“Mis fotos no representan la realidad, son una especie de eco del mundo”
Sarah Moon
Sarah Moon es tan enigmática como los velos que cubren sus fotografías. Apenas sabemos algo de su vida, se mantiene siempre oculta para volcarse en sus procesos creativos.

Nacida en el año 1941 bajo el nombre Marielle Warin, fue una modelo de moda durante los años 60, fotografiada por maestros del género como Irving Penn o Guy Bourdin.
Su carrera como fotógrafa comenzó en los mismos camerinos, junto a sus otras amigas modelos, retratándolas constantemente. Tenía una sed insaciable de contar historias. Según sus propias palabras, ella comenzó a tomar fotografías desde su tierna infancia, aunque no fue años después hacia sus veinte años, cuando pudo por fin tener en sus manos una cámara fotográfica.
De estar en frente de la lente, pasó a estar tras el visor. Un cambio considerable en su carrera como artista que le permitió realizar imágenes de moda totalmente novedosas y fantásticas.


Generó una nueva perspectiva en donde presentaba a la mujer como un ser etéreo e inalcanzable. Fue criticada por exponer así a las mujeres en sus fotografías, pero lo cierto es que aportó una nueva visión de la feminidad en la moda.
Trabajó diferentes técnicas fotográficas. Quizá la más empleada y destacable sea la Polaroid, que muchas de ellas a día de hoy forman parte de su colección. Parte de estas fotografías las recoge la editorial Taschen en una maravillosa edición, «The Polaroid Book«. También realizaba solarizaciones o virados en sepia para lograr esos matices irreales, oníricos y por momentos «pictóricos».

(aparece en «The Polaroid Book» de Taschen)
Sarah Moon tenía costumbre de llevar consigo su cámara a todas partes por lo que documentaba todo lo que le parecía interesante. De alguna manera era una cazadora de lo surreal en la propia vida. En una de sus últimas exposiciones titulada «Now and then» se pueden ver varias de estas imágenes. La naturaleza engulle lo cotidiano. Los animales parecen seres de otro mundo que transmutan enfrente de la lente. Los árboles se transforman en seres espectrales mecidos por el viento. Un lenguaje maravilloso, realizado de una manera tan plástica que es inevitable querer tocar y sentir esas imágenes.
“Creo situaciones que no existen y busco la verdad en la ficción. Nunca fotografío la realidad.”
Sarah Moon



Durante uno de sus viajes, Moon tomó una de las que considera de sus fotografías favoritas, Seagull (gaviota). En una entrevista publicada en The Guardian en 2008, Moon nos cuenta su experiencia y de cómo de una forma maravillosamente casual obtiene esta extraña imagen. Esta entrevista nos acerca a su trabajo y a su forma de hacer y de vivir la fotografía, como un bello viaje de emociones.
“En realidad, la foto fue un accidente. La tomé en 1998, mientras estaba de vacaciones en Saint-Malo, en el norte de Francia. Era temprano en la mañana, hacía frío. Estaba haciendo fotos de la playa, el cielo, de algunas gaviotas comiendo pan… de cosas así, y luego esta pasó ante mi cámara.
No me llevé ningún sobresalto. Todo lo que recuerdo es que no quería sacar a las gaviotas con el cielo de fondo, así que encuadré el espacio, sin más. Entonces, y de repente, esta gaviota apareció en el momento en el que yo apreté el botón.
En ese momento no tuve la sensación de haber captado nada especial. De hecho, ni siquiera revelé la foto. Como era una Polaroid, solo puse el negativo en mi bolsillo y seguí disparando hasta acabar el rollo.
No fue hasta más tarde, ese mismo día, creo que antes del almuerzo, cuando me di cuenta de que todavía tenía el negativo en el bolsillo. Cuando vi la imagen positivada me quedé alucinada.
Al hacer la foto no había visto a la gaviota, todo fue muy rápido. El resultado era como un regalo, el ave parecía decirme: «Estoy aquí para ti. Saca la foto ahora». Por eso me gusta, porque simplemente sucedió.
Creo que es una buena foto. No lo digo a menudo. La imagen tiene mucha fuerza y es dramática. Tiene algo amenazador que me resulta inesperado porque yo no me sentía amenazada. Es un momento congelado de una situación muy extraña: una gaviota que te mira mientras vuela.”

Durante los años 70, Sarah recibió el encargo de traducir la fábula infantil de Caperucita Roja, (Le chaperon noir) en imágenes. El resultado es de lo más evocador, con un deje de suspense. Inspirado en el cine expresionista alemán, el pictorialismo y el film noir, crea una serie de fotografías narrando la historia de Caperucita en un entorno para nada rural, podría decirse que incluso contemporáneo.
Prescinde del rojo en esta narrativa, lo que hace que nos fijemos en otros elementos de la historia, aterradores, que nos introducen en las escenas.
“El blanco y negro es el color del inconsciente, de la memoria. Trata de la luz y la sombra. Es ficción. Es donde me encuentro a mí misma.”
Sarah Moon



Como puede observarse, y nunca mejor dicho, Sarah Moon ha ido conformando poco a poco un universo fantasmagórico y sobrenatural, partiendo de la realidad misma. Ella transforma todo lo que pasa por su lente. Sus fotografías de moda siguen siendo icónicas y su nombre sigue siendo mencionado en los círculos del género. Su estilo tan personal y característico no pasa desapercibido, y ha dejado huella, creando una nueva visión de la feminidad, el misterio y lo surreal.
Webgrafía:
- https://www.moonmagazine.info/entre-los-velos-del-misterio-la-fotografia-inquietante-de-la-fotografa-sarah-moon/
- http://ultimocero.com/cultura/2017/09/01/sarah-moon-mucho-mas-que-una-fotografa-del-mundo-de-la-moda/
- https://www.photolari.com/sarah-moon-la-fotografa-de-moda-que-cazo-la-mirada-de-una-gaviota-en-pleno-vuelo/
- http://losniniosdejapon.blogspot.com/2012/01/caperucita-roja-por-sarah-moon.html