Mitología del río (Vol. II): Transformación

Foto de portada: Mike Paredes

Los ríos transforman, pero también generan. Donde un río se seca, un desierto germina. Donde un río se desborda, el caos aparece, pero también renace la vida. Donde un río está presente, un oasis se mantiene. Nosotros no somos los mismos. Caos y misterio, miedo y temor, fascinación y atracción. Los ríos pueden comenzar con una gota: tan pequeña, tan simple. Para luego terminar volviéndose inmensos, tan grandes como el mar. Somos un río. Somos agua. Somos, tal cual Tales, seres que comienzan desde el agua. Los textos bíblicos dirán que al polvo volveremos, pero ese polvo terminará en el mar y se volverán hermanos.

Posiblemente, nos sentamos a mirar el río y haya un manojo de cadáveres en él. Sin embargo, no somos consciente de ello. ¿Cuántas vidas atrapamos en los versos? ¿Cuántos reinos hay en un poema? ¿Cuántos sueños y esperanzas se esconden en las composiciones líricas? Quizá tantas como gotas en el agua: miles, pero todas juntas.

¿Quiénes somos ante ese río?

Somos pescadores. Somos observadores. Somos asesinos. Somos ángeles. Somos todo eso y más. Porque cambiamos de forma, de dirección, de estragos en medio de la guerra. Somos ríos salvajes. Somos gotas de agua. Somod cadáveres que viajan sin pasaporte, sin necesidad de alguien que los reclame. El río nos alojará, nos arropará, nos dará de comer y beber. Nos abrazará y cubrirá del frío. Nos enseñará sobre el ciclo de la vida. Pero cuando todo acabe, ¿qué ocurrirá?

¿A dónde nos arrojará el río?

Al mar. A la deriva. A un terreno baldío. De igual manera, el poema nos arroja en terrenos inhóspitos. En espacios sin luz ni oscuridad. Sino en lugares donde el tiempo permanece intacto y donde lo Eterno se hace presente. Somos un río, somos un poema.

Por eso, dejemos que los siguientes escritos nos transformen en un potente río que transforma la realidad, nuestra realidad.


Akberén Elguezek (Kazajstán, 1980) Graduado de la facultad de Historia de la Universidad Nacional Al-Farabi de Kazajstán. Es autor de las colecciones de poemas con el nombre Kolenkeler kubiri (El susurro de las sombras), Sheksizdik syrtyndagy sham (Lámpara que está detrás del borde del infinito) y del relato Bolmagan balalyk shak (Infancia, que no hubo). Ganador del Premio Estatal de la Juventud “Daryn”, del Premio de la Juventud Republicana “Serper”, del Premio de Tolegen Aibergenov, ganador del premio público “Altyn Kalam”. Los poemas del poeta se publican regularmente en la prensa y en las redes sociales. Ha traducido al kazajo obras de Ivan Bunin. Dmitry Merezhkovsky, Varlam Shalamov, Vladimir Vysotsky y Guillaume Apollinaire. Actualmente ha sido publicado y presentado a los lectores un libro “doble” de poemas de Akberén Elguezek y Erlan Zhunnis.

Traducción: Alexandra Cheveleva Dergacheva/Iván Martín Cerezo
Estos poemas aparecen en la selección de la Antología de la poesía moderna en Kazajstán (Visor, 2019).

Elegía nocturna

En el cuarto tranquilo la noche divide el velo.
Todavía no hemos nacido en este soneto.
Nuestras miradas, un largo otoño de otras orillas.
Y balando están sobre el ataúd del poeta…

No venimos al mundo con este eterno dolor,
Tal vez hemos pedido a Dios que nos cree distintos…
Este cuarto de suaves bemoles es abrazador.
¿Y por qué lloramos como si estuviéramos vivos?

Tú y yo casi nunca nos vemos en este pesar,
En los incomprensibles matices del lúcido duelo.
Esta habitación es la gota opaca del mar,
Y los tiernos acordes de extrañamiento eterno…

Por la vela de cera podríamos deambular,
Como sombras ligeras, y desvanecer con la llama.
Si en este rincón invisible está el hogar,
¿Por qué, tan perdidos y desesperados, lloramos?

Pesadilla nocturna

Los cuervos de mi sueño son tan negros,
Incomprensibles e incongruentes.
Están graznando como mis recelos
Y se convierten en mis pesadillas.
Luego hacen desgreñados nidos
En mi cabeza, bajan después
por mi subcortex, como palabrotas.
Y en el centro de mi mente existe
La hélice, que gira y me atrae
A las profundidades, dando vueltas.
En mi sueño, busco las preguntas
Llorando, encontrando respuestas:
Veo el hogar, que nunca existía.
En esta casa vive mi pasado,
Mis padres y hermanos que no saben
Y no recuerdan nada sobre mí.
En este patio viven las palomas,
Tan confiadas, picotean el grano.
Palomas azuladas de mis planes,
De mis ya enterradas esperanzas.
En esta casa siguen habitando
Mis padres, mi hermano, ya muertos,
Y mi hermana vieja. No puedo
Atravesar el lóbrego umbral…
Y hay una maleta en mi mano
Que se convierte en un perro negro…
El viento aúlla, cruje en las vigas
Tan inoportuno y acosador
Y los vecinos me están mirando.
Estoy errando por las cercanías,
Tirando la correa de mi perro,
Y miro, miro por estas ventanas,
Y no me sienten a través de ellas,
Solo mi padre una vez suspira…
Entonces yo, abandonando todo,
Me escapo al espacio voluble,
Como si fuera una ropa blanca,
Que vuela con el viento por el campo.
Y oigo el gemido de los llanos,
De las antiguas tumbas de mis padres.
Y me despierto. Estremecimiento,
Mi vieja lámpara está temblando,
Y yo, tocando la pared, entiendo,
Que mi habitación es la maleta,
Maleta negra de mi pesadilla.


Ali Thareb (Babilonia, Irak, 1988) es poeta y trabaja en la interpretación poética, además de practicar la escritura de artículos. Tiene tres libros de poesía en árabe y un libro en árabe y francés publicado en Francia en 2018 y también es compartido con antologías de poesía, incluso en francés, turco y árabe, fundado en 2014 con tres poetas de sus amigos (Mazen Mamouri, Muhammad Karim, Kazem Khanjar) (Milicia de la Cultura), que es un proyecto cultural poético que se opone a las operaciones violentas en Irak en sus diversas formas que incluye la lectura de poesía en los lugares más peligrosos de Irak en términos de actuación poética y también tiene proyectos independientes en el arte de la interpretación poética, su trabajo en Irak y vive en Suecia invitado para escribir.

Ladro demasiado

Ladro demasiado
Le ladro en la cara a mi padre
Ladro antes de las comidas
Ladro cuando mis amigos se van
Ladro antes de dormir
Ladro antes de salir a la calle
Ladro en la calle
Ladro cuando recuerdo cómo te llevaron de una pieza
Y enviaste tu cabeza hacia atrás en una bolsa de plástico

Le ladro a la televisión
Ladro mientras ahuyento a cualquiera que venga a nuestra casa
Ladro cada vez que veo a un niño
Cuando me río ladro
Cuando lloro ladra
Y cuando estoy enamorado ladra
Ladro en mi cuarto
Ladro solo
Yo ladro por mí mismo
por el hombre que solía ser

En esa herida de una casa

Esta vez
no perderás el camino a mi casa,
solo pregunta por el hombre
quien fue arrojado desnudo a la calle
por los milicianos hace unos meses,
su pierna rota
y su rostro se contrajo.

O pregunta por la mujer
que sigue buscando el brazo de su hijo
ya que lo perdió en una explosión.

Sobre la chica que tiene desde hace años
he estado demasiado asustado para salir
o del poeta, burlado todos los días
al pasar por las calles.

Pregúntale a cualquier niño que veas en tu camino
los niños nos conocen bien
azotan nuestra puerta todas las noches
y huyen.


Andrea Campos Parra (Concepción, Chile 1967) Poeta, editora y gestora cultural. Ha publicado los libros Un brumoso y arcano recuerdo (Correo de la Poesía, Valparaíso Chile, 1991) y Arar tierras heridas (editorial Summa, Lima Perú, 2016), ha sido publicada en antologías y revistas, chilenas y latinoamericanas, tales como 500 poetas latinoamericanos, antología Jueves Será editada por el poeta Omar Lara, revista Costanera publicada en Lima y revista Trilce, entre otras. Colabora en distintas instituciones y organizaciones culturales, actualmente preside la Corporación Cultural Altacura,  formada en el Octubre chileno por artistas y profesionales del Bío Bío y otras regiones latinoamericanas. En 2019, editó los libros Poesía Reunida de Carlos Mellado (1935-2019), Ediciones Lar (Literatura americana reunida) y, Entre Culturas, Selección de poemas y cuentos para la editorial de la Universidad Católica de la Santísima Concepción; a su vez coordinó el V Encuentro de poetas latinoamericanos en el Bío Bío en Octubre de 2019. Pertenece al legendario Taller Gredazul fundado por el poeta Carlos Mellado en Santiago de Chile en 1984 y a la Sociedad de Escritores de Chile desde 1991.

Aquí donde estoy siempre

Cuánto he muerto
aquí donde estoy siempre
en compás de espera
para quién sabe qué
cuando sigo muriendo
de todas formas
aún sin pandemia ni preguntas

No habrá más de ti
apenas lo que guardé
como tesoro
en un templo de diálogos
momentos irrepetibles
que dibujan mis surcos
y los algodones tiznados del cielo
aquí donde estoy siempre

La ventana enmarca
nubes negras
y soldados en la tierra
avizoro lluvia
que entrará por los techos
las alturas
para que nadie se salve

Cada una de sus gotas canta
a la memoria
vida y muerte
más tus zapatos
para conservar los ritos
en la nada de donde somos.

Palabras y palabrotas
que aprendió esta casa
se escurren por el lavaplatos
y caen hecho agua
sobre las vasijas de mi propia nada
donde vuelvo a preguntarme
cuánto he muerto
aquí donde estoy siempre

Suyai

La muerte es rondín de turno en este copioso invierno.  Suyai abandonó la vacante por repetidos atropellos; se fue lejos, no volvimos a verla.  Dejó olvidado un termo en su casillero que conserva agua tibia como un milagro y la usamos gota a gota, para espantar otras desdichas y sostener en pie estas casas.

El rondín me saluda esquivando la mirada, – quedamos pocas – le digo y pienso en el agua de Suyai, si apenas alcanzará para otras albas de la estación.  Levanto mi mano y sostengo la mirada mientras de impecable negro, se aleja silente para andar otras calles y nos entendemos.

Visitas no llegan, tampoco personas extraviadas en los caminos.  Nadie quiere arriesgarse, sobre todo en estas hileras poco iluminadas de la periferia.  Hay eso sí, algunas personas valientes allá afuera, con voz alzada preguntan dónde queremos ir, si a una gran fosa o al manantial que corre en los patios del origen Suyai.  A veces no sabemos responder, vence el hastío, catorce horas de noche confunden vigilia y sueño.

El tiempo igualmente transcurre, el día eleva más aves, la muerte se va cansando y el agua, por el contrario, se duplica en el rocío y tal vez alcance hasta una florida primavera. El rondín más seco y cansado.

