Contemplaciones de Killa (Vol. I): Revelación

La luna contempla desde lo alto lo que significa el amor y la muerte. Los paraísos escondidos bajo la fusión de las pieles de los amantes al unirse. La luna es sonrisa y es plenitud. Posiblemente, es un poema. Porque se transforma en las estaciones y refleja lo que quiera reflejar. ¿Cuántas preguntas habrá atrapado durante las madrugadas? El canto de un niño, el rezo de una madre, el lamento de un hombre. Posiblemente, la luna sea aquel amuleto privado que destila amor y encanto. Sea aquel paraíso que se esconde en los cauces de los secos ríos. Fósiles de una vida mejor. Pero no, la luna contempla con aquella benevolencia que le caracteriza. De igual manera, el poeta contempla con ojos humanos la realidad que lo ensimisma. Espera aquel momento para que luz del mundo se le presente y revele lo que busca. Pues no hay mayor logro que una iluminación.

La poesía es como Killa, la luna, nuestra madre: benevolente, imponente, seductora, cambiante. Su esencia se traslada con las estaciones, con los movimientos de las mareas, con los tránsitos de la propia naturaleza que rozan con los labios de la muerte, pero que jamás muere. La luna es luz, es faro, es revelación de una proeza que va más allá de un silencio profundo. Porque la luna habla desde las voces de los olvidados, de los silenciados, de los sedientos de justicia. La revelación, a la luz de la luna, solo permite que un halo de esperanza se deposite en el corazón de la permite. Un único halo. Un único halo, suficiente, para transformar el mundo. De igual manera, la poesía, permite que esa sed de justicia se materialice y se calme en las composiciones de un verso que necesita ser leído y gritado.

Porque en el corazón humano no hay olvido, solo hay transformación. Por ello, esta muestra de poesía, que se materializará de dos tomos, corresponde a la poesía peruana escrita desde, aproximadamente, inicios del siglo XXI, con voces que nacieron en medio de una coyuntura política dispar y de un contexto social que comenzó a acumular energía hasta estallar en medio de luchas justas y reclamos voraces. Porque hoy, más que nunca, la energía de los jóvenes es lo que deberá mover al Perú. Presentamos este primer volumen, titulado Revelación, de la colección de poesía joven peruana llamada Contemplaciones de Killa.

Alejandra Zapata, (Piura, 1994). Bachiller en Comunicación por la Universidad de Piura (UDEP), donde resurgió su interés por la lectura y escritura, especialmente por la poesía. En el año 2017 crea su blog “Libro Abierto”, en este espacio digital comparte poemas, textos reflexivos, frases y retos de escritura. Además, ha participado del libro virtual “Versos desde el encierro”, producto del Taller de Poesía organizado por el Fondo de Cultura Económica del Perú (2020). Sobre su poesía, prefiere no definirla, aunque considera que actualmente es de corte existencialista. No solo escribe sobre la naturaleza, las experiencias o el amor familiar; sino que, además ha descubierto que se puede plasmar en palabras sus constantes cuestionamientos, el amor a Dios y lo ordinario de la vida diaria.

Un mundo

Cada día nace un mundo.
Aún no he nacido.

Aquí me tienes en este mundo,
lo observo y admiro en silencio,
nos mantiene unidos una red de suelas
que reconocen nuestra libertad.

Aún no he nacido,
pero disfruto envolverme
en sus cánticos de seda;
en su música, mis palabras;
en su aire, mis manos;
en su humanidad, mi andar.

Aún no he nacido;
en mi imaginación, un mundo.

Giro, giro

Giro, giro
Sé que él
pone el sol
para mí,
me deja jugar en su jardín
y ahí me encuentro segura,
entre el calor del pasto
y la frescura del cielo
me enseña a amar.

Giro, giro
mientras encuentro impulso
en sus susurros.
De fondo
coloca “música de cuerdas”,
me invita a bailar.

Giro, giro
bailo sobre sus pies,
me lo permite, me sonríe
y ahí, ofrece
el color de su amor.

“Así mueve Él al mundo
ni siquiera el sabio comprende lo que él prepara”

El que tanto me ama
me hace girar de gozo,
me repara
sabiendo que soy luz.

Yo no conozco el tiempo,
en sus manos
arriesgo mi vida.

No me prohíbe la alegría
giro, giro,
siempre permanece pegado al renglón.

Giro, giro
le gusta mis pasiones
me advierte de mi ritmo
antes de golpearme contra las rocas.

A mediodía su melodía
de mar me atrae,
resuena en mis latidos
y me deja llevar.

Giro, giro,
me deja girar.

Luis Eduardo Coronel Cárdenas (Bellavista, San Martín, 1997). Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Privada del Norte-Trujillo. Ha publicado el poemario “Flébil” (Ángeles del Papel Editores, Lima, 2019). Poemas de su autoría se publicaron en la II edición de la Revista Cuenta Artes (2019); en la antología “Discursos estéticos” y “Arquitectura de la palabra”, de la plataforma virtual española de literatura Liberoamérica (2019); en “Amor Libre” y “Primavera de versos” de la Sociedad Peruana de Poetas (2019); en la revista mexicana de literatura Monolito (2019); en la revista peruana de literatura Libre e Independiente (2020); en la I edición de la revista Ruidoblanco (2020); en la muestra poética “Versos desde el encierro” del Fondo de Cultura Económica–Perú. Ha participado, por último, en el Festival Internacional de Poesía y Arte VII edición: “Voces de Lationamérica para el mundo”, organizado por “La huaca es poesía”.

Ajena mirada

Si me preguntan al vuelo:
¿Qué es el mar?
Los íntimos seres de mi abismo
dirán al paso:
Mar,
prontuario universal
de lo siniestro…

Y después qué más argucias,
qué cuerpos en la orilla
serán señuelos de una ola

¡Ah! Olas inagotables jugando al cadalso,
olas en el oído mustio del marinero

Miren al pescador
del anzuelo fatigado 
de tanto que la carroña
es conocida por los peces

Pescador de hambrunas,
pescador de azules bramidos
en la culpa

A ti mar, tradición poética,
te canto lo de nunca:

Tú eres el infinito cementerio
de las especies,
gigantesca fosa
donde los muertos
suman años a la muerte
y aun de vivos que ya no viven
sino en el tajo sepulcral
del padre

Y agrego plegarias:

Escriban, oh poetas,
los años que perdieron
pintando las escalas del azul
y cuenten una por una
las gotas letales del reposo,

cuenten los cadáveres
resignados a remar
lejos del espíritu
que ya no es santo

Lisbeth Huamán (Poblado Choco, Yamango, Morropón, Piura, 1998) Es feminista, dirigente estudiantil, campesina y egresada de la universidad nacional de Piura. Es fundadora de  Libera Femina primer circulo literario de mujeres escritores en piura.

Un cuerpo

La casa enorme, insoportablemente
equilibrada por sus partes y sus ejes,
es casi perfecta, recogiendo cada sonrisa 
y observando la silueta de un cuerpo casi perfecto, pero imperfecto.

Un cuerpo desnudo
me sonríe, lo observo detalladamente,
no lo reconozco,
sonrío tímidamente,
mi mente camina de un lado a otro
recorriendo cada parte del cuerpo,
lleva debajo del vientre un cofre,
un cofre lleno de jazmines violeta.

Estoy sumergida en un jazmín enorme,
dulce, es un jazmín que mueve sus pétalos una y otra vez.

Abro los ojos, el cuerpo me sonríe tímidamente,
veo su cuerpo y mi cuerpo,
postrado en un enorme jardín dentro de un cofre.

Ahora somos dos cuerpos iguales
con el mismo sexo
covertidas en jazmines violeta
llevando solo una prenda: una sonrisa.

Grito desesperado

Este largo grito que se mantuvo
en marcha durante tantos acabados años.
Acabados por el peso de las palabras que nunca puede decir.

Han pasado tantos años
y seguirán pasando, como el agua en el río, pero hasta ahora no
logro despertar y olvidar mi pasado.
Las madrugadas se han convertido en mi velorio.

Nadie escuchó mis gritos,
cuando aquel hombre con sus mil caretas
me tocaba
perforando mi cuerpo,
derramando mi sangre,
acabando con mi vida…
________________¡ME VIOLÓ!
Maldito seas, seas siempre maldito, solo tenía doce años.
No quería ser una cifra más.

Huelo a muerte, a sangre derramada,
a cuerpo devorado por un demonio
¡Da asco esta falsa justicia!

Todos hablaron de mí,
cubrieron cada parte de mi cuerpo
con sus alfileres de colores, de pena y lástima,
pero nadie habló de ese malnacido violador

Huelo a muerte,
como tantas otras violaciones,
esas que las encubren en cada esquina
con la mediocridad y el cómplice silencio.

Ahora,
desde el largo camino de las almas en penas,
voy cada vez más deprisa,
con los ojos abiertos a cada esquina,
desenmadejando   recuerdos e ideas,
una tras otra,
inventando para sobrevivir otro día en esta sociedad.

