Recuerdo una de las primeras líneas de diálogo de la serie Girls de Lena Dunham, mientras cenaba con sus padres, ella les decía que estaba segura que era la voz de su generación o de una generación. Cuando leí a Fiorella Terrazas por primera vez sentí que estaba leyendo la voz de mi generación. En sus poemas encuentro los dolores y esperanzas de quienes nacimos entre 1989 y 1996, nosotrxs, infames millennials. Se nos acusa de estar hechos de cristal porque todo nos ofende ofendemos. En ese sentido, la hiperconectividad no es lo único que nos caracteriza, también la hipersensibilidad y ambas están muy relacionadas. La poesía de Terrazas es hipersensible en el sentido más crudo de la palabra. Ella no aborda lo millennial de la manera cliché que se acostumbra porque ella no necesita explorarlo, simplemente lo descarga en sus versos.
Fiorella Terrazas es una artista queer y gestora cultural peruana. Nació en Lima en 1990. Poeta, diseñadora gráfica, contadora y autodidacta por vocación. Publicó los poemarios bajo su sello editorial “Mano Editorial Fantasma”: Dejo cabellos en los bares (2013), Espinosza (2015), Hedores (2017), Los tratados de la perdedora (2017) y su más reciente poemario publicado este año durante la cuarentena y presentado en una transmisión en vivo que tiene un nombre impronunciable, una manito sacando el dedo del medio. Todos estos poemarios están en venta online. Fiorella es una criatura del internet, sus poemas están adaptados a distintos soportes más allá del papel o la pantalla, puedes escuchar sus poemas en Spotify o escucharla recitar en vivo desde su cuenta de Instagram.
El poemario con nombre impronunciable
En junio de este año, Fiorella publicó su quinto poemario que lleva por título una manito sacando el dedo del medio. Su decisión de usar este gráfico como título me parece muy acertada pues de nuevo, la poesía de Fiorella es la voz de nuestra generación, una generación que hace uso excesivo de las imágenes, memes, stickers o emojis, podemos llevar a cabo conversaciones utilizando únicamente emojis o stickers y entender perfectamente las emociones detrás de cada uno de esos dibujos. El poemario inicia con Anti Anti, un manifiesto y arte poética de Fiorella, en el que ella se presenta firme y a la vez vulnerable, en permanente duda y cuestionamiento de ella misma: porque no puedo ser ANTI ANTI / ya que dos negativos generan algo positivo / o soy 1 doble negación de la música, de las ideas / o soy 1 duda andante por 40 cuadras de Arequipa 1 tarde / no de verano ni de invierno/ sin base en el rostro, sin filtro en las emociones.
En sus poemas, utiliza la cifra 1 en lugar de escribir el número literal para nombrarse a ella misma y creo que esto podría hacer alusión a su identidad no binaria, una forma de darle un sentido ambiguo a su género. En algunos poemas se refiere a ella misma como femenino y en otros en masculino.
En su poema los Poetas se mueren, Fiorella nos presenta su visión acerca de la poesía, como un ser mutante que está en constante transformación.
No podría ser un poemario de nuestra generación sin las pesadas cargas de ansiedad, incertidumbre y frustraciones que llevamos encima. Estés en Perú, en Bolivia o Corea del Sur, las personas millennials tenemos en común las frustraciones y las incertidumbres generacionales. En Salve: busco respuestas en las autopistas / busco chupar estos mandos de dulzura / las que te llevan a un juego interminable. Sin embargo, es en Manifiesto que encontramos todos los dolores generacionales, Fiorella desde su individualidad logra explicarlos muy bien, pues como aprendimos de los movimientos feministas y queer, lo personal es político. En Manifiesto: De senos caídos / adolescente en mi adultez / este tráfico se atora en mis oídos / puja y sale tinta azul / con lágrimas de sueño/ con lágrimas de dolor televisivo / con taquicardia de la calle llena de autos y bocinas / agarro la calle y la rompo.
Los poemas del libro fueron escritos en distintos años, se puede notar un sutil cambio en la escritura de Fiorella. Los últimos poemas refuerzan la estética pop como No es otro poema de amor y Sin-Tetizador, pero también reflejan su ser político como Kinestesia, Mamita contó cuando 4 militares atentaron contra ella y su hijo y PNP le tira explosivos a los que no queremos que liberen al ex presidente: este mundo ya no es un meme / la pista se ha hecho también para guerrear así, en favor de todes.
Recomiendo la poesía de Fiorella Terrazas porque desde su frescura y autenticidad propone una poética millennial profunda, hiperconectada e hipersensible sin desprenderse de la dulzura. Quizás no sea la voz de nuestra generación, pero es la voz de quienes nos conectamos y desconectamos para sentir que todavía somos parte de algo y de alguien.
Pudes adquirir los poemarios de Fiorella Terrazas escribiéndole a: terrazasespinoza@gmail.com