Cuando la luna persuada la noche con luz infinita, será el día súbito y volveremos llakolen, a esas mismas casas donde nacen manantiales en los patios sin que nadie los note, salvo, las que vieron las flores en el reflejo del río que somos Suyai.


Antonio Nazzaro (Turín, Italia, 1963). Periodista, poeta, traductor, video artista y mediador cultural. Fundador y coordinador del Centro Cultural Tina Modotti. Colabora con las revistas italianas Fuori/Asse y Atelier. Es responsable de la colección de poesía latinoamericana de Edizioni Arcoiris Salerno. Colabora con la revista venezolana Poesía y la chilena Ærea.  Ha publicado, en 2013, el libro Olor a, Turín Caracas sin retorno (en italiano y español) y Appunti dal Venezuela. 2017: vivere nelle proteste, ambos libros por Edizioni Arcoiris Salerno. Ha publicado dos poemarios: Amor migrante y el último cigarrillo/Amore migrante e l´ultima sigaretta (RiL Editores, Chile; Arcoiris, Italia, 2018) y Cuerpos humeantes (Uniediciones, Bogotá, 2019). Creador y director de la colección de poesía italiana contemporánea Territorio de Encuentro, en coedición con Uniediciones Ibáñez, bajo el patrocinio del Instituto Italiano de Cultura en Bogotá. Es el director de la revista internacional y multilingüe Caravansary publicada por Uniediciones, Bogotá, 2020. En la India en el 2019, ha recibido en el Naji Naaman literary prizes 2019, el premio por la mejor obra social con el libro: Appunti dal Venezuela. 2017: vivere nelle proteste. Como traductor, estuvo a cargo del libro del poeta argentino Juan Arabia, edición bilingüe, Il nemico dei thirties (Samuele Editore, 2017); La noche/La notte, de Dino Campana (Edicola Ediciones, Chile, 2017); La lengua incansable/La lingua instancabile. 10 voci contemporanee della poesía italiana (Samuele Editore/Buenos Aires Poetry, 2018); Hotel la noche/Hotel la notte de Alessandro Moscé (Buenos Aires Poetry, 2018); la antología de poesía colombiana Generación sin nombre (Arcoiris, Salerno, 2018). Tierra y mito de Umberto Piersanti, En el umbral de Mónica Guerra, Las distracciones del viaje de Annalisa Ciampalini y Despojando raíces de Sandro Pecchiari todos por Uniediciones, Samuele Editore, Bogotá, 2019. También ha publicado, en colaboración con Pro Helvetia la traducción del libro de Fabiano Alborghetti Ecuación de la responsabilidad (RiL Editores,2019); y el libro Oltre il mare de Khédija Gadhoum (Edizioni Arcoiris, Salerno, 2019). Este año ha traducido y publicado el poemario Fárrago del poeta Marco Amore (Uniediciones, Samuele Editore, Bogotá), Jóven Poesía Italiana (fondazione pordenonelegge.it), Diario di un poeta recentemente divorziato de Luis Correa-Diaz (Edizioni Arcoiris, Salerno).

Todos los poemas son partes del poemario Diario amoroso sin fechas / Diario amoroso senza date (Fotonovela poética inédita)

***

he cruzado océanos
sobrepasado de un brinco Andes y Alpes
cruzado cafetales y viñedos
llanuras que se vuelven altiplanos
para alcanzar tu ventana
y quedar esperándote
con el gesto de un saludo
que acariciar

***

Querida Ele

en este páramo andino en la distancia miramos el teatro de la noche
las estrellas se han vuelto dibujos símbolos revelaciones de un porvenir
nosotros aquí bajo esta sombra oscura de la selva para protegernos de la luna
escribimos dibujamos intercambiamos latitudes y paralelos, leves caricias
nos tenemos de la mano  al subir, apremia la tierra los pies en la altura
ligeros como si camináramos sobre ese territorio que se abre
entre tierra y cielo al brincar del corazón
tu belleza ofusca al cielo y me da a cambio otro azul
que a pocos es dado sentir
te quiero, las estrellas se apoyan en los arboles
faltas, pasa una nube
Eres estrella fija


Borce Panov (Radovish, Macedonia del Norte, 1961). Se graduó de la » Sts. Cirilo y Metodio » Universidad de Skopje en lenguas macedonias y eslavas del sur (1986). Es miembro de la “Asociación de Escritores de Macedonia” desde 1998. Ha publicado: a) poesía: “What did Charlie Ch. Ver desde el reverso de la pantalla ”(1991),“ El ojo del ciclón ”(1995),“ Alto, Charlie ”(2002), “El tacto ”(2006),“ El acertijo del vidrio ”(2008),“ La Basílica de la Escritura ”(2010),“ Cena Mística” (2012),“ Vdah (El Aliento de la Vida) ”(2014),“ Los Silencios Humanos ”(2016),“ Uhania ”(2017),“ Shell ”( 2018); y varios ensayos y obras de teatro: «La quinta temporada del año» (2000), «La ciudad Doppelgänger» (2011), «Un callejón sin salida en medio de un callejón» (2002), «Homo Soapiens» (2004) , “Atrapa al sonámbulo” (2005), “Separado de la nariz hacia abajo” (2006) y “El cine de verano” (2007). También ha publicado libros de poesía en otros idiomas: “Particles of Hematite” (2016 – en macedonio y búlgaro), “Vdah” (2017 – en esloveno), “Balloon Shaving” (2018 – Serbio) y “Fotostiheza” (“ Fotopoesis, 2019 – búlgaro). Su poesía se publicó en una serie de antologías, revistas literarias y revistas tanto en el país como en el extranjero, y sus obras se traducen al inglés, ucraniano, esloveno, serbio, croata, búlgaro, francés, catalán, mongol, albanés, rumano, polaco, Idioma chino y danés. Panov trabaja como Consejero de Cultura y Educación en el municipio de Radovish, y también es Coordinador de Arte del «Festival Internacional de Poesía de Karamanov», que se celebra anualmente en Radovish.

Gato geométrico

Cuando la calle duerme
un gato geométrico
está vigilando el tráfico en el sueño

lo que tenemos en común es la luz del pasado
que nos llega como presente
y, sin embargo, la luz camina ahora mismo
en las patas del futuro

la geometría de la noche
nos toca como un soplo en el cristal
y el insomnio escribe sobre ellos
todos los sueños que no han sucedido antes
cuando la calle duerme
un gato negro pasa como una sombra gigantesca
sobre el grafito
que dice que solo los despiertos
no sueñes como autómatas

Juego de sombras

de repente
vi
una sombra
bailando
con su gato
repentinamente
la luna también,
vi el sol
jugando
con mi cuerpo
en
esta ciudad
la cual
nadie puede recordar
¿por qué?
La ciudad de las manos
se llama
cuando
a la gente de aquí
no he visto sus manos
recientemente
y
todo empezó
con un juego de sombras
en frente de
una
lámpara vieja
con
encarcelado
espíritu


Byron Ramírez ( San José, Costa Rica, 1997). Cursa la licenciatura de Filología española en la Universidad de Costa Rica, donde también realizó estudios en Filosofía. Se ha desempeñado como editor literario y articulista para instituciones como Editorial Estudiantil UCR, Revista y editorial Liberoamérica, CulturaCR.net y Nueva York Poetry Press. Ha participado en diversos festivales de poesía como el XVI y el XVII Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, el Festival Nacional de poesía en Turrialba, Costa Rica 2019 y el Festival de poesía de Fredonia, Colombia 2020. En el 2017 fue ganador del Certamen de Poesía joven organizado por la embajada de Estados Unidos en Costa Rica y en el 2018 obtuvo el primer lugar en el Certamen Nacional Brunca organizado por la Universidad Nacional Autónoma de Costa Rica (UNA) en la rama de poesía, con su libro Principio de Incertidumbre. Ha publicado Entropías (2018) con la editorial Nueva York Poetry Press en Estados Unidos. Gran cantidad de sus poemas han sido publicado en diversas revistas alrededor del mundo entre las que sobresalen: Revista Altazor (Chile), Revista El coloquio de los perros (España), Revista Materia Escrita (México), Santa Rabia Magazine (Perú), entre otras. Además, fue coordinador y editor general de la Antología de Nueva Poesía Costarricesense (2020).  Actualmente, su segundo libro se encuentra próximo a salir bajo el sello editorial Poiesis, en Costa Rica.

Hablabas de las moscas

Tus palabras llevaban las venas abiertas de algún verano en Nibiru,
el fuego del sur
y el llanto pueril de una Electra liberada.

Recuerdo tu constancia; esa paz con la que convencías a los otros
a creer en tus ocurrencias. Tu cabello
dibujando mandalas sobre los tres lunares de tu pecho,
única señal de Dios sobre la tierra.

Todo lo demás era del mundo y no importaba.
La poesía había logrado sacarnos los ojos hace tiempo.
Tú hablabas de las moscas, como quien enciende la radio
para evitar que el silencio se apodere de las cosas.

Yo te escuchaba desde el otro lado de la habitación
intentando responder
de dónde exactamente reconocía el peligro de tu asalto.
De alguna forma, me abracé a una espera sin respuesta.

Te juro que imaginaba a un pájaro estrellarse contra la ventana,
cuando entonces me llamaste
como si supieras de antemano la historia de mi nombre:
la tumba alzada en Hucknall,
el beso fortuito de una muerte
cayendo sobre el mundo en forma de soneto,
tu voz junto al aguacero, cara a cara,
una compasión tan antigua como el miedo y la ternura.

Las luces iban extinguiéndose conforme la gente se marchaba.
Ibas quedándote a oscuras,
hablando de las moscas.

-Tu recuerdo insistía en matarme por la espalda-

Yo iba quedándome así, absolutamente solo.
Era tu voz el aguacero
y mi cuerpo una bengala.

Dios cansado

Es en esta desesperación por liberarte del barro
donde confundo agua con aceite,
le entrego el fuego a las sirenas
y extingo toda oquedad en el caballo.

Olvido cómo darle soplo a tu figura,
tu ánimo se me cae de las manos
y entonces me encuentro suspendido
bajo el trémulo impulso del destierro.

Es en esta comunión fallida
donde descuido al rey de la mazorca,
extiendo una red entre los árboles
y estrangulo toda fe de las arañas.

Es en esta ilusión tan mundana
donde termino de aniquilarte para siempre,
asfixio tu idea en mi saliva,
te arranco de raíz mis pensamientos.


Chary Gumeta (María del Rosario Velázquez Gumeta, Chiapas, México, 1962) Poeta y Promotora Cultural de Arte y Literatura. Ha publicado libros de poesía y de investigación histórica. Su última publicación “También en el sur se matan palomas” (Edit. La Raíz Invertida, Colombia, 2019) Ha participado en antologías, festivales y ferias de libros nacionales e internacionales. Sus textos de la antología Voces de América Latina (Edit MediaIsla, E. U., 2016) son parte de la cátedra de Literatura en la Universidad Hunter College of New York. Ha recibido varios reconocimientos por su trayectoria. Su libro Llévate los sueños, déjame los recuerdos, ganó el fondo de publicación 2020 del CONECULTA. Dirige el fanzine YOMORAM JAYATZAME que promueve la literatura hecha por mujeres. Es Directora del Festival Internacional de Poesía Contemporánea San Cristóbal y coordinadora de Literatura en el Festival Multidisciplinario Proyecto Posh

Sesenta y ocho

No basta una sola voz por dolida y
sincera que fuese, para dar el sonido,
la significación, la dimensión misma
de los trágicos días vividos por los
mexicanos en Tlatelolco.
Elena Poniatowska

Lo único que escuché fueron gritos
gritos cercenados por las balas
balas que silbaban canciones de muerte.