Benjamín David Huisa Cruz (Madre de Dios, 1998), es poeta, escritor y docente. Realizó estudios de Literatura y lingüística en la Universidad Nacional de San Agustín y de derecho en la Universidad Tecnológica del Perú. Ha publicado Punto y Coma (2017). Es director del Círculo de estudios e investigación Palestra Jurídica, es miembro activo de Barro Pensativo: Centro de Estudios e Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales. Coordinador del Departamento de Derecho Constitucional de la Asociación Civil Ley & Gobierno.

Wayra

Yo nací un día como hoy, o quizá como ayer
y nací un día sin sol  entre hombres brindando sin suerte
_______________sin lluvia, sin rezo, sin pan, sin nada.
El mundo estaba sobre mi alma
_______________y debajo ya no había nada, ni nadie.
Yo supe cuánto pesa el mundo.
Yo fui un gran río que serpenteaba sin cauce
______de aguas muy negras
________________________muy rojas
______________________________muy turbias

__________________Fui una montaña que se inclinó al derrumbe
fui un cielo gris.
_____Fui un árbol que creció al pie de un acantilado
fui una piedra, un tronco seco.
Fui un niño.

Y como todos, quise ser viento y llegar más rápido a la escuela
_____y correr entre los montes  y volar sobre el rio
____________quise ser viento
___________________y reposar sobre la cima de un árbol
y silbar en la fría madrugada
____________ser viento y ser libre.

En la escuela los piojos eran números
________________las garrapatas se vestían de letras
y las piedras del río eran solo piedras
________________piedras encima de otras piedras
haciendo el amor como piedras.
________________Y la muerte se asomaba buscándonos.

La escuela no duro mucho,
________________se fue como aguacero de mediodía
dejando charcos de incertidumbre
________________en nuestras cabezas solitarias
________________que aún deseaban ser viento
Pero ahora yo quería ser hombre
 ________________quizá por eso escapé con Juliana

remando hacía ese atardecer luminoso
________________rojo como el color de mi nostalgia
atardecer escondido en los escombros del tiempo
________________un lugar en donde quise ser lluvia
ser agua para tu sed, ser sed cuando seas agua
________________quise ser fuego y dar calor al fio de tu alma
ser cueva y abrigarte durante el sueño
________________ansiaba ser música y entonces hablarte
Pero por sobre todo, quería ser alguien.

El amor no es amor en el fondo
________________Juliana si era amor
yo era algo parecido a Juliana,
________________pero con ganas de ser viento
de volver a ser un rio, y cantar, y correr
________________volver a ser una piedra en un río
quería vivir dentro de un árbol
________________pero era hora de vivir una vida
de construir un futuro sobre un pasado
________________y en una tierra que no era la mía
donde solo llovía cuando el cielo estaba de ganas
________________y en donde estaba lejos de mis niños
________________________________________________y de Juliana
O quizá ellos no estaban lejos
________________el que estaba lejos era yo
por eso quería ser viento
________________por eso quería volver a ser una piedra en un rio
quería volver a ser un árbol al pie de un acantilado
________________ser libre y llevar conmigo a mi familia
regresar a mi selva, a mis montes
________________volver a ver mis platanales
escarbar y escarbar yucas al mediodía
Pero sobre todo quiero decirles a mis niños
________________que los sueños no sirven
que las piedras son solo piedras a orillas de los ríos
________________los árboles mueren al pie del acantilado
los sueños son solo sueños que sueñan ser alguien
________________al final yo solo fui un sueño
Y los sueños no sirven
________________al menos no en este mundo
Porque yo aún sueño ser VIENTO.

Tu voz en un audio recordándome el sentido de mi existencia aunque todo se resuma en las matemáticas que consideramos menos importante que el amor entre nosotros

En 40 años volveré la vista a estos tiempos
___________y la vida no tendrá sentido
Mi corazón es un laberinto y no quiero que te pierdas
________________________________buscando una salida
___________(por eso suelo a veces colocar señales absurdas que nadie comprende)
Por favor no te vayas
___________podemos dibujar en las paredes y esperar que pasen 500 mil años
___________y lleguen arqueólogos y turistas extranjeros
para inventar una historia
______________________donde tú y yo seamos los protagonistas
Por favor no te vayas
cuando veo tus ojos siento que la vida tiene sentido a pesar de todo
___________cuando te observo siento en el pecho
______________________una canción que dice tu nombre
quisiera que te enamores de la ingeniosa forma que tengo
para alejarme de las personas
______________________o de la manera que miro al futuro
_________________________________sin cristales de por medio
Ojalá me quisieras de todas las formas posibles
para decirme
_________________________________“Te necesito”
cuando quiero decirte
_________________________________“no te vayas”
Y veas que después de mí no existe
___________nada más que un esfuerzo desenfrenado
______________________por demostrarte que el mundo puede ser mejor
por favor no te vayas
quiero mirar el cielo contigo
_________________________________y contar las estrellas
para luego poder decir que conocemos el infinito
tengo una tristeza que carcome mi mente
y en el corazón, tu sonrisa alegrándome el día
___________quiero tomar tu mano y caminar por el barrio
mientras todo desaparece y el miedo parece perseguirnos
pero ya nada nos asusta
porque hemos descubierto una manera de ser felices
______________________donde nosotros somos una nueva forma
____________________________________________de enfrentar la vida
Quiero rodear tu cintura mientras siento tu rostro en el mío
Y puedo imaginar la vida
dando vueltas vueltas por la misma calle
Sin que nada tenga sentido
______________________salvo nosotros
La angustia inundando el pecho,
tú rostro en un mensaje de voz,
porque puedo imaginarte diciéndome cosas al oído
Noche angustiosa como una serenata vacía en un barrio olvidado
Tú voz sonando en mis oídos
______________________y yo pensando en regalarte un cuaderno  v_a_c_í_o
y construir un catálogo de todos restaurantes de esta ciudad
Por favor no te vayas
en mi corazón suena una protesta que canta todas las noches
Tu voz como una playlist que guardo en el pecho
A veces no encuentro las letras suficientes
______________________para formar una palabra
un nombre para describir el mundo
______________________este mundo que creaste sin herramientas de albañilería
sino tu voz anunciando la creación en siete días
______________________podemos asistir a una fiesta de esas del barrio
y observar a lo lejos porque le temo a la gente
______________________le temo a la marea y los vientos fuertes de agosto
pero podemos leer poemas de los 70s y decir
______________________“¡DEMOCRATICEMOS LA POESÍA!”
pero decir “DEMOCRACIA” en este país no tiene sentido
Ignoro todas esas  señales en los rostros
______________________que sirven de indicadores
para decir que estás enamorada de cada milímetro
______________________que acorta las distancias entre la vista del futuro
y este presente tan agobiante que parece decirme
que estoy perdiendo la batalla
______________________contra una realidad repetitiva
Por favor no te vayas
puedo escribir tu nombre en una botella
______________________para cuando sea reciclada
sus pedacitos formen nuevas cosas
___________como tú creaste una constelación en mis brazos
que me revive el corazón todos los días
Te enseñaré a contar los días para que tus ojos me encuentren
aunque no soy bueno con los números
Siempre pienso en las fórmulas matemáticas
___________que resolvían los problemas de ecuaciones
que nunca llegué a comprender en la secundaria.
___________me pregunto si la vida se podría resolver de ese modo,
y si así fuese yo estaría en desventaja.
___________Quisiera poder escribir un libro de física cuántica
solo para decir que puedo resolver mi vida
______________________y nadie se atreva a cuestionarme.
deseo también poder decir que el sentido de mi existencia
______________________se basa en la proporción de mi felicidad
multiplicada por todas las veces que sonreí pensando en tu sonrisa.
___________Las matemáticas rigen el sentido del universo
______________________y yo nunca pude comprenderlas. 
Por favor no te vayas
En 40 años volveré la vista a estos tiempos
_________________________________y la vida no tendrá sentido

Christian Rafael (Lima, 1994) Escritor, diseñador publicitario, ilustrador, melómano y asiduo lector desde temprana edad, con gustos hacia las materias de Historia y Literatura, que se vieron reflejados en varios cuentos escritos durante su infancia y que aún permanecen inéditos. A partir de 2018 saltó a la palestra del ambiente literario en donde formó parte de las gestiones culturales del “Agujero Negro” hasta 2019. Quedó tercer lugar en el concurso “Slam de poesía oral 2019” y participó en el XXIV Festival “Enero en la Palabra” 2020”. Autor de los poemarios “Hojas y Ramas” (Korriente A Editores, 2018), “Terravienta” (Editorial Apogeo, 2019) y del video-poemario “Poetaminas” (2020).

Grafotemas

Me gusta la canción de las rosas,
aquella que se viste a lo largo de un sunset de verano, para remojarte así
___________________en lamidas simetrías de un peñasco a tus labios.
___________________________________________________________________________Porque te vi de pie
___________________________________________________________frente a una bandada de origamis
_______________________titilando en susurros de filtros ultravioleta, es el sabor de mediodía.

