Cuatro poemas de la escritora Ninfa María:
El lenguaje olvida
El lenguaje tiene una lista de cosas pendientes:
- Hacer que el amor no suene cursi
- Que lo místico no suene chanta
- Exprimir almas analfabetas
- Calar atrocidades de manera indolora
- Inducir a la calma con un par de versos-pastilla
- Que los opuestos no lo parezcan
- Cambiar al mundo
El lenguaje, en su desorden de biblioteca amarilleada revuelta por todes con libros imposibles de tantas veces subrayados y tachados dice -mientras inclina sus anteojos con la mano olorosa a siglos y siglos de dar vuelta la página-: Encontrar el momento exacto y la palabra precisa no es fácil
Ya cansado de buscar, juega al azar
esperando que aparezca la FRASE MESÍAS
espera esa frase, la única
que se repetirá por todos los confines
en un eco de umbrales eterno
que finalmente lo absolverá
de todos sus errores y juicios recurrentes
Así, patriarcal
echa más leña al fuego
y pone espinas en las letras
para nunca romper la cadena
de sustitutas de eso que nunca llega
Sigue anotándolo todo en la presión de SABER o POSEER algo (es la urgencia de las personas por marcar territorio) ¿Qué es mío? se preguntan dejando al tuyo todas las faltas
Se replica un grande y vacío ¿Quién soy? ocupa todas las líneas absorbiendo toda respuesta genuina
Estimados señores burócratas de la lectura y la escritura:
si el lenguaje no está tachando su lista
¿qué hace en realidad?
¿Olvidar todo y aprender como si fuera la primera vez? ¿Olvidar todo y nunca aprender? ¿Olvidar todo? ¿Olvidar?
Hoyos negros
Un ojo
Un ojo sacado
Un ojo sacado de órbita
Un ojo sacado de órbita flota por el espacio
se llena de luces, de estrellas y asteroides
se llena de luces, de estrellas
se llena de luces
se llena
convertido en nave
observa los cuerpos celestes
moviéndose en trayectoria tradicional
todo parece ir de izquierda a derecha
observa los cuerpos celestes
pero la nave es un ojo
ojito inocente
arrastrado sin darse cuenta
se da a la contemplación de todo
su pupila se agranda más
ojito inocente
la pupila crece
el hoyo crece y chupa
la pupila se cree hoyo
pero el hoyo es más fuerte
el hoyo es un gravoso
le hace navegar sólo
para tragárselo
la universa parecía infinita pero el ojo en el hoyo el hoyo en el ojo el ojo en el hoyo así la muerte no se creía queque
Derretida (poema al placer)
La vida se desfigura
los días pasan uno tras otro
las horas se gastan en el sol
el sol me gasta la piel
me quema
no tengo fuerza para salir de ahí
naturaleza mosquito
No hay más que
derretirse
en la sensación de ser sin palabras
no tener que decir nada
no tener que escuchar nada
Náusea me da miedo bajarme de la micro siento culpa por mi placer
Dejar que el sol incendie mis papeles me da culpa que el sol me ocupe ¡que me ocupe, dije! Me da náusea mi deseo
Mi deseo le pone un dedo en la boca a mi conciencia
ella pone los ojos en blanco
Es entretenido aplastar flores
el sol dice que me dará más
Hay otros placeres más tenues
no los quiero
Perdida en la forma olvidé mi contenido tengo una figurita entre mis manos precioso triángulo me paseo por sus lados a veces en pijama que no se rompa que no se rompa nunca, dije
De noche mis manos sudan y mi cuerpo tirita
llamando su luz
Soltar el triángulo
pasárselo a alguien más
Mis días no tendrán cause
se derramarán en tardes
en la nada
La nada me guiña sus ojos hipnóticos suenan como dulces dentro de una bolsa me caigo en ella
Es hermosa vive en mi techo resbala por mis brazos cuando toco el aire náuseas pensar que ella acabe mis ojos perderán el brillo La avalancha de cosas que aún no sé se hace más grande
¿Es malo desligarse de la desconfianza?
¿esa que abonó al miedo y le creció paranoia?
mejor no saber
¿Qué es esta náusea al tocar el triángulo? el sol se comió todo en mí
El sol me dice no florecerás lo miro tranquila sonrío
TANTAS VECES QUE MI CUERPO NO FUE MÍO
Tantas veces que mi cuerpo no fue mío
que demoré en encontrarme ahí
que me atrasé en saberlo persona
en sentir cómoda mi voz y mi sonrisa
ambas siempre colgadas de
la mirada de otros
pendiendo de sus intenciones o fantasías
con un nudo de ahorcado
que sofocaba mi incipiente capacidad
para cargar mis senos pequeños
Tantas veces no quise que mi cuerpo fuera mío
para no llamar a mal intencionados ni desconocidos
zumbando cosas podridas, nada nuevas
sembrándome musgo en la estima
Tantas veces quise no haber sido mi cuerpo
incluso después de haberlo llenado
porque la culpa y mi cara caída
sin poder mirar eso que se supone
no me corresponde
Tantas, tantas veces quise dejar este cuerpo
este peso de carne y hambre
amarrado con nudos marineros
lleno de marcas
Ahora tengo una esperanza de habitarlo
aunque le llamen error ortográfico:
Una pequeña letra quema musgos
como un sol relamiendo estimas
Detrás de ella, la pequeña,
hay miles de exiliadas del cuerpo
como yo
Nos fuimos donde las miradas no nos siguen a un territorio nuevo llamado cuerpa
Sobre la autora:
Ninfa María (Santiago de chile, 1985) actualmente poeta y performer, se formó como Psicóloga en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha materializado la poesía en diversos formatos, los que abarcan desde puestas en escena, tanto en espacios públicos como en eventos relativos a las artes, hasta realizaciones relacionadas con fotografía y recursos audiovisuales. También se ha dedicado a la danza con proyectos musicales tales como Ofrenda Musical por Trabajo Remoto y la obra de música contemporánea Satori, en creación del texto además de participar en la interpretación coreográfica. Ha participado del Laboratorio de Escritura de las Américas (LEA), auspiciado por la Fundación Pablo Neruda, del cual es Coordinadora durante el 2019. Es co-fundadora de los colectivos Piño Choroy, que interviene la calle con declamaciones participativas, y del grupo Slam Chile, que promueve esta modalidad de poesía en eventos de bar. Dentro de sus publicaciones se encuentra el poemario Líquida (Mago Editores, 2017), además de formar parte de diversas antologías (Poesía en toma y SECH Sin Fronteras, entre otras). El 2019 lanzó en formato virtual su proyecto visual El viaje, un diálogo entre poesía y fotografía.