El futuro
corre trastabillando por su vida
el destino alcanza a tomarlos de la mano
mientras una señora con angustiosa voz
llama a su hijo:
¡Emilio! ¡Emilio!
Él yace sobre el pavimento
en un charco de sangre
apretando el último suspiro.

En esos auxilios y lamentos
pasan unos encima de otros
alcanzan a llegar a la iglesia
buscan que Jesucristo
los esconda en la llaga de su costado.
Una sotana les cierra
la puerta de la salvación
son asesinados a quemarropa.

La metralla sigue
la plaza se tiñe de rojo
el color de la represión.

Los que logran escapar
se esconden en departamentos aledaños
son encontrados y masacrados por los soldados
les golpean el cuerpo pero no la conciencia.

Corren, corren como liebres asustadas
huyen del cazador
sigue la lluvia metálica
y caen como moscas sin alas.

Los heridos gritan
los heridos del alma gritan
los heridos de los ojos gritan
los sanos y salvos gritan.

El dolor es el viento
que vuela en ese lugar ahora
duelen los muertos
duele el alma
duele México.

Otro mundo

Para mis hermanos de Centroamérica
que persiguen al ave de los sueños.

Parto como las palabras
que no se dicen por no herir
silenciadas por el pensamiento.

Los recuerdos como mar que golpean el estero
se debaten entre olas
y yo, en este lugar, parado sobre mí mismo
cavilo tus quejas, tu pobreza, tu enfermedad.

Sé que allá hay un mundo
turbulento y salvaje
donde sobrevivir tal vez sea una mentira
o un ave que vuela al azar.


Davide Cortese, (Génova, Italia, 1994). Ha publicado la colección El rostro indígena en Planetaria. 27 poetas del mundo nacidos después de 1985, Taut, Milán 2020; la monografía Fuera de la libertad. Bas Jan Ader y los rituales del abandono, Edb, Milán 2017; un catálogo de dibujos intermitentes de Nature, Edb, Milán 2018. Algunos de sus poemas inéditos han aparecido en «Inverso – Giornale di Poesia». Es autor de reseñas de libros de poesía en revistas impresas y en línea («Nuevos temas», «Imaginación», «Rainews Poetry», «Golden Blog», «Trasversale», «Anthos», «Double Exposure Blog») y intervenciones de volumen en el dibujo.

Asma por aislamiento por condensación

Holgazaneando
todavía adscrito al sofá.
La cabeza da vueltas y cree
para hacer que incluso mi perro sea perezoso si ladra
amortiguado en las mandíbulas.
Cuantas presas en movimiento
pupilas en descarga motora.
Los días se deslizan juntos
en las afueras de la ciudad, un mensaje continuo
concentraciones dilapidas.

Que estaba apuntando a un fuego cruzado
dispersos en versiones anteriores,
Pensé que no me asfixiaría. Dos veces
almohada inútil.
El peso del cuerpo empuja a las plantas.
en el fondo de la respiración.

En presencia de R.

Los árboles reaccionan a la luna;
a la luz de fondo para oponerse
la elección de una fiesta: son
Montañas chinas.
El repetidor, entonces, no ayuda:
saltar sobre sus ojos
(carteles rojos) arriba
para unir el sombrero al suelo.
Pero no lo ves y preguntas cómo
que se acabe el bosque
en un teatro:

la mente es un erizo cerrado intermitentemente,
parece que si golpeas, da vacío.


Elí Urbina (Chimbote, Perú, 1989). Es autor de los poemarios: “La sal de las hienas” (Plectro Editores, 2017) y “El abismo del hombre” (Buenos Aires Poetry, 2020). Forma parte de numerosas antologías, entre las que destacan: “Plexo Perú, poesía gráfica Perú-Chile” (Editorial Quimantú y Casa Azul, Valparaíso, 2014); “Antología Primavera Poética, 2014” (Ediciones Summa y Universidad Alas Peruanas, 2014); “Antología XIX Enero en la palabra” (Gobierno Municipal de Cusco, 2015);  “Aislados, Dosis de poesía para tiempos inciertos” (Dendro Ediciones, 2020); “Espacio, me has vencido, Antología de poesía hispanoamericana, Segundo tomo” (El ángel editor, Quito, 2020). Así como de revistas: Θράκα (Grecia), Život (Bosnia), Fragment (Serbia), Репер (Macedonia), Nueva York Poetry Review (Estados Unidos), Altazor (Chile), entre otros. Poemas suyos han sido traducidos al griego, serbio, macedonio, francés, italiano e inglés. Fundó y dirige la revista de poesía Santa Rabia (www.santarabiamagazine.com).   

El sueño del exilio

De pronto me hallo solo
ante el verdor del bosque.
Bajo la luz del sol
camino entre la hierba.
Distante queda el caos
de la ciudad oscura.
El pulso de la tierra
circula por mi sangre.
Extasiado, me adentra
por un camino oculto.
La espesura del bosque
es umbrosa, dentada.
Por un pausado instante
el espanto me colma.
Pero una clara luz
asoma de repente.
Este es el centro
de la calma, el espacio
donde el silencio brilla
en toda su existencia.
Ya desciende la sombra
inquisitiva de la muerte
en espiral, veloz,
por sobre mi cabeza.
Yo busco, dentro
de la tierra, un espejo.

(De “El abismo del hombre”, 2020)

The nightmare

Como enterrado vivo
despierto de repente
sin movilidad ni habla,
tan preso, tan inerme,
bajo el peso aplastante
de una horrenda negrura.

¿Es acaso esta sombra
el perverso dominio
de una oscura entidad
hambrienta de mi vida
o es tan solo mi propio
cuerpo paralizado
por todo el vil veneno
de mi mismo odio?

Completamente tieso
oigo con inquietud
el ruido alrededor
de mi siniestra cama.

Cada punto del sueño
es un incesante ahora.

(De “El abismo del hombre”, 2020)


Giselle Lucía Navarro (Alquízar, Cuba, 1995) Poeta, narradora, diseñadora y gestora cultural. Licenciada en Diseño Industrial por la Universidad de La Habana y egresada del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Profesora de la Academia de Etnografía de la Asociación Canaria de Cuba. Dirige el Grupo Literario Silvestre de Balboa. Su obra ha merecido diversos reconocimientos entre los que destacan el Premio José Viera y Clavijo de ciencias sociales, Benito Pérez Galdós de ensayo, Edad de Oro 2018 de poesía para niños, Pinos Nuevos 2019 de narrativa infantojuvenil y David de Poesía 2019 que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ha recibido menciones en los concursos internacionales Ángel Gavinet (Finlandia, 2012), Poemas al Mar (Puerto Rico, 2012) y Nósside (Italia, 2019). Ha publicado Contrapeso (Colección Sur, 2019), El circo de los asombros y la novela infantil ¿Qué nombre tiene tu casa? (Gente Nueva, 2019). Textos suyos han sido traducidos al inglés, francés, italiano y turco, y publicados en antologías y revistas de Cuba, España, Chile, Bolivia, Italia, Francia, Turquía, Perú, Bangladesh, Kenia, Estados Unidos, Colombia, México, Finlandia, Venezuela, Argentina, Puerto Rico, India y Bélgica. 

Los que vendrán

Los que han acabado de llegar
nunca sabrán de nuestra desesperación,
sus venas ya han sido inyectadas
con sueros de promesa y gloria.
Los que vendrán
serán los genios y mediocres del mañana
y llevarán sobre la espalda
el peso de sus falsas diferencias.
Aullarán como perros hambrientos
sus ambiciones en nuestros oídos,
nos creerán tontos,
perdedores del tiempo y la vida.

Nosotros solo observaremos
del lado más seguro de la pista
y estaremos tranquilos,
dispuestos,
cuando se dirijan a nuestra puerta a preguntar
lo que muchos años atrás nosotros preguntamos.

(de Sombras bajo la piedra, 2015)

Cromosoma X

Una mujer que se dispara a sí misma
podría ser comparada con un hombre
y siendo mujer, si resucitara volvería a dispararse.

Dios nos hizo a su imagen y semejanza
y en nuestra herencia nunca estuvo ser sombra,
el problema siempre estuvo en la herencia del corazón,
que puede liberarte o construirte una jaula,
de ahí su naturaleza transmutable,
de ahí su aparente fragilidad.

Una mujer que se suicida fue un ser iluminado
aunque al morir reportasen que siempre estuvo loca.

Su vocación pudo haber estado en el gatillo
o lejos de todos los disparos,
pero una mujer no aprieta el gatillo por gusto,
no muere por honor u orgullo,
no hace la guerra.

A una mujer solo puedes matarla si le apuntas al corazón.

(De Criogenia, 2019)


Giuseppe Rigotti (Napoli, Italia, 1995). Autor de: Le Parole Oltre il Dialogo, Proverbi e Aforismi L’ Espresso 2014; Sottocchio “Per non dimenticare”   L’ Espresso 2016; Volontà alla Massa  L’ Espresso 2016; Sentimenti Zoppi L’ Espresso 2018. Es también el fundador della revista cultural  Italiana IL GIORNALIERO.

Solo pido un deseo

Solo pido un deseo petrificado
amar con todo mi ser con una
golondrina sobre mi cabeza
 
amar en silencio con generosidad
sin pedir demasiado
 
amar es tan cierto como cuando
decides pasar los cumpleaños
en el tiempo húmedo de los recuerdos
 
Solo pido un deseo petrificado
amar con todo mi ser con una
golondrina en la cabeza
 
estaríamos juntos, si lo deseas
dos buenas almas que todavía
juegan despiertas.
 
Mi alma que ofreces

Alma mía, pon tu
mejilla roja y rompe el timbre
de tu voz. No pido más
 
Hosanna amabilidad,
allana el camino para llegar
a mí sin pedir nada más
 
Yo soy ese pino robusto en
las acunadas manos de la tierra.


 Gladys Mendía (Venezuela, 1975) Escritora y editora. Sus libros: El tiempo es la herida que gotea (2009); El alcohol de los estados intermedios (2009, 2010 y 2020); La silenciosa desesperación del sueño (2010 y 2020); La grita (2011, 2020); Inquietantes dislocaciones del pulso (2012, 2014, 2018 y 2020). Su más reciente libro El cantar de los manglares (2018, 2019 y 2020). Ha editado doce colecciones de poesía. Es editora fundadora de la Revista de Literatura y Artes LP5 www.lp5.cl desde el 2004.