Para levitarte a lo largo de un grillar en risas por la medianoche.

Cómplice de todas las noches,
y henos en cada carretera por tus dedos
la creación antes de la primera uva de tu hebra

Y aquellos niños con sus monedas, sus pasos quiebran
los dialectos del viento / nosotros tan sonrojados en parpadeos LO – FI /
máquinas de un sueño en forma de página desnuda es la brisa
________________________________por tu sombrero de sonrisas.

______________________________________De____
______________________________________Bit a bit
________________________________________________________Se construyen los regocijos de la vida
_____________________________________________________Solo para los que ultrajan desde la vista.

REM… spirando

E… dommm
límpido
tímido monosílabo
calmado

en horizontales párpados plegados
al fuere sin nada al afuera.

Y orbitado me encojo al cobijo
en pupilas de cactus dormidos,
en bola laxo a los pliegues dúctiles
del mar ferviente.

Y en mis ojos veo mi luz… prima,
protectora eterna madre,
acogedora, estado puro mi molde
entero a salvo.

Y si al viento me ondulasen tus manos,
mis párpados llanos hacia el sol,
que tiñe predestinadas paredes de hogar apical.

¡Qué hogar aquel
donde sane
sin saberlo
una y mil veces!

De afuera, a mar adentro, encallo desde
tu vientre hacia el horizonte,
relente
me hago al cauce de la víspera… sinfonía
de matices similares

… una y mil veces.

Tal vez
sea la hora de dejarme despegar
entre bandadas de secuelas coroides
al aliento de chapoteos amnióticos.

Expandido al libre aire aural de
sincronía monolabial.

Despegado entre retazos ligeros
hacia mi piel corteza del viento,

por los colores del sol expandiendo
sus halos
sobre melodías pendulando en el aire
desde su campo hacia mi hipocampo
suena a dulce hogar

Julio César Barco Ávalos (Lima, 1991), estudió en la Universidad Nacional Federico Villareal, Lima, Perú. Autor de los libros Me da pena que la gente crezca (Arteidea Editores, 2012), Respirar (La Chimba Editores-2018-Premio Gremio de Escritores), Arquitectura Vastísima (Editora Huachumera-2019-Premio Huauco de Oro), Arder (gramática de los dientes de león) (Editorial Higuerilla-2019), La música de mi cabeza-volumen 7 (Lenguaje Perú -Editores) En novela, este 2019, presentó Semen (música para jóvenes enamorados) (Lenguaje Perú- Editores) Ese mismo año, fundó la web lenguajeperu.pe Fue fundador y director del grupo TAJO. Este 2020 sorprendió al público lector al editar cuatro libros en tiempos de Covid 19: Des(c)ierto (Metaliteratura, Argentina 2020), la re-edición de Semen (Metaliteratura, 2020) y dos volúmenes en Colombia: Sistema Operativo (SO, 2020) y Copiar, cortar, pegar, cargar (Obra Abierta, Colombia, 2020) Actualmente es redactor de Literalgia y Lima Gris y gestor del proyecto cultural Poético Río Hablador, que desarrolla proyectos de poesía en El Agustino y dirige la web Lenguajeperu.pe, que es una nueva bitácora nacional de poesía y arte peruano y latinoamericano. Actualmente, termina de escribir sus nuevos cuatro libros: Poetizando (ensayo poético), Enrique (Novela), y los poemarios Mosaico (poesía) y Cuaderno de Trabajo de la nueva poesía peruana (parte 1). Obtuvo una mención honrosa en el Poeta joven del Perú por su poemario Semilla Cósmica.

Uvas

_________________________En la simetría de tu mente.
Balada del domingo
_________________________Perdido en mi aburrimiento.
Yo soy tú.
_________________Tu Yo esencial.
Intenté subrayar algunas densas ideas
_________________________Y me introduje en el calor
De mi cama.
_________________En las calles
Alguien pregunta por ti.
_________________Noche sobre tus ojos
Como vieja luz
_________________________E ingresa el viento helado
A mi cueva de poeta
_________________________Peruano solitario.

Y rasguñan las piedras en el piano de Petrucciani

Yo en la Ciudad de los Reyes
horarios abiertos como latas de atún con hambre en la  madrugada
Yo soy esta voz abriendo tu mente
Avenidas devorando la angustia que tengo de verte
de hablarte de chillar a tu lado morder tus ojos tristes

Yo soy la voz del silencio lúcido entre todos los ruidos
contarte las libélulas de mi corazón clavarte mis ojos tristes
-calles donde jóvenes pelucones
_________________________________alborotan el perfil del vecindario-
mientras los jóvenes salen de los call centers y un ebrio
abandona su banca para aproximarse a la avenida yo divago
enjuto infinitesimal
________________________en el discurso de tu cuerpo.

Y este soy yo atravesando la angustia, atravesando
toda luz que divaga, que se hace trizas detrás de un verso.

Fábricas tristes, Cevicherias Silenciosas, Pollerías álgidas
Este andar es idóneo para estos días de fiestas, de largos y hermosos cabellos.

Donde trenzo y tejo tu silueta, donde pierdo tu rostro
Eternamente confundido dentro de mi mente, eternamente
Buscándote dentro de toda la furia de los días

Porque ya no eres un cuerpo que se aproxima a la Eternidad
Ahora eres estos ojos que buscan lo ilimitado dentro de lo cotidiano
Mientras las señoras tristes siguen testeando las bolsas de
detergente para determinar sus precios.

Somos seres caóticos, violentos, ansiosos de amar.
Somos seres inamovibles en su cosmos
Habitamos la incertidumbre mirándola claro.
Somos seres locos, atrevidos, ansiosamente vueltos Mar.
Toco tu rostro con mi rostro.
Nos enamoramos de la nada. Te conocí entre parques
y jardines y toda nuestra historia se fundó en una botella de vino.
Esto es la noche: el eje donde muevo mi pincel
para dibujar el cosmos. Nada es la distancia
para el alud que mueve mi lengua. A Julio
lo que es de Julio decía el viento aquel año.
Caminamos siempre
 _________________________buscando el incendio.
Entre en tus cabellos ensortijados yo fundo la matriz
de mi ciudad entre tus cejas cantando eternamente abriendo
satélites bufeos y gimiendo dentro de tus ojos
Errante voy Yo grité  gemí dentro del teorema rojo
Que incendiaba la época Convulsioné  fui
Realidad o Cuerpo, deseo o Barro, Fiebre
Balada desesperada dentro de las horas Incapaz
de soportar el Mundo Mi grave sensibilidad
Croando en mi cuerpo incendiado
Cayendo en la nadad Y mi Yo
No se pierde
Nunca Y por eso te busco Y por eso repito tu nombre Y por eso
Mi cuerpo es tu cuerpo
Comprensión de la Unidad
del Eje que sostiene mi Lengua
Esto es el cuerpo:
hierba pura, estrella cortada, la necesidad
De nombrarte dentro de mi paisaje infinitesimal.
Somos seres que desvariamos
ante el asfalto.
Te escribo este poema trepado dentro
de mi mente, en una cabina cualquiera, al borde de la ensoñación
entre miles de yoes cantando con mi cuerpo,
poetas hablando de lo bueno o lo malo,
teórico interpretando aquello bajo la corteza de su mente
entre Joyce y Niños Perdidos en el atardecer.
A caminar, siempre.
Hemos nacido para interpretar una épica.
Hemos buscado un sur al son del verso.
La frescura perdida en nuestra tradición es hoy a canción que toco.
La canción que busco florece dentro de cualquiera.
El poema es hoy un escenario para todos.
El poema es hoy una Máquina encendida que se alimenta
De Carne de Ojos de Orejas de Lenguajes de Cerebros
De Rosadas canciones de amor verde amarillo lila chicha
Nada es gozo en este país mientras imprimo mi propio fuego
dentro de calles donde la silueta de la rutina destruye
todo sueño
donde los sueldos destruyen e incendian las casas
mientras se apagan los ventiladores y todo es canción
quebrada contra el sinsentido de tu mente
hundido en la catarata de tu cuerpo
No poseemos otro dios que nuestro cuerpo y nos precipitamos
plantando un árbol en la
delicada esencia del signo.
Y te busco, muchacha, entre árboles raquíticos y cemento
y desesperación y canciones de otros años y caos. Y te
nombro
como nombro a los satélites y a la masa de fiebre y colores
que componen mi viejo teorema — naturalmente escrito — 
y porque deseo tu piel en mi piel
la ciudad se comba se estrellan los calendarios yo te busco
entre las calles y la angustia por aprender a vivir en el deseo
de la luz en los girasoles rabiosos que son tus ojos en tu voz
tiernísima de planeta soñado te busco
yo el más desesperado joven de la época
Soy este concierto explosionando contra la crudeza, contra la
indiferencia que convulsiona en las pupilas de mis coetáneos.

