Nicolás Barrasa (Caseros, Buenos Aires, 1983). Escritor, dramaturgo y comediante de Stand up. De profesión abogado y Magíster en Escritura Creativa graduado en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Autor del libro de cuentos La verdad acerca de los enanos de jardín (Ed. El mono armado) y co-autor de Lencería para payasos (Prosa Amerian Editores). Permanecen inéditos Un esmoquin para Luca Prodan (cuentos) y Escapar a los médanos (novela).
Ha recibido diferentes premios y menciones nacionales e internacionales tanto por su narrativa como por sus piezas teatrales.
En esta ocasión, entrevistamos al escritor Nicolás Barrasa para que nos cuente sobre su literatura y sus opiniones.
¿Cuáles son tus autores favoritos y por qué?
Bioy Casares (mi libro preferido es El sueño de los héroes), por las vueltas ingeniosas de su imaginación, sus textos avanzan con la velocidad e imágenes justas.
El gran narrador peruano Julio Ramón Ribeyro, porque muestra el mundo lumpen, el bajo fondo, las miserias a las que de uno u otro modo todos estamos expuestos.
Salvo por su último libro, que está a mi juicio fuera de la frecuencia de su obra y para ser franco no me pareció bueno, me impacta la narrativa de Samanta Schweblin. Cuentos como «Mujeres desesperadas», «Conservas», o imágenes sórdidas de su maravillosa novela Distancia de rescate, están destinadas a permanecer en mi memoria.
De Roberto Bolaño admiro el sacrificio de una vida en pos de la literatura y la impunidad de contar, por ejemplo, la previa de una pelea de box en cien páginas y que la pelea dure menos de media carilla. Recomiendo de él dos cuentos: «Dentista» y «Últimos atardeceres en la tierra».
Como lista, y para no extenderme cito a: Eugène Ionesco, Juan José Saer, Patricia Highsmith, Juan Villoro, Clarice Lispector, Herman Hesse, Osvaldo Soriano, Raduan Nassar, George Orwell y Eduardo Lalo.
¿Cómo empezaste con la escritura?
Empecé en la secundaria, me motivó una profesora que mostró una muy buena recepción a mis textos y entendí que podía sacarle el jugo a mi imaginación y que escribir me daba placer. Pasó un tiempo en que mantuve la pasión reprimida (estudié una carrera que nada tenía que ver con las letras) hasta que en 2004 concurrí a un taller literario en la universidad. Desde allí empezó un proceso de reafirmación (y re creación) de mi personalidad, en el que la literatura ocupa un lugar central, y que a su vez abrió otras puertas del arte: el stand up, la dramaturgia, y la actuación.
La literatura es un refugio, la conexión que se da cuando me siento a escribir calla todas las voces de mi cabeza (que como geminiano con ascendente en géminis son muchas) y logra que se armonicen para habitar ese espacio.
¿Qué te aportó la Maestría en Escritura Creativa?
Más versatilidad, sin duda. Fue una experiencia muy enriquecedora, estar en contacto directo y trabajar con escritores de primera línea. Además la oportunidad de sumergirme en géneros como la no-ficción, el relato cinematográfico y en especial me abrió el universo de la poesía con el cual era un poco esquivo al estar volcado de lleno a la narrativa.
Además, compartir con compañeros de distintas profesiones (desde abogados como yo, licenciados en letras, curadores, traductores, etc.) y con búsquedas de lo más diverso en lo literario.
Contanos sobre tu primer libro de cuentos. ¿Qué temáticas lo atraviesan?
La verdad acerca de los enanos de jardín aborda desde un infierno de tango, pasando por un cuento sobre la guerra de Malvinas, hasta la intrepidez de un tipo que va a devolver su vida al Registro de las Personas para que «la aproveche otro».
Son 14 cuentos, cada uno con su identidad, con su absurdo, con su realismo mágico, con su ternura y su crueldad. Me interesa que el lector se sienta interpelado, casi en peligro, pero que a la vez se quiera quedar.
Como tiene un tiempo, decidí dejarlo disponible para descarga gratuita en el siguiente link: http://bit.ly/2vWYlCG
-¿Qué comentarios recibiste?
Recibí muy buenos comentarios, de hecho hay cuentos que han recibido premios y el libro cuando era solo un proyecto obtuvo una mención como un todo.
Me gusta mucho cuando los lectores retienen o detectan detalles mínimos que son en definitiva los que enriquecen el mundo narrativo, y en especial cuando no coinciden en la elección de los cuentos que más le gustaron. Yo como autor tengo mis preferidos y creía en la previa que eran los de mayor impacto, pero la recepción en cada lector es de lo más variada.
¿Qué temas te inspiran como artista?
La soledad, el humor, los personajes que transitan la vida sin pensar en nada, la marginalidad, el amor, las pasiones y la propuesta del absurdo como un universo a construir y respetar.
¿Estuviste escribiendo durante la cuarentena? ¿Percibiste algún cambio en tu escritura?
Sí, estuve escribiendo, de hecho surgió un texto con bastante desparpajo, entre el relato y lo ensayístico que bauticé “Pandemic Mode” el cual va a ser publicado en una revista virtual pronto. Lo grabé y se puede escuchar en:
https://ar.ivoox.com/es/player_es_podcast_860837_1.html
Además, escribí un monólogo teatral breve de humor Deseos en la puerta del baño, que aborda la frustración.
Terminé algunos cuentos, corregí otros, y aproveché para crear los hashtags #MartesBarrasa en el que publico todos los martes un texto en base a una foto y un proyecto que empezó el año pasado #LecturasenlaBañera, los días sábados a las 20 horas, en los que leo textos con una pequeña introducción y cada 15 días entrevisto a un personaje de la literatura o de otras ramas del arte (músicos, comediantes, directores de teatro, actores, etcétera).
No creo que me haya afectado en la escritura, pero sí puedo decir que el manejo de la energía ha sido muy variable, es un día a día, y creo conveniente no forzarse demasiado, intentarlo, pero si la energía está baja siempre se puede esperar más viento a favor al día siguiente.
¿Cuáles son tus consejos para quienes se inician en la escritura?
Antes que nada: que lea. La lectura es la diosa del escritor, retroalimenta la imaginación tanto en el consciente con en el inconsciente.
Después, que juegue, que no se exija buscando resultados, en algún momento como fruto del trabajo y de una forma casi mágica se encuentra la voz, el estilo, la víscera imaginativa personal.
Después, que sea honestx, que escriba lo que quiera y pueda escribir, que no se deje llevar por las modas salvo que la moda lo represente, ni por lo micro, ni por lo macro.
Después, cuando haya ganado horas de vuelo en pluma o de teclado y se vuelva un profesional (pago o no) que respete la única regla: que siga jugando.