De La silenciosa desesperación del sueño (2010, 2020)

antes de la caída la levedad del vidrio

el vidrio estalla en la boca
sus minúsculas partes flotando
la lengua una minúscula parte
las ondas de letras suspendidas
tal vez la voz sea sentirnos

no hay direcciones
los mapas no sirven en las transparencias 
sin puntos de referencia soñamos viajar
tal vez llegamos a decirnos algo
tal vez no

del vidrio se puede ver el filo
algo azulado
algo de límite
estalla en silencio como la respiración
el tiempo son las minúsculas partes soñando que flotan
se creen transparentes
creen que vuelan
pero es la antesala a la caída

la medida es la tensión
las minúsculas partes arden entre el flotar y el caer
la tensión con la luz las hacen brillar
la tensión con el aire las hacen suspenderse

las minúsculas partes son los hormigueos del aire
sus bordes eléctricos titilando
breves heridas que se estiran en curvas
el ojo asiste se alarga como astilla y ve algo

Inédito

*
Teleexistir o no teleexistir
He ahí la cuestión


Javier Alvarado (Santiago de Veraguas, Panamá, 1982). Hizo sus estudios en el colegio Panama School y después obtiene el título de Licenciado en Lengua y Literatura Españolas por la Universidad de Panamá en el año 2005. Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía Joven de Panamá Gustavo Batista Cedeño en los años 2000, 2004, 2007 y 2014. Premio de Poesía Pablo Neruda 2004 y Premio de Poesía Stella Sierra en el 2007. Poeta residente por la Fundación Cove Park, Escocia, Reino Unido 2009. Mención de Honor del Premio Literario Casa de las Américas de Cuba 2010 con su obra Carta Natal al país de los Locos (Poeta en Escocia). Primer Premio de los X Juegos Florales Belice y Panamá, León Nicaragua.  Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán 2011.  Premio Internacional de Poesía Rubén Darío de Nicaragua 2011.  Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén 2012. En 2014, un jurado conformado por el poeta español Antonio Gamoneda, el poeta peruano Rodolfo Hinostroza y Julio Pazos de Ecuador, le otorgaron el Premio Medardo Ángel Silva a obra editada por su libro Carta Natal al país de los Locos. En el 2015 obtuvo el premio Ricardo Miró de poesía, máximo galardón de las letras panameñas. En 2017, obtiene el Premio Hispanoamericano de poesía de San Salvador. Premio Juegos Florales de Quetzaltenango, 2018.  Mención de Honor Premio Mundial de poesía mística Fernando Rielo 2019.  I Accésit del Premio de Poesía Virgen del Carmen en Alcañiz, España, 2020.   En 2020, una traducción de sus poemas y de la poeta colombiana Lucía Estrada, realizada por Russel Karrick, obtiene The Gabo Prize for Literature in Translations & Multilingual Texts juzgado por el aclamado poeta de Estados Unidos, Ilypa Kaminsky, organizado por la revista Lunch Ticket y Antiocn University Los Angeles.  Accésit del Premio de Poesía María Fonellosa sobre discapacidad organizado por la Unión Nacional de Escritores de España.  

René Char

Una estrella que se ha acercado, la muy loca, y va a morir antes que yo.
R.Ch.

Tú no has dicho nada, nadie dice nada, todos se callan sus muertes.
Algunos se atreven a marcharse después de mascar tus hojas de hipnos,
Buscando esos utensilios posibles para acumular la vida,
(La cuchara paralítica)__________(El plato ciego)
Y yo penetro en otra hipnosis
Cuando deambulo por tu poesía
En este nuevo espejo que la historia va a desertar;
Amigo en lo improbable,
En el incendio de la tundra donde se aprende a escribir
Y a discrepar contra la cacería furtiva o reglamentada
Cuando un cervatillo riela en la otra orilla,
Elegido por la circunstancia de la presa
Ante el ojo caníbal__________ante lo nupcial devastado
Y las noches podían concebirse a través de un prisma,
Leyéndonos a nosotros alguna argumentación por la metáfora o el lenguaje llano;
Ese intangible destierro hacia la originalidad, cuando se empieza a acostar
Tu poema predilecto,
En medio de los niños que ríen de gozo en la primavera de los poetas.
¿Acaso también no habrá un otoño o un invierno o un verano para esos seres
Que desechan el fárrago carnívoro, un arcoiris en el cuello, una rosa que grite de terror al saberse viva,
Tan roja en la alienación de la sangre, tan sanguínea en la prueba de ADN,
Una puerta falsa para esconderse y tiritar de fuego
Cuando nos encontremos__________cara a cara__________con el sucesor de Ulises
Tocándonos el destino de ser errantes en la condenación de las ínsulas
Y el mar sea ese mensaje cifrado que nos cuesta entender
Muy adentro, muy adentro de la botella rota que es el origen
Cuando nos posesionamos juntos del microbiótico espejo
Y hay una noche que sucede hasta encontrarnos en el vuelo del águila
Y todo sigue siendo noche__________más que noche__________que agujero negro__________que agujero lunar
Y allí estás tú en medio de los polvos cósmicos, en medio de las explosiones de asteroides
Y eres tú
Una estrella que se ha acercado, la muy loca, y va a morir antes que yo.

Muerte de un poeta naturalista

Esta es la primera noche en que el anciano, tomando su meditada lámpara nos dirá:
“Hoy empieza el ayuno por Seamus Heaney”…
Entonces, nos levantaremos de la mesa y soñaremos con las migajas del banquete de la jornada anterior.
Ya no queda agua, ni siquiera una brizna de algún alimento para las aves pendencieras.
Es la nostalgia de un cosechador sobre sus piñones de saliva;
Un toro inmenso que va aguardando la puesta de sol para ir a resoplar con las luces del terruño.
Yo aguardaré el paso del calor al frio observando el prisma del hogar y la danza de las luciérnagas sobre los contornos ágiles;
sobre estas pequeñas epopeyas donde un labrador puede ser Ulises,
Mientras haya metáforas hibernando con los animales en sus madrigueras
O rebullendo en medio de un estanque junto a los huevecillos de los anfibios, copulantes en su furia
Mientras se encienda alguna chimenea y el humo arengue
Que hay poesía sobre los marjales
Una rapsodia para la hambruna mientras arrancamos inquisiciones a las estirpes de la hierba,
Un intervalo de voces que entran y salen de las cocinas,
Horneando alguna tarta de cerezas o de frutillas del bosque para que el viejo Seamus
Vaya satisfecho a reencontrarse con los muertos;
Con William Butler Yeats y las almas generadas,
Limpiándose los labios luego y entonando un credo que se hinche como una levadura sobre los
aguajes y los páramos
Aunque no se tenga una litera en donde arrullar a la conquista,
Una espada gradual que vaya ascendiendo
Entre la grupa de plantas parasitarias,
Entre las cosas mortales que se culebrean por los campos de Irlanda,
Por donde avizora
El alpinista su último suspiro antes de tocar la cima;
Antes de encontrar el caldero con las monedas de oro y la continuidad del arcoíris,
Ese envejecimiento prematuro de nuestro pasado, de las clínicas boreales
En su tambor de carne viva,
Cuando en tu poesía oímos las detonaciones y los bombardeos en Belfast;
Y escuchamos también a una rana croar infinitamente en nuestro pecho, en nuestra cueva del
azar
Demarcando fronteras, recogiendo pequeñas imágenes del condado de Derry para engarzar en nuestros parietales,
En nuestros riñones colmados, en nuestras manos que toman un azadón para cavar en la tierra,
Para pulir esa música de las asombradas esferas,
Esa inclinación de reencontrarnos con nuestras generaciones enterradas,
Dispuestas a retoñar ahora que te observo sonreírme destapando la botella de leche y beber a grandes sorbos
Esa lactescencia del mundo
Para saber que estamos solos,
Para saber que estamos solos,
Para saber que estamos solos,
En ese dolor hirviendo de los mares poseídos,
De la lluvia ancestral,
De la tiniebla coagulada que tintinea en la escarcha de los tejados
Como una antigua herida
Que sigue supurando
Los eriales en nosotros;
Esa marcha caduca de los espejos como un secreto del aire,
Como la pieza de cacería llevada en hombros, que con algo de nostalgia mira el paisaje dejado atrás
Donde te has quedado copiando imágenes de la tierra,
Plagiando entonces la muerte de un naturalista.


José Zelaya (Tegucigalpa, Honduras, 1998). Psicólogo, cursa una segunda licenciatura en Trabajo Social. Fundador de la primera plataforma virtual hondureña de minificción. Ha sido galardonado en diversos concursos: I Concurso de Microcuento «Dentro de la botella», Universidad Nacional Autónoma de Honduras (2018), Concurso de Microrrelato «Días de resguardo», Centro Cultural de España en Tegucigalpa (2020) y Concurso de Microrrelato, Revista La Fabri/k/, Guatemala (2020). Forma parte de dos antologías de minificción: Pequeficciones, Antología Internacional de Minificción Infantil, Parafernalia Ediciones Digitales, Nicaragua (2020), e Historias Mínimas, Dendro Ediciones, Perú (2020). Sus minificciones han sido publicadas en diversas revistas digitales. Es miembro de la Asociación Nacional de Voluntarios de Arte y Cultura hondureña.

Mi santa

Corona pudiente
Mujer de flores
Sacrificios de mártir,
Manos bondadosas.

Vela de sacrilegio,
Luz de mis ojos,
Fui peregrino
De tu divina devoción.

Más ahora,
Soy un calvario,
Un crucifijo de lágrimas,
Perdido,
En la plegaria de tu boca.

I

El cariño muere,
La ilusión, desaparece
La incertidumbre
Me consume.


Karen Cayrat nació y vive en Francia. Ella es traductora y interprete (sus idiomas de trabajo son el inglés, el alemán y el español). Es la creadora y editora de Pro/p(r)ose Magazine, una revista literaria y cultural online que se publica el último domingo de cada dos meses. También se interesa a la literatura digital y está preparando una tesis doctoral en el Centre de Recherche sur les Médiations (CREM) de la Universidad de Lorraine.

35°30’N 12°36’E

El viento no es impermeable a nuestro dolor, a nuestro perdón, a nuestros sentimientos.
Seca las lágrimas de nuestras mejillas coloridas de melodías inciertas
Siente el Harmattan surgir contra ti, aferrándose a las páginas rotas en tu bolsillo de injusticia.                                                                                                      
Estación «Filles du Calvaire» piensas en esos últimos rastros tragados por el mar.
Bajo la rosa de los vientos, sus recuerdos son olvidados mientras acarician los lados de esta isla
bajo una campana de cristal, sus suspiros sofocados en el combustóleode las olas incomprendidas encallan contra ti.                                                                                                
Ante el vértigo de las imágenes impresas, te arfas, es el oleaje lo que te atrapa.
No hay sobrevivientes sólo cruces, desiertos, vidas destrozadas por el horizonte.                                                                                                                      
Siente tu corazón apretando mientras cortas las páginas de obsidiana, contando los puntos negros en el agua, las embarcaciónnes abolladas en silencio en las laderas de las noches sin aurora.                                                                                            
El exilio seguirá a los arraigos, a las selvas inhumanas.              
Aylan es el nombre de los dramas que nos tragamos.
Escucharemos este eco en las profundidades de nuestras penas.                                                                                                    
Mientras que el espinazo de los acantilados cavados por las aquas furiosas dirá el gancho de nuestro remordimiento, la impotencia de nuestras palabras, nuestras fronteras.
Queda la angustia que rumina el océano.