Paola Dávalos (Lima, 1991) Poeta. Gestora cultural. Cofundadora del proyecto Días Circulares (difusión de poesía) y del grupo artístico Gugú Dadá (poesía y música)-2017. Miembro y fundadora del proyecto Verbo Húmedo (poesía erótica en escena) 2019-2020. Poemas publicados en antologías: Al Filo del Sol (1era. antología poética en braille del Perú) Golem Editores (2019). Aislados -Dendro Editorial (2020). Versos desde el encierro– FCE Perú-(2020). Volteando al Siglo 25 poetas peruanos – Editorial Casa de las Américas (2020).

Conf( )siones

Permítanme inmortalizar mis confUsiones y arrojarlas
d_spacio

Seducir a una joven junto al acantilado
atraídas por la caída
del sol
es tentador
querer encontrar la cura 
a esta tarde adolorida 
en la última hora
que nos queda
y perecer
acalladas
con deseos de arraigo
frente al horizonte

Júbilo de amazona
oscurece
impactada por su lengua
materna
conflictúa
desprendimientos
de óvulos inciertos
extinguiéndose
olvidando
conservar el follaje
todavía fértil
de deseo

escampa agónica

¡Qué salvaje
tanta luz sobre la mesa!
alardeando
sombras y espejismos
como si no bastara la desgracia
para persuadirme
a creer
que este breve delirio
es certero

bebo un trago
burlándome de este callejón
donde soy feliz
sin poder morir todavía
porque el gobierno es un mal amante
que no llegaría a tiempo
para recogerme ni recordar
mi nombre
típico vil y soberano caballero
antes de entrar al cajón
te pide pagar la cuenta

Sí, aún cadáver
el cuerpo es mercancía
¡¿cómo saldar mi muerte?!
protestando

Sacaré el verbo de los zócalos
y todas las magdalenas
nos reuniremos
desobedientes
en un festín para
resignificar la tierra
arando
la resaca de nuestras pérdidas
y errores
demostrarán con argumentos que
nuestro ensayo
es desterrarnos con propósito

¡somos cactus
tenemos espíritus de hiel!

bebo un trago más y
el humo
ha materializado mis confEsiones.

Publicado en la Antología poética virtual
“Versos desde el encierro” (2020). FCE Perú.

Mirar-me

He visto
entrar y cerrar la puerta
levantar y dejar caer la copa
maquillar los vacíos y
abrir hemorragias
sonrientes
una y otra vez
avivando el pecho con
sórdidos golpes

conozco
la sombra de madera, vaivén, cristal falso o
criatura muda
cómo se esconde bajo el sol
de los otros
en un acto camaleónico
para luego descansar en la piedra agrietada
que es

pero su ímpetu de víbora
susurra reflejos
de interminables escaleras
que suman ecos pasados
volátiles faces
y yo desaparezco
en el fondo
intuyo
de nuevo tengo un rostro que
mirar-
me
y no temo

Juan Antonio Lezameta Requelme (Huari, Ancash, Perú, 1995) Educador, rapero, poeta, gestor cultural y embajador universal de la Paz. Activista social, defensor de los derechos humanos y gran impulsor  de la poesía vivencial en las comunidades alejadas. Ha recibido diversos  reconocimientos a nivel del mundo – a tal punto- siendo considerado ÍCONO MUNDIAL JUVENIL DE LA CULTURA Y PAZ en la INDIA. Reside en HUAURA – LIMA – PERÚ. Premio a la Excelencia Literaria [Rep. Domin. 2020], Premio Maestro del impulso Creativo [India 2019], Premio Award the Best de oro [categoría escritor: Argentina 2018-2019], Premio Latin Music Award [categoría poeta del año: Venezuela 2018], Premio Estrella Poética Mundial [Kazajisten 2019], Premio 100 mejores escritores de Iberoamérica y el Caribe [Editorial Hispana Usa 2019  – 2020] entre otros.

Carta IX

Hoy, más que nunca,
me tiemblan las manos al sostener un cigarrillo
Es como si cargase un arma y la apuntase hacia mi cráneo
No tengo razones para sonreír
No tengo ganas de nada
No tengo motivos para asombrarme
pero aún así te veo, a lo lejos, y sonrío.

¡Cuánta contradicción!

La noche es un cuervo
que me persigue con la mirada
– oscura – tosca – sin sentido –
y que devora las sendas
por donde transitan tu recuerdos.

Duermo.
El cuervo sigue al asecho.

No tengo razones para sonreír
pero aún así te veo, a lo lejos, y sonrío.

A oscuras

Muertos
los focos de la ciudad,
me persiguen.

Apresuro el paso evitando tropezar
con algún insecto
que duerme bajo una cómoda piedra.

Me dirigo a no sé dónde.

Saludo a cada transeúnte.
Sonrío, me sonríen.

Apresuran el paso…

y me doy cuenta
que son mis ojos los que se apagaron.

Cristian Meléndez Curimozón, (Pucallpa) 22 años, egresado de la escuela de Economía de la Universidad Nacional de Ucayali. Su escritura, aún en ciernes, quiere lanzarse a descubrir el mundo. Pudo recitar en la Biblioteca de Barranco gracias a Emilio Paz y Daniela Jara. También pudo ser parte del VI Festival de poesía “Dentro de los bosques famélicos” organizado por Javier Ramos realizada en su ciudad natal donde recitó y compartió experiencias con poetas como Carolina O. Fernández, Cromwell Jara, Mirtha Pecho, Zoila Capristan, James Quiroz, Marco Quijano, Gian Codarlupo, Walter Pérez Meza, Jorge Salazar, Welmer Cárdenas y Ruperto Rios, siendo los cuatro últimos poetas su ciudad.

Ven y acompaña mi herida

El infierno:
El olvido, la vida, el recuerdo, la muerte, los poemas mal hechos…
Soy un silencio perfecto, llevo dentro un vacío infinito.
Los claveles no tienen ojos, sin embargo lloran.
Lloras también tú, no lo niegues, llevas dentro más espinas que un rosal.
La sombra de tu sonrisa evitará que arda en el infierno.
Ven y acompaña mi herida.
Tritura el miedo, hazme el olvido y que giman el viento y la noche.
Que el mar se desangre, que los relojes palpiten, que la poesía siempre viva en las comisuras del alma y que las esfinges de las estrellas lloren al vernos.
Lloras también tú, no lo niegues, llevas dentro un vacío infinito.
Tus pupilas desnudas acarician mi herida.
Se coagula el dolor, sonríe el silencio,  tiritan las voces y te regalo un te quiero.

Olvido

La vida a cuenta gotas.
Gargantas rotas por palabras no dichas.
El silencio de rodillas ante el grito del miedo y la dulce nostalgia de todo lo que nunca ocurrirá.
Tú y tus mil maneras de hacerme trizas.
Abracé tu tristeza y la hice mía, tan mía que ya no puedo apartarla.
Y el vértigo de tu olvido me ha tocado, así, abruptamente, como si todas las noches que viví contigo y sin ti, me explicaran de golpe que aún te quiero.
Las voces ajenas se comen mis últimos pedacitos de paz.
Y el dolor se me queda dentro.
No permitas que muera sin volver a verte escribió Pizarnik.
Yo solo te pido que me guardes un pequeño espacio entre los lunares de tu piel y los hoyuelos de tu infinita sonrisa.

Cristal Alarcon Filinich (1997, Arequipa). ilustradora, escritora y estudiante de diseño gráfico. Fue en 2018 parte del colectivo Verboser y una figura reconocible entre los eventos y escenas de la poesía peruana reciente. Autora de Moho (Personaje secundario, 2020)

Terremoto

Me gustan los caramelos de cereza, y esta no es una confesión. No puedo admitirlo.
Admitirlo sería peor que mirarme al espejo a contar los puntos negros de mi rostro…
Hoyos que han convertido mis ojos en paletas oscuras, perdidas en el follaje. Me gusta
sentir mis pies después de la ducha, húmedos rozando las sábanas, las sábanas que
nunca han cortado mi piel o la piel muerta de mi piel. Quise plantarme en una gran
maceta, tan grande como el territorio nacional, pero en casa nunca llovió, fue difícil…
Volver a la tierra, sostenerla con mis manos, darme cuneta que los cimientos no se
mueven y yo ya perdí todas las raíces. Construí mi casa sobre un terremoto. Una
sombra seca de la que nunca brotó nada, nada. Construí mi casa sin ventanas para que
nadie sepa que me gustan las cerezas y sus caramelos, que la gripe me mata
lentamente y de mis pulmones siguen brotando flores de algodón humedecidas, el sol
me roza como las fuerzas en el espacio colapsan cuerpos celestes. Qué bello hubiera
sido despertar y no ver el techo roído de crayolas, qué lindo hubiese sido despertar y
saber que estas despierto, que las estrellas siguen ahí, que nos espera una noche ruda
y asesina… Hubiese preferido construir mi casa en una caja de fósforos, quemar las
cortinas de nuevas ventanas, nunca ventanas. Hubiese preferido destruir mi casa y que
mi casa no me destruya, aniquilar sus pilares, mis dedos, extirpar uña a uña todas mis
tejas. Desnudar mi casa, quitarle la piel a una piña, quitarle el corazón, cocinarlo con el
mío y hacer que el fuego crezca durante la primera semana de invierno. Las cenizas
crecerían como los árboles que brotan en primavera, serían olas inmensas de humo
negro que lo contiene todo, un muro impotente sobre el cual apoyarme aspirar y
dejarme invadir.
why does the sun go on shining? ¿Acaso no sabe que se acabó el mundo? que las aves
siguen cantando sobre las copas de los robles y mi sangre late como si mi cuerpo fuera
un géiser a punto de explotar. Nos detenemos juntos cuando alguien estornuda,
nuestras clavículas rebotan en la ventana, los huesos se quiebran, la luz se apaga y la
casa esta por derrumbarse.
la casa está
por
derrumbarse

IV

Hay una cama elástica aplastada en casa,
la veo desde la esquina donde desciendo del micro para nunca llegar.

