Julio Darío Vera nació en Buenos Aires, Argentina, en 1985. Es un poeta que se dedica desde hace años a conducir programas de radio y a organizar eventos de lecturas. Por otro lado, brinda talleres de escritura en la UBA y dirige su propia editorial, Ser Seres ediciones. A través de esta editorial pudo sacar, en este turbulento 2020, su primer libro: Último día como poeta. Con una trayectoria así, se hacía difícil no querer entrevistarlo para esta revista.
¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Y por qué te decidiste por la poesía?
Venía escribiendo, desde la pre-adolescencia, prosa y de manera esporádica un diario personal pero en el 2009 apareció la poesía. Ese año fue mi año borgeano, quiero decir, que leí toda su narrativa y casi toda su ensayística. Cuando promediaba noviembre me topé con una antología poética de Borges, seleccionada por él mismo, y le di una oportunidad. Leí «Ajedrez» y me revolucionó la sensibilidad. Releí los poemas que más me gustaron y cuando cerré el libro, me había nacido una nueva necesidad: el deseo de escribir poesía. Me refiero a que no fue una decisión deliberada ni plenamente racional. Escribir poesía es una necesidad visceral, íntima, que debo satisfacer.
¿Te inspiran otras expresiones artísticas (como el cine, la pintura o la música) a la hora de escribir?
Sí, claro. Todo puede ser un disparador a ponerme a escribir. Es cuestión de estar alerta. Tal vez sea difícil que las otras expresiones artísticas me sugieran alternativas para jugar con el lenguaje ya que presentan otro formato pero sí son movilizadoras, provocan emociones y pensamientos que pueden desembocar en una temática o un tono para un poema.
¿Cómo surgió el nombre Último día como poeta para tu primer libro?
Fue todo un alivio cuando surgió. El poemario es diverso en temáticas e incluso en estilos, por eso está separado en dos partes: «La puntería que encierran las comillas» y «Último día como poeta». Entonces, resultaba complicado encontrar un título que represente toda la obra. Finalmente me decidí por el título de uno de los poemas, que es un Ars Poética y que manifiesta mi actitud ante la poesía.
¿Sentís que el libro es como una condensación de tu camino previo, o más bien una reunión de poemas escritos en momentos puntuales?
Si bien hay una visión de la poesía anterior, particularmente este libro es una reunión de poemas escritos en dos períodos diferentes: del 2013 a 2015 y del 2017 al 2019.
¿Qué criterios los llevan a decidirse por un manuscrito en Ser Seres ediciones? ¿Suelen abrir convocatorias?
Por el momento no estamos abriendo convocatorias. Hablamos con autores que nos interesan o que se acercan a la editorial con una propuesta. Por supuesto, tenemos nuestro propio criterio, no se aceptan todas las propuestas. Hemos rechazado libros por ser retrógrados, marcadamente machistas o ideológicamente intolerantes.
¿Pensás retomar Metástasis (programa de radio Emergente) una vez que la cuarentena se haya levantado? Y en este mismo sentido, ¿volvería el ciclo Aqueménida? Es un evento de lecturas que iniciaste en 2014 llegando a las 99 fechas a fines de 2019.
Metástasis había cumplido su ciclo en septiembre del 2019, le di conclusión muchos meses antes de la pandemia. Sí retomaré «Nada que ganar», que es el programa de radio que se interrumpió por la cuarentena.
Con respecto a «Aqueménida» siento un poco que también cumplió su ciclo, me saqué las ganas de organizar fechas. En algún sentido, me está viniendo bien el descanso de hacer las fechas. Aunque no descarto la posibilidad de que cuando se vuelva a la normalidad esté con batería renovada y retome.
Hablanos de «El laboratorio del poeta» y de «Introducción a la narratología», los dos talleres que das en la UBA.
Ambos talleres de escritura creativa se dictaban en el marco de extensión universitaria de la Facultad de Filosofía y Letras. El «Laboratorio del poeta» se concentra en ejercicios y disparadores para generar material, lograr al final de la cursada una buena cantidad de materia prima literaria. Formo parte del equipo docente gracias a la propuesta de Lisandro Gallardón. Por su parte, «Introducción a la narratología» es un taller-seminario cuyo programa me aprobó la UBA en el 2019. En cada clase vemos teoría sobre la narratología que se complementa con ejercicios preparados especialmente.
¿Escritores y escritoras que hayas leído en los últimos meses y te gusten mucho?
Los últimos libros que me gustaron mucho son El árbol de las palabras de Mirta Rosenberg, Oeste de Silvina Gruppo y No permitas que mi sangre se derrame de Juan Carrá.