Epicentro 

Destruido por las nieves eternas, el silencio se ha callado.
Detrás de la niebla a los pies de los Annapurnas, en el hueco de los valles, en los campos de arroz.
Y no vimos a el monal colirrojo bailar,
Tampoco noté que las Azaleas se marchitaran,
Sin embargo, el silencio se deslizó bajo el dosel,
Bajo el hormigón,
Bajo las disculpas,
Esta es la Tierra.
No sólo su mano, la gleba.
El que está temblando, desgarrando.
Es el limo que se abre a…
Nuestros temores,
Nuestros abismos,
Nuestra gehena,
Es la Tierra, nuestra madre la que se está rompiendo.
Con ellos dentro los muros cayó,
Con ellos dentro, las Estupas han sido derrocada.
Tangerina de polvo en un laberinto de callejuelas
Como un espejismo sin aliento sepultado en el momento,
Caras que se encallan, esperanza suspende.
Bajo el hormigón,
Bajo las disculpas,
Los sentimientos se desmoronan,
No puede ver a los supervivientes encima debajo los escombros,
No se oye el dolor encima debajo las horas de oscuridad,
Los sentimientos se desmoronan,
No puede ver a los supervivientes encima debajo los escombros,
No se oye el dolor encima debajo las horas de oscuridad,
Miramos sin ver en el otro lado del mundo en temblores agregados,
Tu mano tiembla cuando ves su mano congelada en la lujuria de los escombros,
Vestigios de fisuras que se abren sobre nuestros miedos, nuestros poemas.
Abismos.
Heridas.
En un choque de silencio.


Lilia Parisí (San Juan, Argentina, 1978) poeta y socióloga. Pasó parte de la infancia en México y Chile. Participó de su primer recital de poesía en mayo 2017, en el ciclo Rumiar Buenos Aires. En 2018 fue invitada por el Ministerio de Cultura de Cusco, a participar de Enero en la palabra, Festival de Poesía del Sur Andino, integró el Festival de Poesía Joven Jauría de Palabras (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, mayo 2019), participó del Festival Internacional de Poesía de Medellín (octubre 2020). En 2018 conformó junto a otras poetas mujeres, la antología La sangre en las fiestas cortas, editado por Textos Intrusos (Mayo 2018). Parte de su trabajo reciente se encuentra en la antología Descosidas, (Buenos Aires, 2019). Es una de las organizadoras del ciclo de poesía Cordillera, estudia actualmente la lengua ancestral andina, Runasimi, y cursa la Maestría en Escritura Creativa en la UNTREF.

Nigredo

Desde hace
160 días con sus noches
no ruge el demonio alado
que sobrevolaba estas
las ciudades malditas
nadie mutila el origen mineral de lo viviente
y los pequeños seres
los que espiaron siempre
desde la delgada tenebrosidad de la infancia
bajan a diario
a intercambiar sus cristales y sus pieles

A mí
se me ha conferido el nombre de superviviente
Y las bestias
las que quedaron
las que todavía andan sueltas,
yugulan a los pequeños animales
les arrancan sus cabezas jóvenes y frescas
y como a un juguete precioso las observan
pero sin la voluntad
de la apropiación
humana.

La casa
que dejé ayer,
cuando aún me comprimía
en la celdilla asfixiante de la lengua,
está llena de insectos.
puedo verlos desde aquí:
llevan en sus patas antiguas escrituras
dejan la exégesis de su reino
en las orillas de las tazas que quedaron servidas
y que son ahora
estanques oscuros
silenciosos
en los que se dibuja
la Nigredo.

Primera canción a mi padre

Ese día me había peinado mi padre
como si fuera un hombre
dispuesto a subir a un caballo
yo
él
como una cabra
maté a alguien dijo
con las mismas manos de peinar
pensé
y yo de ahí
todo
y yo de ahí
los cismas los barrancos
sin aire
y por las mañanas
sin peinado
y los niños perdidos
de ese entonces que venían
los niños sangrantes de esos días
que venían a jugar
ponían la locura junto al dulce de la tarde
junto al cuchillo y al humus negro
de donde regresan sus manos
cada vez que mi padre me peina.


Luis Eduardo Barraza (Venezuela, 1990). Poeta y Licenciado en Letras. Autor de Calamarius (Valencia-España, 2018), Los días arqueados (Caracas-Venezuela, 2017) y Solicardia (Maracaibo-Venezuela, 2016). Ganador del Premio de Literatura Experimental del Sporting Club Russafa (España) y del Concurso Anual de Poesía Librería Lugar Común-Embajada de Italia (Venezuela). Poemas suyos han sido traducidos al inglés, italiano y portugués, y aparecido en distintas revistas literarias. Es creador y director de la Biblioteca Virtual de descarga gratuita https://poesiavzla.wordpress.com.

Todos los poemas a continuación pertenecen a un libro inédito llamado Impaces

3

Hacia el centro, y barbado; si bien disimulando
hacia el fondo

entrecortado por vertebradas sospechas, uno
consumiéndose indiscriminadamente ante su propia perplejidad
de ciego

como una pipa que se fuma
aunque ceci n’est pas une pipe, a sus treinta
sin velas por favor

y todos circulares y atentos

y después uno
haciendo canciones de solo entre vasos a medio tomar
y muy quieto

y adentro
la familia que uno es
y la que no también

siempre mirando desde lejos
sacudiendo y recorriendo los estertores de la fiesta
como una bestia informe

¿y a dónde vamos aquí ancados y en perspectiva?

se pregunta uno
aunque la respuesta sea la misma:

de no mirar espejos y lavarse la cara
el disimulo diario que lleva uno por rostro
enjabonarlo bien

mejor no preguntar es andar doméstico__________insular
mediterráneo en deambulaciones hipotéticas de frontera en frontera

de casa en casa
y más mudanzas y girasoles en la pared
nunca faltan

así / como caminando y regresando al agujero una y otra vez
porque su propio nombre carece de peso y uno también, lo sabe
porque uno es su nombre / aunque intente negarlo

mientras se intima

____________________[hace falta una pausa en medio del camino]

y aunque ya la hizo, o eso cree
nada está bien

porque no se puede andar comulgando con su propia escritura
injuriando cada letra y faltándole el respeto a la sintaxis
y a los otros

(a las guturales no, por favor –y sin velas)

y su alfabeto
y su ortopedia vascular

y sonidos van y vienen toda la noche

[quizá un libro de treinta –se dice uno]

y todos otra vez
circulares y advenedizos
no, no serán aún, hasta finalizar

y no es que uno niegue el peso de sus intestinos
entiéndase bien:

[la bicicleta que le cruza a uno el horizonte
no es solo una metáfora improvisada
]

y como eclosionando
uno se propone entonces trazar una línea larga y definitiva
como imponiéndose una vez más otra frontera
con su debido padre uno / y su madre
y la novedad de estar una vez más sobre la tierra

como eclosionando, uno
y lejos

con la frente sobre la mesa (disimulando)
y gracias, a todos, y sin mirar
y no se olviden de las botellas vacías
y la sangre coagulada____________________por favor

porque a pesar de todo uno no es el cadáver que se viste de seda
aunque lo parezca
y a veces lo reconozcan por la calle los niños
mientras compra un helado o un diurético_________y se esconda
o disimule entre pelucas
y se lama la oreja para despistar

no soy, se dice uno
con su padre a un lado, calvo y acusador
no soy, repite uno
el difunto que mastica y traga y regurgita el mismo simulacro
que a nadie importa

o debería importar

porque uno al menos debería ser un poco más que su sombra
aunque sus huesos y sus malos usos insistan_________y digan lo contrario

usted no es tal, señor vencido
usted es todo eso otro que lo ficciona y lo invisibiliza
sobre el papel

y hacia un mejor árbol
para hacerse una casa, uno
va, adentro y muy duro de rostro
perdiéndolo todo –y barbado–,  inmemorial en la caída

en el acto de vomitar playas
y fragantes corderos frente a los suyos

y sin pisar tierra ya
se decide uno, y a salvo

porque uno ya entiende que no es, ni será
y apenas si se obliga a mantenerse a raya
sin separarse un ápice de todo lo que lo desdice

limitado
e incompleto
entre la multitud distraída

para darse una vez más el lujo de tenderse en el aire, metamórfico
y simplista

como un ancla

o una mancha de semen

justo___a___un___lado___de___la___vida

24

Uno se prorroga tarde adentro mientras puede

insular________como si de tropicales
y transparentes playas indecible
se dejara arder en medio de la casa

junto al desorden de los muebles
o el desamparo de la ropa en los ganchos

meditabundo
entre el café de las 5 pm
y la conciencia de saberse respirar

otra vez

minimalista________pero hereditario aún
de los sueños y aspavientos que la sangre arrastra
riñón abajo junto con los desperdicios del día anterior
vía retrete

más limpio uno ya
supone, y dúctil ahora bajo la luz
y el desenfado de la regadera

en el ejercicio de estimularse
y hacerse hábil en la deposición de sus armas
contabilizando las arrugas y los miedos
sopesando la flacidez de un cuerpo demasiado viejo
para la sed de las uñas

verificando la arritmia crónica de los semáforos y los cuchillos
que se ocultan bajo el pellejo

pero tonal y hegemónico________a pesar de todo y la memoria
de súplicas noches y lágrimas
casa atrás
ante la figura de un rostro en cruz
en una jerga-idiosincrasia de lázaros días
con los ojos entreabiertos
y la mano tendida siempre al amanecer

Uno todo a tientas y arrepentido / riñón abajo

con la cabeza fija en el suelo miope y descalzo
de su andadura presocrática

como pidiendo explicaciones a las piedras
o como tratando de encontrar en ellas

________________el resplandor de una ventana


María Del Castillo Sucerquia, (Barranquilla, Colombia, 1997), es una poeta bilingüe, escritora, tutora, médica oriental (Neijing, España) y traductora (francés, Inglés, italiano, portugués, español y alemán). Con experiencia en radio y actuación (teatro y cine).  Ha participado en numerosos festivales de poesía, recitales, foros, conferencias y encuentros culturales. Sus poemas han sido traducidos en diversas antologías, revistas, periódicos y sitios web nacionales e internacionales (Filogicus, Libresta, María Mulata, Bharatha Vision, Alaraby Aljadid, Azahar, Atunis Poetry, El Heraldo, Muelle Caribe, Crisol, Uttor Kota, Sol y Luna, Protikotha, entre otros). Y traducidos al canarés, árabe, urdu, bengalí, griego, rumano e inglés.  Colabora como traductora y columnista en las revistas Vive Afro (Colombia), Altazor (Chile), Cronopio (Colombia), El Golem (México), Cardenal (México), Poesía UC (Venezuela), Palabrerías (México), Mood (México), Revista Digital de Artistas (Argetina) y otras.

Sol-edades

No pierdo de vista tu belleza por
los pies grandes, montuosos
que acarrea tu sonrisa de
abeja en lila

camino a mi pecho

me despierta el azote de ronquidos
y me echo a galopar por tu rostro
de momia boquiabierta
cada mañana
nace oro el alba

desprecio la cúspide de la montaña
si mido tus manos silvestres
que rodean declive a declive
el éxtasis de mi caída

en tu vastedad
Jinete de espigas

no olvido tu belleza por
el miedo a la muerte
el sueño perdido
la herida de antaño

¡estás de atar, mi trigo amado!

a la perfección me describe
el pan tibio y tierno de tu ser

no me distraen cicatrices
patas de gallo
o la calvicie que te hace llorar
esconderte en mi crin

te inspira a ser monje
en el claustro de mi arcano trote

del pez bailarín de tu juventud
sólo quedan saltos
temblores, apretones
al dormir

o navegar mi lago jazmín
bálsamo primaveral en
el monte de tu noche

la uña del pulgar que llevas
encarnada hace décadas
y se pronuncia cuando el jugo de limón
se desliza de mi seno

la muerde
te arde
relinchas eses

he de amarte, Eros
simiente del Alma mía
aunque seas espejo de mis vicios
y desee romperte

no verme siempre

suma la edad de tu sol al mío
y como niño sapiente ven
al manzano de mi regazo

retorna a tu fuente.