Tu hija quiere fumar
adora la materia,
la ciencia ha destruido sus habilidades
y los genes que dejaste sobre ella se esfumaron.

Veo las luces de navidad
flotando sobre el balcón, brillando en su ausencia
de febrero a diciembre

La puerta de la entrada es solo una puerta,
un umbral ciego,
no tengo otro lugar a donde ir.

-El muérdago es otra planta de mierda-

Sacaremos el árbol en noviembre,
sus notas te decepcionarán,
no esconderemos los regalos en el diván

diciembre es un buen mes para el confort.

Septiembre,
__________cumplí treinta
____________________y cinco
mis brazos se extendieron
____________________y ella
_________________________desapareció

la cama se plantó como uno más de los pilares
que mantienen el segundo piso, las tuberías, la luz
el contacto.

Ya para enero todo está bien,
muy bien,
La basura la recogen todos los días
y
el segundo piso
dejó de existir

Aaron Roman, (Cusco, Perú), tiene 23 años, es ingeniero civil y le gusta escribir, poesía de forma reciente, pero sobre todo a la romántica debido a una persona muy importante en su vida, a la cual le dedica la mayoría de sus versos.

Días y noches

Noches que el destino sin pensar
A tu lado me condujo
Abrigando tu lucero con mi sol interno,
No sólo bajo la luna disfruté los momentos
Pues del crepúsculo también lo fueron.

La compañía de día la disfruté
Frente al mar mis penas callaron
Que belleza, se esfumaron;
Juntos en el horizonte con las manos levantadas
Nuestros destinos se cruzaban.

Al desplegar mis ojos te encontré
Y con mi calor te desperté
Dicha aquella que en ti plasmé
Porque fueron mis ojos quienes se deleitaban con tu ser.

De pliegues y suaves hondonadas
Nuestros labios se entrelazaban
Y mis manos tu cuerpo acariciaban,
Bajo tu expresión me acurrucaba
Siendo tu sonrisa junto a tu mirada
Lo que en mí manifestaba.

Nerviosa como ciervo en la llanura
Mis manos te llevan a la locura,
Como estrellas en el firmamento
Lunares en todo el cuerpo,
Puntitos marrones o negros
Que resaltan, tu piel de caramelo.

Manía tuya, tu dulzura
De días cálidos y fríos sabemos
Pero sin lugar a duda
Con los tuyos me quedo.

Esas manos frías quiero sentir
Aquellas angustias cubrir
Vivir el ahora sin esperar el mañana
Que el tiempo encaje las partes
Pero no sin antes, disfrutar tu arte.

El libre albedrío me ha concedido
Pero con todo ello
Tu senda he recorrido,
Como abeja a la flor
O ciervo al pastor
Así te busco cuando sale el sol.

Tu cuerpo en mis manos
Siempre recordando
Pues valió todo al estar a tu lado
Burbujeando o algo acelerados
Cómplices y aliados.

Una mañana tal vez,
En tus brazos ya no esté
Pero siempre en mi corazón te llevaré
Donde quiera que esté
Tuyo seré, parte de tu amanecer
Tu crepúsculo, tu anochecer.

Mil historias
Pero la tuya me llena de gloria.

Al llegar a casa

Descansando en mi cama te encontré
Sobre mis sábanas,
Entre mis frazadas,
El crepúsculo ya llegaba.

Llegué y exclamé
Que maravilloso ser,
Sin la intención de espabilar
Un beso en tu frente fue a parar.

Con un lápiz y un papel
De mi despacho observé
La maravilla de tu ser,
¿Y adivina qué?
Perplejo quedé.

No podía creer
Que en aquel lecho estés,
Entonces redacté en aquella hoja de papel
Sentimientos brotaron sin que hacer.

Sin palabras me quedé
Contemplando tu ser,
y sólo pensé…

Algo bueno tuve que hacer
Para lograr merecer,
Aquel cariño, rara vez merecido
Que dicha debo tener
Pues que maravilloso ser.

Sin querer, tu reposo cesar
Mis manos empezaron a temblar
Pues el deseo comenzó a ganar
A tu lado quería estar.

Besé tu frente
Tu mejilla rocé
Y al oído arrullé,
Ya llegué.

A tu lado me acomodé,
En pocos minutos
En tu sueño me enredé
Cautivado por tu ser.

Erika Delgado Rubio (Lima, 1992). Estudió Traducción e Interpretación en la Universidad Ricardo Palma y se licenció en la especialidad de inglés y francés. Además, es poeta y cuentista, ha participado en los talleres creativos de Miguel Ildefonso y de Cronwell Jara y ha publicado muestras en los libros virtuales “Versos Desde el Encierro” y “La Fascinación de Narrar”.

Mi ascenso

La tarde vaga repentina por mi piel escarchada.
El sol me acompaña mientras los ojos se balancean.
Estoy descalza en un jardín de entusiasmos dispersos.
Puedo sentir cada movimiento del cuerpo y del tiempo.
No soy de nadie, soy del viento.

El tacto deambula entre impresiones venturosas.  
La realidad se difumina en olas sencillas que acarician.
Estoy absorta en la fascinación de sonidos melódicos. 
Respiro los sensibles aromas de la brisa y de las lejanías.
No soy de nadie, soy del momento.

La existencia se conecta con partículas divinas.     
El mágico suceso despierta cada sentido trémulo.      
Estoy agradecida porque la vida me libera en simpatías.
Pinto mi rostro con un arcoíris y me impulso al ascenso.
No soy de nadie, soy del desconcierto.

El sosiego se resbala en mis cándidas mejillas.
La extravagancia contenida escapa de la boca ceñida.
Estoy deseosa por soltarme a la infinidad idílica. 
Desprendo la mortalidad desde el pecho y salto al vuelo.     
No soy perenne, este es mi deceso.

Hueco

Me he quedado con las manos vacías,
no tengo más para dar,
se esfumaron los últimos ápices de felicidad,
se agotaron mis ganas de luchar
y heme aquí sin nada,
hundiéndome en un fango desdeñoso,
encolerizado por mis desaciertos.

Me hundo, me hundo
y ya no regreso.

Soy la marioneta de mi propio Destino,
me ha parado de cabeza y me ha desvestido
busca y rebusca hasta en el último sitio,
no se ha dado cuenta…
soy un árbol hueco y carcomido.
Pobre infeliz he sido con este castigo
me siento maldito, siempre lo he sido.

No queda nada, ¡nada, he dicho!
¡Déjame en mi lamento morir, infortunado Destino!

Katherine Medina Rondón (Arequipa, 1994). Poeta y artista visual. Ha publicado: Murmullos y volantes (Aletheya, 2012), Amor en cuatro actos y otros cortejos (Casatomada, 2013), Mínima celeste (Transtierros, 2016), Disidencia (Cascahuesos, 2018), Papiros mágicos (Vallejo & co./ Sol negro) e incluida en Tea Party III muestra dinámica de poesía latinoamericana (Cinosargo, 2014), Antología XXII Enero en la palabra (Gobierno Municipal de Cusco, 2018), Memorias del 28° Festival Internacional de Poesía de Medellín (Prometeo, 2018), Antología 5° Festival Caravana de Poesía (Amarti, 2018) y Aislados, dosis de poesía para tiempos inciertos (Dendro Ediciones, 2020). Ha presentado la muestra pictórica bi-personal “Comisura” en el Centro Cultural Casa Blanca (Arequipa, 2016) y participado en diversas muestras artísticas colectivas. También ha colaborado en revistas tales como: Letralia, Lucerna, Travesti Fanzine, El Corsé, Caleidoscopio, Verboser, Ojo Zurdo, Fórnix y Ulrika. Actualmente forma parte del grupo de investigación en retórica, literatura y cultura de la Universidad de Lima.

