deja atrás a los consecuentes fantasmas de su hijo y su nuera para darle a Sandiú una vida plena y digna. Comienza a vivir en un centro de refugiados donde no es muy bien recibido. Sin embargo, es la única opción que tiene para sobrevivir y darle un hogar a la única pariente que le queda. 

El señor Linh era un campesino y se adentra a la ciudad, toma como oxímoron a su pueblo natal. También trata con extrañamiento formalista a las nuevas costumbres urbanas que él no conocía. Como cuando prueba alcohol por primera vez:

 …”La extraña ingravidez que va apoderándose de él y lo hace balancearse en el banco a medida que bebe y el líquido inunda su estómago de calor”.

Las imágenes que remiten a su antigua vivienda son nítidas y relajantes al describir la naturaleza idealizada que antes lo rodeaba. Por ejemplo:

…“la casa de bambú con suelo calado, impregnada del olor de la leña en la que se cuece la comida mientras la lluvia derrama su líquida y transparente cabellera sobre la techumbre de hojas”.

En el nuevo país que habita, conoce a su amigo más leal, el señor Bark, un hombre que se cruza en el banco de un parque. Ambos entablan una relación espiritual al hablar con sus gestos entrañables y no por el idioma. Su única conexión con el lenguaje son sus nombres y el de la niña, “buenos días” y una cadencia que Linh canta para su nieta:

“La mañana siempre vuelve, 
siempre vuelve con su luz, 
siempre hay un nuevo día, 
y un día madre serás tú”. 

A pesar de que al principio sus historias de vida no parecen entrelazadas, se produce un nexo que el señor Bark confiesa pero que el anciano no comprende completamente (a diferencia del lector). 

El final del libro es una puerta de acceso al entendimiento final de todo el relato que tiene como recurso lo cíclico en el texto. El goce estético sucede al final: cuanto más se entiende la novela. 

Philippe Claudel (Nancy, 1962) ha sido profesor y guionista de cine y televisión francés. En 2001, fue nombrado profesor de literatura y antropología cultural en la Universidad de Nancy II (Universidad de Lorena). Además de dar clases en liceos y en dicha universidad, dedicó su tiempo libre a enseñar a niños discapacitados durante 4 años y a presos durante doce.
Sus novelas y cuentos han sido objeto de numerosos galardones: entre ellos, el premio France Télévision por J’abandonne, el Bourse Goncourt de la Nouvelle por Petites mécaniques y, finalmente, el prestigioso Premio Renaudot por Almas grises, publicada por Salamandra en 2005. Un año más tarde, el éxito se repitió con La nieta del señor Linh (Salamandra, 2006), que permaneció en las listas de libros más vendidos durante meses. Sus principales novelas están traducidas a unos cuarenta idiomas.
Claudel es actual miembro de la Académie Goncourt. Él es uno de los jurados del “Le Prix Goncourt”, uno de los galardones literarios más importantes de Francia. Actualmente sigue residiendo en Dombasle, en Lorena, la región en la que se crió.
(Imágenes extraídas y biografías editadas de la página oficial de la Academia Goncourt y Ediciones Salamandra)

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