Con-ciencia

Pierdo contigo el tiempo
amor tardío

la memoria se suicida ante la inocencia
amantes apresuran el hallazgo del olvido
bitácoras susurran dolor y mortandad

se aja el pasado en tu vainilla

me perpetúas bálsamo en
el terrible precipicio del
amar es ser

rememoro el sol oculto
tras la plata del día
reloj tirano, dantesca manecilla

instante a instante renazco
canto del segundero
rompe su vaina el silencio
arrebatas momento a la fantasía
y al recuerdo

hierofante de esfinge infinita
vigía del sueño
abre tus ojos de vaca
inaugura mi verbo

enciendes gravedad en el presente
me anclas al rojo del clavel

en tu barca coexisten
nacimiento y muerte
triunfo y sacrificio
tu cuerpo con el mío
vacían cristales del ayer

¡ya no lloran los Ángeles!
arden horas en vaivén

tuve un largo bostezo antes de ti:
la arena se desliza oro

en la cintura del Elohim.


Milla van der Have (Países Bajos, 1975) es un Géminis. Su trabajo ha sido publicado en varias revistas literarias, tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido. En 2016 se publicó Ghosts of Old Virginny: un libro de poemas sobre la ciudad de Virginia, Nevada. Milla vive en Utrecht, Países Bajos con su esposa y 2 conejos (que a veces aparecen en sus poemas)

Pensé en mencionar

Hay una especie de pequeña historia en la que soy sombra
sorprendido por su propia oscuridad · este nacimiento · este
campo cubierto de malezas estelares y etiqueta

a lo largo de las verdades: me he vuelto tan retorcido como lo que me nutrió

donde los días son locura y largas cadenas arrastradas por arenas no
el desierto se mantendrá y todos los padres han perdido su camino · se han convertido en palabras
como el vidrio de chuchería y ningún arbusto hará chispas para aligerar su carga

ves que el patrón siempre se rompe en el mismo momento exacto, en el que
te atreves a respirar y verte verdaderamente a ti mismo por lo que eres · un mito

y los mejores mitos a menudo se olvidan

como el de la chica que roba el sol y lo usa como pedrería en su abrigo
o el que finalmente acepta la madre · o el del blues de horquilla
o aquella en la que los peces nadan río arriba para dejarse atrapar en las redes y luego
Hablar pocas veces escuchado, pero verdades extrañamente derivadas.

como toda mamá hace un asesino · una pequeña bola de calor descontento
como un erizo o algo peor · una máscara que ya no se puede quitar · sangre
que fluye como cualquier vieja voluntad de hierro y un niño no sirve a menos que

se repite en distorsión

A mi abuela no le gusta cuando bailan

no le gusta cuando las caderas giran hacia lo inmóvil
no le gustan sus manos para los platillos, no le gusta
el gran sonido por el que el mago escapa
al final

no le gusta el humo solitario que se eleva
para significar otra victoria contra el tirón
la única fuente de gravedad

a mi abuela no le gusta cuando bailan

§

a mi abuela no le gusta cuando bailan, cuando los pies
convertido en pacto, cuando los nombres antiguos son llamados y
hay alabanza en la sangre, cuando hay movimiento y la alegría
no del regreso sino de la partida, del desmayado
expectativa que se despliega como una bandera como un velo que se levanta
desde el corazón y sin embargo nada está claro por delante

a mi abuela tal vez le gusten los estanques de reflexión profunda
la imagen congelada tan vasta en las raíces no hay imagen
en absoluto, sólo una silenciosa e inerte desesperación, una retención
más lento que las rocas, con mandíbulas más decididas
que las edades, que ella recuerda

como es que las cosas nunca se quedan cerca

__________como es que las cosas nunca se quedan en su lugar
__________a mi abuela le gustan las cosas
__________ordenado y sin levantar

__________la harina aún no se cuela en la taza

§

a mi abuela no le gusta cuando se tocan
no le gustan las maravillas de la mente de la edad de piedra, las grandes manos fuertes de la medianoche
que tragan saliva alrededor de la cintura y se levantan en un arca gigante de placer
no le gustan sus hombres con ojos de café, con bocas de almíbar
no le gusta cuando suplican, no le gustan sus cenicientas quejas

los hombres se quejan tanto, se sabe

sus quejas llenan océanos, abordan barcos
navega por fronteras desconocidas y mientras tanto
lo que queda en el mundo pero lecho de roca
apuntalando nada

§

a mi abuela no le gustan las trompetas ni las grandes arenas que se estiran
entre migraciones de antaño, mi abuela no piensa en Jericó
debería haber caído a unos pocos cuernos, no le gusta cómo se tejen
sus mortajas, no le importa su tonalidad

una vez, en un bosque se reprodujeron registros
y bailaba ahí, faldas en llamas
ojos de fuego y descubrí con qué facilidad
la música puede romperse, mi abuela
no le gusta como la edad tonifica todo

abajo, aunque ella jura
no había nada para empezar, se olvida
sobre ese día desplegándose como sábanas

y la música de mi abuelo flotando
sobre la cara del verde

§

a mi abuela no le gusta cuando se tocan
el amor cauteloso y salvaje
el amor que ya no se muerde la lengua
la canción que no puede dejar de decir su
nombre, brota de cada folículo

y he aquí que de la montaña se rompió
mi amor vino corriendo como animales
salvaje como un niño que aún no puede creer
hay un premio que pagas por la libertad

por las señales del aliento


Nicolás Peña Posada. (Bogotá, Colombia. 1991). Literato y Maestro en Arte de la Universidad de los Andes. Magister en Creación Literaria de la Universidad Central. Actualmente es docente universitario en la Fundación Universitaria Konrad Lorenz donde además dirige la revista Suma Cultural. Ha publicado los libros: Mi madre es la única que lee mis poemas, Cocinar no es para todos los poetas y su tesis de maestría titulada: La abuela nunca llora cuando corta las cebollas. Sus poemas han aparecido en la Antología de poesía joven de Bogotá: Pecados capitales, libro editado por ediciones Exilio, y en diferentes revistas nacionales e internacionales, entre ellas: Raíz invertida, La otra (México), Sombralarga, Otro páramo, etc. Es coeditor y cofundador de Ruido ediciones, editorial independiente de Bogotá.

Afuera están matando personas

Afuera están matando personas
como nosotros, María
tienen este mismo corazón
que se hincha con la lluvia 
llevan nuestros ojos negros
y también comen pan en la mañana
A diez cuadras una mujer
ha dejado de respirar
y ahora besa el piso en silencio
como si fueran las manos de su hijo
Lo que dijiste alguna vez parece cierto:
este país está condenado a la violencia
No sabe uno qué hacer cuando se levanta
dónde alojar la piel
bajo qué árbol sentarse a cantar
en qué horario hacer silencio y pedir perdón
No sabe uno limpiarse las manos
alistar la muda, salir a trabajar
quedarse callado, escribir un poema
eso no sirve para nada
me dijo el otro día un amigo
¿escribir un poema para qué?
¿qué hace un poema en un país con hambre?
¿qué hacen unos versos contra un ejército ciego?
¿qué puede un poema cuando el cuerpo
es un animal que huye y se desangra?
Amarnos, María, tal vez amarnos
sirva de algo en estos momentos
Hay personas que lo han perdido todo
hay mujeres que no tienen brazos
y se acuestan en el pasto
a esperar un diluvio de granizo
hay niños que han quedado huérfanos
y buscan entre la basura sus nombres
hay ancianos que piden comida
en los bordes afilados de la noche
hay una luz que llora al medio día
y se derrama sobre nuestras cabezas
Dicen algunas personas
que ya no tenemos miedo
pero yo sí tengo miedo, María
de que un día no vuelvas
porque te llevaron los policías
mientras caminabas por la ciudad
de que un día, como tantos,
tu cuerpo no valga nada
y te rajen y te rompan y te olviden
en cualquier potrero
en cualquier sonido de pájaro extinto
de que un día la vida pase a un segundo plano
y los muertos ya no tengan
un espacio bajo las piedras
un lugar para descansar
una esquina con flores blancas
Tengo unas manos que en las mañanas me ahorcan
tengo unas rodillas que se quiebran con el viento
tengo unos dedos que desesperadamente
buscan algo para sostener
Yo si tengo miedo, María
y me aferro a tu cuerpo
como a un amuleto antiguo
me aferro a tu cuerpo
para andar por estas calles
me aferro a tu cuerpo
para sobrevivir a las largas horas
de esta interminable circunstancia del café
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde
yo no sé si eso es cierto, María
a veces me pongo a llorar en el bus
a veces me cuesta sonreírles a mis padres
a veces las palabras se me pierden
se me enroscan, se me vuelven humo
María, hay un país en mis manos que se abre
hay una herida en las plantas de mis pies
que todos los días crece un poco más
hay un mapa de fuego en mi espalda
y me voy volviendo ceniza
Amarnos, tal vez amarnos
para hacerle frente a los hombres
que andan de noche por los barrios
dejando cartas de muerte en las puertas
amarnos para poder sostenernos
y que nuestros huesos todavía
no se vuelvan piedras secas y mudas
amarnos, María, amarnos
como única forma de aplacar
esta tristeza negra que aletea
como mil polillas en el pecho
Afuera están matando personas como nosotros
afuera el cuerpo es un campo de batalla
afuera la vida es un milagro oscuro
afuera los que ríen apagan el sol
Amarnos, María, tal vez amarnos
para poder caminar juntos a un día
donde la tierra deje de ser un abismo
al que van a parar todos nuestros amigos
____________________antes de tiempo

Llegan los policías

Llegan los policías
de a diez de a veinte
llegan los policías
con el ruido de sus motos
con sus cascos verdes
con sus afiladas sonrisas
llegan los policías
golpean a las mujeres
las arrastran del pelo por las calles
las violan en los CASI
detrás de las iglesias
en la oscuridad de los parques
llegan los policías
roban a los niños
les quitan los dulces
les arrancan los brazos a sus juguetes
les queman las loncheras
llegan los policías
tienen bolillos, tienen erecciones
tienen teasers, tienen los dientes sucios
un olor a moho en las axilas
llegan los policías
rompen piernas, narices, brazos
hacen hogueras con los libros
de Fernando González
pasan por encima de los cuerpos
sacan los ojos de los estudiantes
ríen los policías
en su miseria ríen los policías
en manada como perros ríen
ríen con sus armas de fuego
los policías ríen en las estaciones
ríen mientras piden sobornos
ríen en los barrios donde crecieron
y donde ahora insultan a sus amigos
allanan las casas de sus primeras novias
roban las tiendas de sus cuñados
no tienen amigos los policías
no leen los policías
no saben qué es el amor los policías
los policías tienen rabia
con ellos mismos
con los poetas
con las abogadas
con los skaters
con los raperos
con los médicos
tienen rabia los policías por ser policías
y entonces van al sur y lanzan piedras
rompen las ventanas de los carros
de sus abuelos
lanzan gases lacrimógenos en los colegios de sus propios hijos
odian los policías los derechos humanos
odian la vida los policías
se odian a ellos mismos
golpean a los mendigos cuando caminan por la ciudad
cuando fuman bajo los puentes
cuando se reúnen en las esquinas a compartir comida
le tocan las tetas a los travestis los policías
se masturban en espacio público
pensando en las subversivas
que acaban de encerrar
están solos los policías
lloran a escondidas
cuando nadie los ve lloran
cuando van al baño lloran
cuando ven el noticiero y la novela del medio día lloran los policías
lloran porque nadie los quiere
lloran porque les tiemblan las manos
lloran porque sus padres
ya no los invitan a comer
lloran porque ya nadie
quiere jugar fútbol con ellos
lloran en silencio los policías
porque no los invitan a los asados
lloran los policías en navidad
lloran porque nadie les pregunta cómo están
lloran porque nadie los abraza
lloran porque nadie les da besos
los policías
de a diez de a veinte de a cien
se sienten solos
por eso siempre andan juntos los policías
no piden perdón
Dios se esconde cuando ellos rezan
llegan los policías
de a veinte de a treinta de a cien
y todos los pájaros se van
y todas las ratas huyen
y todos los ladrones se esconden
nadie quiere a un policía
por cada policía
hay una persona que no llega a casa
por cada policía
hay una persona que olvida su nombre
por cada policía
hay un niño que no vuelve a ver el sol.