Jacarandá

Se me voló el sombrero un día de viento;
quizás eso se parezca un poco a volar
o a tener un espíritu o a ser uno: jamás volví a encontrarlo.
Quizás llegue a algún lado antes que yo,
Quizá me quede donde estoy sin él.
-Robin Myers-

Era enero, la primera lluvia me lavaba el rostro
y el viento que le precede fastidiado
alzaba mi sombrero
con la belleza con la que se pela una lima,
no pude sostenerlo,
ni siquiera puedo sostener mis propias raíces,
ni la mano de mi madre, una india negra,
ni la de mi padre, un árabe sardo.
Mi rostro es un árbol de jacarandá,
un panteón de historia
quebrado,
desigual
y
mi cabello se levanta
como hojas que se rinden al viento
ya sin siquiera un sombrero.

Veinticuatro años

Soy una niña vieja, Anaurí; mis veinticuatro años me llevan a la rastra,
como aplastada por un fardo de troncos.
-Teresa Wilms Montt-

El tiempo desfila en el hemisferio derecho,
retozando sobre mis pobladas cejas;
reconozco la primera rugosidad,
las imprevistas franjas del dolor.

La hora se acerca
y alguien que no tiene rostro, nombre, ni voz
hace señales para que sople las velas
y por costumbre pienso
antes de soltar al aire mi deseo,
sesgada a la espera de un nuevo asombro.

Nunca tuve buena estrella,
año tras año de guerras interrumpidas
me hicieron escupir sobre la cara de quien me engendró,
sobre sus fuerzas incomprensiblemente destructoras
y ceder al consejo de colgar en mis orejas
los brillantes pendientes de la autocompasión,
encogiéndome de hombros ante el riesgo
de que los muchachos que acariciaban mis trenzas,
acaricien mis tetas.

Mis veinticuatro años se apoyan en el respaldo de la cama,
en la balanza de las acciones cotidianas
y mi nuca juega en contra
porque es una roca que perfora el sueño.
Heme aquí, lamentado que los tiempos felices
se durmieron sin razón aparente.

Cayre Alfaro Fonseca (Lima, 1997) estudia Literatura Hispánica en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Publicó el libro de poemas ‘Hay un animal entre nosotros’ (Personaje secundario, 2019). Participante de la Residencia del Festival Internacional de Poesía de Rosario en 2020. Escribió y condujo las dos temporadas de Zona de lectura, programa de videoreseñas literarias producido por TVPUCP. Autor de ‘Comentarios finales’, obra en un acto breve seleccionada en 2018 para la Muestra en Vivo del Vivero de dramaturgia que dirige Alonso Alegría. Su relato ‘El tiempo útil de las cosas’ ganó un premio editorial y fue incluido en una antología. En la actualidad, trabaja en una serie de ensayos en torno al fútbol. 

Poemas inéditos de Cayre Alfaro Fonseca, que pertenecen al proyecto ‘Quince minutos de receso’

Escrito en la playa

Este poema es el mar de Villa
Aparenta la prisa del verano
Esconde piedras y restos de vida.
El primer verso del poema debería ser:
Helado, helado, helado. ¿Cuánta gente nada?
El salvavidas vigila solo miembros del club
El sudor ambulante es la bebida oficial del verano.
Este poema debería imitar el ritmo del mar
Pero el mar de Villa no baila
Esconde plumas y restos de vida.
El lado soleado de la arena es una casa abandonada
Prohibido orinar son palabras pintadas 
Esconde plásticos y restos de vida.
El último verso del mar de Villa debería ser:
Helado, helado, helado. ¿Nada gente cuánta?

Poema lírico

Este poema es bello.
La palabra bello aparece dos veces.
Hay un intento de rima interna.
Hay un intento de musicalidad.
También hay una ventana.
La ventada da a una avenida.
En la avenida hay ruido, tráfico, humo.
Para el poema, en cambio, hay un árbol
con varios frutos que florecen
fuera de estación.

 Jhonatan Erik Rodríguez Macuyama (Iquitos, 1991). Usa el seudónimo Kriztian Valente. Bachiller en Antropología Social por la Universidad Nacional de la Amazonia Peruana. Asimismo Guía Oficial de Turismo por el Instituto Superior Tecnológico El Milagro Fe y Alegría n° 43. Tiene amplia experiencia y conocimientos de historia, naturaleza y culturas Amazónicas. Es Promotor artístico-cultural, poeta amazónico y ferviente activista del medio ambiente y por los derechos de los pueblos indígenas. Actualmente es Presidente de la Asociación Escuela de Artes y Culturas Amazónicas. Director General de la Revista Amazónica Sentidos una revista de arte, poesía y literatura. Viene articulando para la realización del Festival Internacional de Poesía de la Amazonia. En la actualidad está trabajando en la investigación: Migración y Economía Indígena Shawi del km 73 en la Carretera Iquitos-Nauta-Perú. También edita su primer libro de poesía: En el nombre de Rosa.

Gramatología

Quiero a través de estas palabras girar indefinidamente.
En esta danza
el verbo en forma de espiral se contornea,
siempre está en movimiento.
No existe palabra vacía.

Quiero a través de estas palabras desde el silencio decir nada.
En este canto
las consonantes se agrupan consentidos y con buen tempo.

Existe una honesta distancia
entre lo que me visto y sueno.
¡Desespera!
Mil disculpas [H] te eché de menos junto a una vocal.

Quiero a través de estas palabras dibujar la verdad
y no simplemente abstracciones.
Debo confesar:
No me gusta el tiempo
Porque es la peor invención que ha creado nuestra ignorancia.

Quiero a través de estas palabras atravesar tus palabras

Que no te engañen los adjetivos
que te clasifican, describen y califican.

Los únicos honestos son los adverbios
que saben que no saben que son eternos por su ser ambiguo y su mente.

Ojalá todo obtuviera

Sí, la realidad sin exageraciones
el universo también, tan solo con una simple palabra.

Es evidente.
Se ve con tanta claridad,
no hay discusión con que sea un sujeto.
Aunque a veces me usurpan como un pronombre
Es más, soy remplazado como un sustantivo, mas siempre soy aceptado.
Dicen que busco mediante un predicado llenarme de prudencias y complementos.

Quiero a través de estas palabras
adorar a la vida en sus distintos matices.
No hay mayor objeto de dualidad tan sinvergüenza, que la palabra misma.
Fatal y vivificador, son los vestigios que usa.
Ojalá nunca, en manos equivocadas ella caiga.

Que alguien salve a la muerte
con un beso y una rosa,
pero no uno cualquiera,
sino uno sincero.
De esa manera, jamás piense en abandonar su labor de poeta.

El fin es siempre con un buen punto.

Hojas secas en el suelo

Hojas secas en el suelo
entre muchas, una sola masa
en humedad tropical se abrazan
al viento se entregan
sin importar en donde vayan a depositarse.
Una sobre otra va acumulándose
hasta formarse la alfombra de los sentimientos.
Transparente es la hoja seca que a mi atención llama.
Me veo a mi mismo como hoja dispersa en el piso
mis nervaduras, muy marcadas están
y mi tacto a diferencia de las demás
se ha tornado como piel de cristales rosas
como las palabras en este canto.
La existencia se degrada.
Un peciolo quebradizo
deshidratándose en su tiempo.
Es prueba
¡Que vamos solos en el universo!
Mi plántula empezó como una simple rama.
Pero ahora, soy oxígeno.
Una placenta para el olvido.
Esa desclorofilación
demuestra mi entrega sin ningún precio
a pesar que esté valorizado por los suelos.
Altruismo
_____________por la vida
_________________________produzco.

Laura Rosales (Lima, 1989). Obtuvo el primer premio del IX Concurso Nacional de cuento juvenil César Vallejo (2009), auspiciado por el Instituto Nacional de Cultura (INC) y la Municipalidad Provincial de Trujillo. En el 2012 fue incluida en la selección de Escritores menores de 25 de la Revista Eñe (Madrid. N° 31). Poemas suyos han aparecido en antologías, revistas y medios de literatura peruanos y extranjeros. Es autora de Von (Lustra Editores, 2011) y Cantata natural (Paracaídas Editores, 2013). Es vocalista y bajista en Solenoide, proyecto musical de shoegaze, dreampop y lit rock, género donde imaginarios literarios son material de combustión para la creación de paisajes sonoros. A la actualidad viene preparando:  “El tiempo es un río sin orillas”, su tercer poemario.

Waikiki

Espejismo de lo amado
tras el cadáver de la piedra húmeda.
Su cuerpo entre galaxias y montañas
amplía la sed
la inexplorada música
junto a las barcas y al féretro.
Peces en el aire
entibian la historia de la sierpe.
Se abren las llagas de la criatura invisible.

Late el coral abandonado.

(De Von)
Recuperado de Santa Rabia Magazine

[El viaje posible]

Quien aprisiona al árbol que nace dentro su pecho
no descubre la vana forma del vagón
escapista del tren sordo y musical.