Noelia Arancibia Flores (Sucre, Bolivia, 1987), es Magíster en Administración Pública Empresarial por la Universidad de Coímbra (Portugal), cuenta con diplomados en Docencia para Educación Superior por la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca (UMRPSFXCH) y Derecho Procesal Constitucional por la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), es abogada y licenciada en Idiomas (inglés- Francés) por la UMRPSFXCH. Comenzó a escribir y leer poesía a los 13 años, formó parte del taller Poetangas dirigido por Gustavo Cárdenas Ayad y Juan Murillo Dencker, participó y organizó lecturas poéticas en varias ciudades de Bolivia, Portugal y Chile como parte de la Editorial independiente “4Nombres Cartonera” y como parte del movimiento poético “100 Thousand Poets for the Change” (100 Mil Poetas por el Cambio) . Ha publicado algunos poemas en libros con varios autores entre ellos “Letras Frescas 2007”, Letras Frescas 2008” y “Poetangas” (2016). También cantó en varios coros como la “Coral Antonio Auza Paravicini” (Sucre- Bolivia); y el “Coro Sinfónico Inés de Castro”(Coímbra- Portugal), como en varias bandas de rock bolivianas entre ellas “Laguna Mental” de la ciudad de Sucre y  es voz principal dentro del proyecto acústico de guitarra y voz “Trece cero tres” con el guitarrista Álvaro Dávalos. Entre los méritos y galardones destacados: “ Tercer Lugar en el  IX Concurso Literario Estudiantil en el Genero de Poesia”, 2007,  certificado otorgado por. «Fundación Cultural LA PLATA». “ Tercer Lugar en el  X Concurso Literario Estudiantil en el Genero de Poesia”, 2008, certificado otorgado por. «Fundación Cultural LA PLATA» Certificado  otorgado el 7 de Abril del 2009. Organización de la lectura mundial “100 Poets for the Change” fecha 26 de septiembre  y 16 de octubre de 2015 (Coimbra, Portugal), 12 de septiembre de 2015 (Sucre- Bolivia) y 24 de Septiembre de 2016 (Sucre- Bolivia). Organización del Encuentro de Editoriales y escritores independientes “Letra Suelta”  en su versión I, como parte del XVIII Versión del Festival Internacional de la Cultura en Sucre- Bolivia.

Linaje femenino

Cuatro generaciones
germinadas
en un espiral.

Mi abuela Blanca:
presencia etérea,
que cuida mis pasos.

Mi madre:
amor puro
desde el ángulo
donde lo mire.

Yo:
ser en construcción
sanadora del pasado.

Mi hija:
milagro de amor
mi compañera de vida.

Lazos entretejidos,
evolución sanguínea
tierra que germina
vidas de mi vida.

Príncipe verde, que algunas llaman azul

Príncipe verde, que algunas llaman azul
toda innovación gadget
que tu imperio pueda alcanzar,
Iphone, Imac, Iwatch, Ipad, Ipod,
Ibolsillo, Icabeza.

Príncipe verde, que algunas llaman azul
amor de plástico, amor basura,
amor de batería de Smartphone,
amor de aplicación de citas.

Príncipe verde, que algunas llaman azul                                               
en la verde felicidad escodes tu falta de hombría,
caminas por la vida con una sonrisa de hojalata.
sale a la luz tú verdadero “yo macho man” de escuela latina
y el miedo de encontrarte un día solo sin tus verdes.


Pratyusha Sarkar (India, 1995), poeta, escritora y locutora de Bengala Occidental, India. Le gusta escribir poesía renunciando a la definición real para inflexionar una nueva dimensión. Escribe tanto en bengalí como en inglés. Hay cuatro libros de poesía y un libro de cuentos escrito por ella. También tiene muchos trabajos de traducción y escribe poesía en inglés y bengalí en varias revistas de todo el mundo. Durante este período de encierro, pone su pluma en una oscura novela de suspenso psicológico. Es trabajadora social y ayuda a los angustiados por la realeza que obtiene de los libros.

No es un cuento de hadas

Cuando las grosellas inciden en la revolución
Me siento a contar la población una por una
El mar hace erupción de semen en conchas muertas
Así la tarde se convierte en noche

La admiración en realidad no tiene nombre
El dolor tarda en cambiar de amarillo a naranja
Entonces es el momento del color universal
El granizo aparece a puerta cerrada
Las palabras creativas rompen las rodillas
Y toca los pies …

Sabíamos,
Nuestro destino final son las dunas de arena
Los sueños se habían secado hace mucho tiempo

Sin fin

Te hubiera perdido en un sueño profundo
Abrazar almohadas en un abrir y cerrar de ojos
Y las ostras se enrollan en sus bordes tóxicos

Un par de dias como este
Temporada huele el mar perforado

Luego viene la lluvia
Hubo un fuerte golpe a través de las olas

Y cruzando una noche
Resultaste como amanecer


Ricardo Plata (Ciudad de México, México, 1994) Estudió la Licenciatura en Letras Hispánicas por la Universidad Autónoma Metropolitana. Autor del poemario Para habitar mi nombre. Becario del festival Interfaz: Los signos en rotación. Fundador y director general de la Revista Literaria Cardenal y del Encuentro Nacional de Escritores Jóvenes de la UAM-I. Ha publicado en las revistas como: Círculo de poesía, Punto de Partida, Buenos Aires Poetry, Atunis Poetry de Belgica, Sahitto de Bangladesh y Mood Magazine.

No te importa
que la tarde tenga los segundos contados,

empiezas a fumar y la noche se enciende

al tono de tu lápiz labial,
de tu boca, Bárbara, salen mariposas de humo.

Estábamos rotos de la misma parte,
en el galope de un espíritu incompleto,
de un amor que se declara ante el triunfo
como pasajero,
tú y yo
estamos en la palabra que se desvanece
cuando el llanto inaugura el silencio.

 Oración del abandono.

Nunca me desprendí
de los amores,
pienso en el abandono
como un pretexto para volver,
para que el tiempo haga del pecho
un páramo de esperanzas abiertas.
Pienso en el abandono
como una noche de tres puntos suspensivos
que abre la ventana del llanto.
Las personas que me amaron
me veían como una casa alta,
de tres pisos
la cual puedes abandonar,
se fueron dejando las cerraduras abiertas
porque saben que no tengo
la fuerza de cerrar puertas.
Siempre fui el preludio
para que ellas encontraran el amor,
el sitio donde concurrían llorando,
el lugar en donde envolvían su corazón,
y cuando se marcharon,
también quise deshabitar mi persona.


Saikat Ghosh (Naihati, Bengala Occidental, 1990) A Saikat le gusta escribir poesía renunciando a la definición real para introducir una nueva dimensión. La propagación de la poesía en sus ojos es como de cero a infinito. Además de poeta, es ingeniero. En su vida profesional del mosaico hizo su carrera trabajando en el sector de las tecnologías de la información, escribiendo guiones en películas y también se involucró como escritor autónomo en periódicos diarios. Actualmente, está asociado a la docencia. Incluso Saikat Ghosh es un conocido letrista de canciones bengalíes en estos días. Sus obras notables son ‘Jarasandher Bichhana’, ‘Ghumanta Prithibir Replica’, ‘Balighari O Marilyn’, ‘Bilupta Pakhider Callertune’, ‘Torricellir Sunnosthan’, ‘Kolkatar Selfie’, etc. De estas colecciones, Pratyusha Sarkar ha elegido pocos poemas y ha realizado su traducción.

I

Si viene la carga perdida en mente
Mil doscientos pies cuadrados de cielo se congelan
Te he dado a luz jugando con las palabras
Las ansiedades salen antes de ceder,
Saludos y complementos
Complementos y favores
Tan pronto como el bucle entre
Cobertores de ducha The Great Bath

Voluntariamente, extraño el paro, ese viejo corazón late
Hice estallar todas las letras
La forma en que el viento mueve tu cabello …

II

Buscaba a alguien en las sombras
El tiempo no podía estar frente a ella

Las imágenes fragmentadas se convirtieron en personajes
Las respuestas fueron tragadas
Tragado por wonts, mintiendo al lado del momento

No eres un equipo
Eres el luto en la punta de los dedos

No pude fabricar
Cada noche las historias buscan refugio

Hasta ahora estoy sudando
Una árida oscuridad te ha envuelto …


Sandra Santos (Portugal, 1994) es profesora, poeta, traductora y revisora. Licenciada en Lenguas y Relaciones Internacionales (Universidad de Oporto), tiene el máster en Estudios Editoriales (Universidad de Aveiro). Es profesora de portugués como lengua extranjera y es traductora y revisora del español e inglés al portugués. Participa en diversos proyectos culturales, artísticos y literarios. Sus poemas y traducciones están publicados en Portugal, España, América Latina y Estados Unidos. Su primer libro, Éter, que salió en noviembre de 2018, está publicado en Brasil, en la editorial Jaguatirica, y en México, en la editorial Ediciones Eternos Malabares. Comparte su trabajo en su blog: https://sandrasantos-ss.blogspot.com/

Traducciones del portugués al español por Viviana García Rodríguez

***

en esta mañana de domingo
hay hilos dorados
atravesándome los ojos
aún liados
el esqueleto del sábado
se nutre hoy de dios
por todos los orificios
se escucha un cántico
que retesa mi caminar
aún con miedo
hacia el futuro
de este mismo día.

***

la muerte es la esencia del perfume
que aplicas todas las mañanas
sobre el cuello y las muñecas
dejando que se demore y se haga moda
la muerte desfila
despistada
bajo sus gafas oscuras
el secreto y la denuncia
— quien la viera de cerca
sabría que su alma
está enmascarada por la muerte,
en aquel día
en especial
tú pasaste por la calle
y tu sombra goteaba
una
luz
cada
vez
más
densa
e inmortal.


Vania Válkova es diseñadora gráfica y multimedia, escultora y artista. Escribe poesía, así como textos de crítica artística y ensayo. Publica en diferentes ediciones digitales y en papel. Máster en Escultura y Diseño de Espacios y Publicidad en la Academia Nacional de Artes de Sofía y Pedagogía y Semiótica de las Bellas Artes en la Universidad San Clemente de Ohrid de Sofía (Bulgaria). Es redactora en la revista búlgara «Нова социална поезия» (Nueva Poesía Social) y una de las firmantes del Manifiesto de la Nueva Poesía Social. Ha publicado «Градът, като знак» (La ciudad como señal) en 2019 y en breve publicará su segundo libro «Отпечатъци» (Huellas).

Traducción y selección de Marco Vidal González (poeta, traductor y bulgarista).

¡Aumenta tus beneficios!

Vacío
Monedero vacío
Espacio vacío
Búsquedas y conversaciones vacías
Ventas y compras vacías

Vacío-soledad
Aumenta el vacío
Aumenta los pensamientos vacíos
Aumenta el despilfarro vacío, de tiempo y de dinero
Aumenta tu beneficio, a un clic de distancia,
sin hacer nada
que no sea esperar los cambios en la bolsa,
que no sea estar sentado en un cómodo sillón calculadora en mano

que no sea pensar en nada más que no sean aquellas cifras mágicas

Vacío – magia
La magia está en las cifras
La magia está en no hacer nada
La magia está en hablar nulidades
¡Aumenta la magia!
Aumenta el vacío
¡Aumenta tus beneficios!

14 de junio, Sofía, 2020

Al final del estado de alarma y al comienzo de su prórroga.

Urban perfume / ciclo de poemas en el metro

Repetición

//////////////////
/////////////////
/////////////////

Una y otra vez
Repetición
Aumenta la velocidad

––––––––––––––––

La repetición de todas las posibilidades
del 0 al infinito
es el momento en el que puedes comprar sin perder.
Entran
Las piernas de robots, impresionantes cyborgs, obreros,
mujeres bellas, señoras consumidas por la vida, muchachitas pestañeando y niños ansiosos por gritar, profesoras
universitarias,
vagabundos de incógnito, pasteleros, diseñadores atractivos y
no atractivos,
artistas, arqueólogos,
y alfa-managers de masas humanas y programadores
que diseñan construcciones de la nube, arquitectos del pensamiento
Entran en infraestructuras lineales de la soledad con llaves
para una multitud de cerraduras.
Permanecen
Se sientan
Esperan
Atraviesan
Se sientan
Se apresuran
Miran
Miran
Miran
Entran
en sus pantallas de cristal líquido
mientras otros siguen prefiriendo los espacios
de IPS, LED, OLED, AMOLED, E Ink
Salen
Las pantallas de sus móviles son viviendas temporales,
lejos de la muerte, la tristeza y la vida.

/////////////////

Repetición
De la fuerza y la ligereza estética
Siempre y cuando no se me acabe la batería.


Yordan Arroyo Carvajal (Costa Rica, 1995) Vive en San Ramón de Alajuela, conocida como tierra de poetas. Filólogo costarricense graduado de la Universidad de Costa Rica. Pronto a iniciar estudios de posgrados en España. Docente universitario e investigador académico.Editor y jefe de revistas en España y Costa Rica.Presidente y Director Literario Nacional de la UHE, Costa Rica.  Coordinador Nacional de la Red Némesis en Costa Rica.  Miembro de Poetas del Mundo, Colectivo Faro Cultural y Círculo de Escritores Poiesis.  Como promotor cultural ha recibido distinto premios y galardones nacionales e internaciones por su aporte a la cultura costarricense de manera gratuita, entre ellos el Premio Mundial a la Excelencia Cultural, 2019.  En la parte educativa, recibió el Certificado de Oro del Ministerio de Educación Pública Costarricense, 2019, por su excelencia académica en estudios de Posgrado con la UCR.  Coordina y dirige distintos libros y antologías. Entre ellas la antología internacional “Voces en el aire” y la primera antología de textos escritos por niños en San Ramón de Alajuela a publicarse en la Editorial Arboleda, gracias al apoyo del Centro de Literatura Infantil y Juvenil de la UCR, comandado por Arelys Rodríguez Alfaro.Ha publicado nacional e internacionalmente en revistas académicas y literarias, libros, antologías y periódicos. Ha participado como ponente en 25 congresos y simposios a nivel nacional e internacional en la línea de estudios literarios, figuran la Universidad de Murcia, España; Universidad de la Plata, Argentina; Universidad de la Habana, Cuba; Universidad Nacional Autónoma de México y Perú. Actualmente, está pronto a publicar su propio poemario sobre la pandemia, titulado “Pan, pueblo y deseos”. Además, prepara distintos proyectos de investigación y culturales en el mundo poético y relacionados con procesos de lectoescritura en talleres literarios con niños, área donde se dedica ya hace tres años de manera gratuita.

Lo imperdible

Perdí mi Biblia
buscando un cuerpo
sin derecho a cementerio.

Perdí mi memoria
tras quemarme en Alejandría
entre unos libros en llamas
tal cual arde la poesía
en el lapidario de mi garganta.

Perdí todo
menos mis libros de historias indígenas
donde he ganado
el amor de la Malinche
después de abandonar a Cortés
para entregar nuestras carnes
entre los silencios de la noche
y la habitación de nuestros sueños. 

Bacanales

Detrás del brindis sigue la fiesta;
bailan las estrofas
se desnudan los versos
mis ojos se drogan
después de leer a Borges
y traducir a Virgilio.

Sudo con la Biblia en mis manos
mientras todos los demás invitados
rinden culto a Baco
en el sofá
en el balcón
en sus sueños.

Amanecí de goma
con los bóxeres húmedos
la garganta seca
y con un poema huérfano
adoptado en el orfanato de mi lengua.


Nadija Rebronja (Serbia, 1982) es poeta, ensayista y crítica literaria. Obtuvo su doctorado en literatura en la Facultad de Filosofía de Novi Sad. Como académica, continuó sus estudios en el Instituto de Estudios Eslavos de Viena y en la Facultad de Filosofía de Granada. Su poesía ha sido traducida a varios idiomas del mundo (inglés, español, italiano, alemán, francés, polaco, árabe, persa, turco, esloveno). Hasta ahora, Rebronja ha publicado los siguientes libros: Dance to the Seas (2008, poesía, premio Aladin Lukač), Dervish or a Man, Life or Death, Religious subtext in Death and the Dervish de Mešo Selimović (estudio científico, 2010), Alfa, Alef, Elif (poesía seleccionada en español, 2011, Granada, España), Utopía flamenca (poesía, 2014), Utopía flamenca (poesía en español, Ciudad de México, México, 2017) y Borges’in Gozlerinden (poesía en turco, Ankara, Turquía, 2018). Trabaja como profesora en el Departamento de Estudios Filológicos de la Universidad Estatal de Novi Pazar. Su poesía se presentó en muchos festivales y eventos literarios importantes en Europa y América Latina. La poesía de su libro Dance to the seas, que fue traducido al italiano, sirvió de inspiración para realizar ocho composiciones en el conservatorio Niccolo Piccini de Bari en 2016, que luego se presentaron en varios conciertos en Italia. Ha ganado el premio de poesía del alcalde de Penonomé en Panamá.

Poemas traducidos del serbio por Silvia Monrós de Stojaković
Selección de poemas de Alfa, Alef, Elif (Editorial Alea Blanca)

La hebra

Si durante suficiente rato,
Con suficiente perseverancia
Miro los copos
Veo que permanecen inmóviles
Y que yo vuelo por los altos.
Si durante suficiente rato,
Con suficiente perseverancia
Mantengo los dedos separados en el agua
Siento que el agua
Se sumergió en mí.
Si durante suficiente rato,
Con suficiente perseverancia
Me callo,
Siento el olor estancado del tabaco
En la camisa a cuadros
Con la cabeza hundida en el vientre de mi padre.
Si durante suficiente rato,
Con suficiente perseverancia
Ojeo,
Encuentro al escritor de cuyo pelo crece el mío,
Mientras mi cara está clavada en su cuello
Me hace cosquillas con su barba
No encanecida de sabio del asfalto
Y me hace toser desagradablemente
Con el humo del tabaco recién exhalado.

El último paso hasta el afluente

El agua abrazó a la noche
Y con ella engendró
La imagen de la Luna
En sus entrañas.

Una vez, sólo una vez,
Tuvimos este día.

En el agua,
Por el agua,
La mano derecha aliviará a la izquierda.


Hussein Habasch (Afrín, Kurdistán, 1970).Actualmente vive en Alemania. Escribe en kurdo y en árabe. Muchos de sus textos están traducidos a otros idiomas como el inglés, el alemán, el español, el francés, el chino, el uzbeko, el albanés, el persa, el italiano, el serbio, el macedonio, el búlgaro, el portugués, el húngaro, el esloveno, el turco, el ruso y el rumano. Entre sus publicaciones se destacan; Ahogar en las rosas (2002), Huir por el río Evros (2004), Elevado como el deseo y apetecible como la cintura de una gacela (2007), Delirios a Salim Barakat (2009), Ángel volador (2013), Ángel volador, en inglés (2015) y No Pasarán, en español, el libro publicado por el Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico 2016. Árboles embriagados, en rumano, Bucarest 2017. Dos árboles, en español, el libro publicado por el Festival Internacional de Poesía en El Salvador 2017. Tiempos de Guerra, en español, el libro publicado por el Festival Internacional de Poesía en Costa Rica 2017. La fiebre del membrillo, Ediciones Sarsara, Berlin 2019. Paz para Afrín, paz para Kurdistán, Antología Poética Internacional en inglés y en español, Ediciones Sarsara Berlín 2019. La nieve roja, libro de poemas en chino, Taiwán 2019. Una selección de sus poemas se publicó en varias antologías poéticas internacionales. Ha participado en los más importantes Festivales Internacionales de Poesía en el Mundo: en Medellín/ Colombia, Granada/ Nicaragua, Francia, Puerto Rico, México, Alemania, Rumania, Marruecos, Lituania, El Salvador, Kosovo, Ecuador, Costa Rica, Struga/ Macedonia, Eslovenia, Chengdu/ China, Taiwán, Nueva York.

Nieve roja!

La nieve cae blanca
cubre todas las montañas del mundo con su blancura.
Simplemente cuando cae blanca sobre las montañas de Kurdistán
rápidamente se vuelve roja!

Una herida llamada Afrín

Restauraré mi corazón de las ruinas
sufridas a lo largo de los años.
Le libraré de las manchas oscuras de la tristeza
y los azules moretones del dolor.
Quitaré de sus paredes los estratos secos
y las profundas arrugas que aparecen sobre su piel.
Le extirparé la carne desgarrada
y la grasa acumulada en las arterias.
Pero mantendré una sola y única herida profunda
que sigue creciendo en él día a día,
una herida llamada Afrin
No dejaré que nadie la profane
Ni siquiera acercarse a ella
o curarla
Es la herida de mi corazón por si solo
Con ella regula sus latidos
y para que ella sobrevive y existe.

*Afrin es la ciudad del poeta, actualmente ocupada por el ejército turco.

Traducido por Khalid Raissouni


Agradecimientos especiales a la Revista Literaria Taller Igitur de México y al traductor Marco Vidal por facilitarnos algunos de sus contenidos especiales y poder difundirlos en este espacio literario de corte internacional.

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