El vagón sobrevuela sobre un riel verdinoso
persiste en él
en el fondo de su pequeñez
en el destierro hacia otro sueño menos herido
y más profano entre tinieblas y estacas.

Quien deja libre al árbol que nace dentro su pecho
escucha el silencio del vagón a lo largo de la vía
está desnudo ante los párpados de dios
incendia el aire con la punta de los pies
y huele el perfume de las olas que jamás regresaron.

Nadie le habla
ni le mira ni le toca,
pues pronto encontrará su rostro
en el verdor de su camisa.

Vivo o muerto
lo encontrará.

De El tiempo es un río sin orillas (inédito)
Recuperado del Blog de Willy Gómez

Luciana Carolina Mendoza Romañol (Ica, 1994). Es ingeniera, escritora y dibujante. Cofundadora del Grupo Cultural Emergentes del Mar, en Pisco. Es autora del cuadernillo biográfico Feministas en el mundo (Ricchari Warmi, 2017) y de la plaqueta de poesía I come in peace (2018). Ha participado en la exposición itinerante de pintura y poesía Salón Warmi: La Mujer y sus Raíces Ancestrales Culturas Paracas y Nasca, en el Museo Regional de Ica Adolfo Bermúdez Jenkins y en el Museo de Sitio Julio C. Tello – Paracas (2018, 2019) y ha sido incluida en la antología poética La Luna con Gatillo (Voces del Viento Argentina, 2020).

Persona

Ser solo un pedazo de alma encarnada a una silueta
asimétricas líneas dibujadas por un infante
o por un ente sin vista
de ese diseño no
así es la familia de sal

ahora
ser el Edén
o la primera fruta
o el gusano
o la estación
pero no el hombre tonto

la repetición del género
como regresar al sufrimiento universal
en moldes distintos
causa incertidumbre
y susto

no hay felicidad en la espera
ni viviendo a pesar de la vida
ni el fin de la carne querida
es el consuelo

pensar en él solamente
y no en otro bello rostro creador
del error

-qué seré después del diluvio
algún animal he de escoger ser
y qué nombre me habré de poner
que no pueda resultarle incómodo-

ahora bien
soñar con ser la amada bestia
oír el soplido
pero el grito en el vientre
no

Para la abuela

Podría jurar que te vi vomitar
cuando sobre la cama
parecía que de pena le llorabas
al señor

tu canción sonaba y sanaba
a la virgen que se extravió en mi garganta

nadie sabe que venimos de un hogar tan raro
que hablamos y tomamos el té
a escondidas del mundo
nadie sabe que
me devuelves a la cama
para soñar que siempre
regresaré
a la soledad de mi cuerpo
dormido
bajo el cemento.

María Fernanda Lavado Mosca (Lima, 1998) Desde la adolescencia, ha estado involucrada con la escritura y la pintura como catarsis. Estudió Pintura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente, estudia Literatura. Ha sido seleccionada en la convocatoria El escritor y su espejo, realizada por Editorial Autómata. También fue publicada en Las máquinas invisibles, blog de Karina Valcárcel y una de sus obras fue publicada en la Revista literaria Ibidem.

Habitante del cielo

A Adán Lavado

Puertas cerradas con candado
Corazones protegidos
Parque de las sombras
Llaves jugando a las escondidas.
Cinco de la mañana,
Agradeces a Dios por un nuevo día sin pesadillas
Mientras observas el cuchillo
Que yace dormido sobre la mesita de noche
Coges tu saco
Tu camisa a cuadros
Miras el techo
Se posiciona un habitante del cielo
Que trina al verte
Sostienes con tu mano derecha
Un balde de 1 kg lleno de maíz fresco
Con tu mano izquierda
Un balde de 1 L de agua fresca
Alimentas a los pájaros
Deseas el olvido

Tu cadáver
tiene color de hoja.

Adria

Dentro de un cascarón de hielo,
Que tu madre construyó
Gritas bajo las torres de sal
Tu frágil centro enrojecido
Tu alma agotada
como una flor moribunda
Como esa flor suspendida en el agua
Olvidada añorando el término de su vida.
Reposas resignada a dormir sobre una flor marchita.

Marielena Honores Cama (Lima, 1994), estudió educación en Universidad Nacional de Educación (La Cantuta). Fundó el grupo cultural Uneversos em 2013 y fue editora de la revista del mismo nombre y del Boletín de poesía Evohé. Su poesía ha sido publicada en las antologías “Cantusión” y “Yo construyo mi país con palabras”. Actualmente es directora general de Maldad Ediciones y miembro del colectivo cultural Yanantin.

Intro

Tu ego navega con las nubes en nocturno
La elevación ha saciado los estragos
de la noche con gente extraña en tu
cama   en la mía, te mutilas en
caricias y técnicas, no conoces de estrategias
solo corríamos y anotas como espuma
destellosa del mar
y qué es sino eso
el vicio más grande que tus sesos, que
eres lúcido, recuerdas, pero tu falo de cactus
no deleita, el vaho, ni tus pieles, ni el verso,
ni el latido, nada
timón sin freno de manos, entregada
averiado y sonrisa retorcida ha llegado
a tu gloria envenenada y yo en el pudor
camino de la noche, veo tu victoria
bailo tus acciones, alardeas de amantes desconocidas,
tú sonríes y yo me río
Apego mi sexto sentido, cuelgo mi ropaje
aquí no pasa nada, extraviado del foco
exhausto del sexo de los árboles
huyes, río, sufro, peor se forma
en tus brazos, holograma, besos, fumas, exhalas
visible, inspiras, huesos
_______tiemblo
__________desmayo
_____________desaparezco
maldito círculo sempiterno

Eres un beso

Eres un beso
Escondido y adolorido
Olvidado
Eres un beso con sabor amargo
Con texturas extrañas
Ya no existes
Eres ese beso que no diste
Solitario
Perplejo ante la nada, ante todo
Sos un oscuro ósculo
Embalsamado en recuerdos etéreos
De otrora vida, similitud ajena
Eres un beso
Un beso y un alarido
Arrancas mi universo
Desespera tu silencio, tu silencio nos asfixia,
Asfixia el intento
Intento olvidarte
Que me olvides
Eterno pasajero
Eres un beso
Exactamente el que no existe
El único beso
De cada luna llena de frío, constante crepúsculo
Ósculo divino
Sos mi hechizo, pasional, encendido
Apagado, fulminado,
Eres ese beso en todos mis sentidos.
El de mi muerte
El de tu vida
Latente y sombrío
El beso eterno inexistente
Solo tuyo, solo mío
Vacío, repleto de vida
De labios fallecidos.
De aliento recién nacido
Eres el beso mío
Sin espacio, paradisíaco
Enfermizo, infinito
Sos mi tortura, mi delirio
Adiós mi beso acerbo
Final mío.

Mayela Jasmin Montes Linares. Nadie que todavía sea alguien. (17 años cumpliendo la tortura de vivir)

Escritos «Innatos Latidos»

***

Hoy te doy lo que no tengo: Ganas de vivir.
No basta con la intención de querer desaparecer.
Va sin rumbo mi destino.
Una desconocida, aquí y allá.
Navegando hacia el olvido.
Dividida por sentimientos que no sé explicar.
Tengo tanto que aprender de todas las heridas que no pude cerrar, admito que no
paran de sangrarme. Cada gota me hace vulnerable.
Simulo que estoy bien, puede que quiera ahogarme.
Yo solo quiero escapar.
Ganas de joderme la garganta y enredarla.
Me va consumiendo la ansiedad, no la puedo controlar.
¿Por qué me engañas por un poco de somníferos?
No quiero que te entrometas con mi vanidad.
Doble filo de honestidad, ¿cómo nos podríamos cortar?
Cabos sueltos de la felicidad.
Muerte para ti.
Muerte para mí.
Busqué una luz que me guiara. Solo te veo a ti.
Tú que vuelves a buscarme y yo que vuelvo a revivir.
Asumo la derrota.
No es momento de autojustificarse.
No es momento de exiliarse.
No es momento de sentirse un átomo insignificante.
No es momento de partir.
-Comienzo a respirar-
Si tengo que morir que sea…

***

¿Escritos que calman o matan?

Intento fatal:
Voy a contarte una verdad…
Yo simplemente quiero partir,
para no despertar cerca tuyo.
Tengo una vida transformada.
Tengo el placer de odiarte por no desear mi muerte.
Aquel día me diluyó…
y atrapada sin aire,
estuve unos segundos muerta.
No hay por qué seguir,
estoy dejándome llevar.
Todo volverá a ser fácil con mi partida.
Ahora sé que nadie llorará en mi eterna despedida.
No volveré.
Te veo en el infierno.

David Infantes (Lima). 19 años. Estudiante de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Ha sido publicado por la editorial Lumpérica cartonera (Perú), por la revista literaria Ibídem (México), por la revista literaria La Caída (Colombia) y por la revista artística Molok (Perú). Creador y editor de la revista literaria El Río Hablador (Perú).

Retrato de mis universos

A Sheelak Fernández

El universo se diluye en mi sangre,
impregna mi pupila,
me muestra la belleza de su carne.

En el punto último de mi ser,
las paredes colisionan
creando un nuevo sol
que extingue la vida
y extiende la luz.

Un universo se posa ante mí,
con sus cabellos plateados.
Busca enredarme en él;
busca separar el alma de la piel.

Un universo que cabe en la yema de mis dedos
recorre la pureza de la línea,
delimita el cuerpo.

El cerebro se ensancha y, en él,
los árboles danzan,
un mar de flores cubre los cielos,
se reproduce el baile de las montañas.

La pureza de la línea,
Delimita tu cuerpo.
Retrato de mis universos.

Rituales geométricos

El fino escorpión geométrico inyecta su veneno penetrando al Nife.
Provocando la instantánea evaporación ósea de tu edén.
Abstrayendo todo pensamiento metafísico,
Desligando a tu tierra de su eje rotativo.

Tsunamis antrópicos asolan las costas,
Rojos valles superlativos se desnudan
Buscando exterminar tu asquerosa resequedad epidérmica.

El neocórtex no pudo más.
Líneas, círculos y teoremas forman llagas en tus labios,
Invaden tu estómago y vomitan bilis.

Los templos se están incendiando.
Cuerpos inanimados cuelgan de los colmillos de Set,
Sus miradas reflejan el eterno vacío.

Fiorella Jiménez Barboza (Lima) Tiene18 años y vive en la ciudad de Lima, pero pasó gran parte de su infancia en Puno. Culminó su educación primaria y secundaria en Lima. Actualmente estudia la carrera de Comunicaciones en la Universidad de Lima.

La caja negra

En cuatro paredes quería resguardarme
De la gente, del tiempo
De los cómplices y sicarios
De los hilos a los que nos condenamos
Y de las sentencias contra las cuales callamos

En cuatro paredes quería resguardarme
Lejos de aquello que debía pasar
Y fui libre por un instante
Lejos del ruido bárbaro y las miradas sucias
De lenguas bondadosas y de los toques anónimos

En cuatro paredes quería resguardarme
Y poseerlo todo bajo mi merced
Con miedo de que todo volviera a la normalidad
No esperé que se fuera porque yo ya lo veía venir
El tiempo, alguna vez feroz, se arropaba entre hojas y telas frías
El tiempo, alguna vez salvaje, hoy me espera sentado y somnoliento

En cuatro paredes quise resguardarme
Pero creo que me equivoqué
Las cuatro paredes son todas iguales
El tiempo me recibe con brazos abiertos
Hay eco en el silencio
Eco de palabras que no quiero oír
Vuelven las miradas sucias y los toques anónimos
Los cómplices y los sicarios ahora me tienden la mano
E intercambian miradas entre ellos
Aquello que debía pasar no ha dejado de suceder
“Lo tenía todo a mi merced” o eso es lo que quise creer
Al final, desde esas cuatro paredes
Ellos aprecian mejor cómo trato de mantener el control
Porque dentro de las mismas también me encuentro yo

Lente nublado

Todo empieza sobre una cama
Mis sueños, mis ojos húmedos

El frío se tensa y cede
El brillo crece y enciende
Aquel farol perdido
En el charco vacío
El mismo charco vacío
Azul, oscuro y frío

Es mi vista nublada
La que decide rendirse en vivo
Tan solo y frente a esa cámara
Sí, esa cámara con la entiendo qué sucede
Entiendo qué es lo que quieres

La asfixio para apagarla
Me asfixio para apagarme
Pero no corremos para evitarte
Estamos a tu merced

La pierdo de vista y cedo
La pierdo en un bucle de tiempo

No deseo que esto pase
Me gusta estar perdida
Me gusta verte nublada
Si es tu rostro el que mi tez admira

Sé que es un error que lloraré mañana
Sé que al terminar seremos desconocidas

Sé que el charco desaparecerá
Que el farol se apagará
Que ese frío volverá
Pero por esta vez
“Solo por esta vez”
Creo que aguantaré

No me importa ella, sino eres tú
Me despedido de mí
Para poder ir hacia ti

Y, la próxima vez que volvamos a fingir
Te ruego, toma esa cámara
Y ensayemos de nuevo

Roy Aguilar Portocarrero, tiene 18 años, acaba de culminar el cuarto ciclo de la carrera de psicología, y dentro de sus pasatiempos nace el escribir, más hacia lo que sería una vocación, teniendo presente que es un esfuerzo la escritura creativa, gustándole mucho el concepto de trascendencia. .

Comentario al encierro

A un cuarto de mi tiempo
entre el murmullo de una roca
vuelvo a estar
etéreamente confinado
como las alas removidas de un pelícano
como la causalidad misma de un borrego

-Otorga el claro sentido del sentir
a lo que las flechas llameantes de afuera
no les toca en devenir

Camino nocturno de mi vida
en sus paredes esboza la inequidad eterna
la fosforescencia de una nube
y la pasividad
de todos nosotros

Roy Alfonso Vega Jácome (Lima, Perú, 1988). Bachiller en Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su poemario Rumores de un arpa retorciéndose en la hoguera (Lima, Dedo Crítico, 2014) obtuvo una mención honrosa en el VII Concurso Nacional de Poesía José Watanabe Varas 2011, de la Asociación Peruano Japonesa. En el 2015, se hizo merecedor del Premio Copé de Plata de la XVII Bienal de Poesía de Petroperú por su poemario Muestra de arte disecado (Lima, Ediciones Copé, 2016). En el 2017, su libro Etapas del espíritu / Runas grabadas en la piel (Trujillo, Cuadernos Trimestrales de Poesía) resultó ganador del X Concurso El Poeta Joven del Perú, mítico galardón que no se entregaba desde 1999. Textos suyos han aparecido en las antologías peruanas Recitales “Ese puerto existe”. Muestra poética (2011), Poesía al filo del sol. Antología más allá de la mirada y Amor libre (ambas de 2019), así como en la española Versos en el aire V (2016). Asimismo, ha sido publicado en las siguientes revistas y páginas web: Lucerna, Ínsula Barataria, Vallejo & Co., Dosis Cultural, Punto y Coma, Ángeles de Papel, Molok, Escrito en Mayúscula, Nuveliel y Verboser (todas de Perú), Liberoamérica (España), Bitácora de Vuelos, Editorial Búho Negro, Ibídem, Nudo Gordiano, Revista Primera Página y Katábasis (todas de México), La Poesía Alcanza (Argentina) y Álastor (Nicaragua).

balada de un viajero interestelar
(una melodía)

________________________el universo resumido en un saxofón.
abriendo paredes internas hasta hace poco ignoradas.
es el sibilar de los astros en una alcoba de cera.
el viento reunido en tus notas musicales.
________________________nadie me obligó a contemplar tu destierro.
huiste del mundo por voluntad propia,
lejos del éxtasis y los placeres terrenales.
una mano femenina fue lo único que llevaste a tu travesía.
________________________viajero insondable,
aspirabas el polvo estelar que escondía las formas de un pentagrama.
a lo lejos / alucinaciones:
el amanecer es la hora perfecta para que resuciten los desquiciados.
________________________rítmica del alma y gotas de saliva.
quise convertirme, entonces, en un viajero como tú.
un cazador de satélites,
un observador de naves nodrizas.
lo repito: nadie colocó una espada en mi cuello.
fue un capricho del azar,
un impreciso golpe de dados y los licores que derramé cuando niño.
____________a veces me agrada pensar que cuando la tierra se destruya
solo quedarán nuestros ecos agitándose como arañas en el ojo mismo del caos:
la vastedad aterida oyendo cómo pequeños insectos
producen una pizca de luz, una elegía.
_________________mi arte cojea, se retuerce, desmerece su nombre.
pero acudes en mi ayuda,
como esos microbios que arrebatan la visión de tanto cadáver
y plasma contaminante.
________________________estas palabras ya no son mías.
que otros contemplen mi destierro.
sin mano femenina que me acompañe.
el amanecer es la hora perfecta para que resuciten los desquiciados.

De Muestra de arte disecado (2016)

(palabras del maestro)

así también puede suceder
que una y otra cara no te den las respuestas.
prueba entonces escribiendo las letras al revés:
será algo así como otorgarle
 una pequeña música a tu alma.

«trato de recordar las melodías de mi infancia, cuando mi madre me sostenía en sus brazos y se convertía en una coraza de seda y diamantes.
hay claroscuros en mi memoria, hondos pasajes con enredaderas y algo parecido a un rito a orillas de un lago. hubo claroscuros en mi vida.
alguna vez conocí a una muchacha delgada y miope. ella me enseñó el calor de las grutas alejadas. allí realizamos breves simulacros de felicidad, tenues ejercicios de la carne, siempre con algo de temor.
pero pasó el tiempo y ella escapó al sur con sus padres. nunca más volví a saber de su cabello, de sus traumas, de sus gafas teñidas con el vapor primaveral.
desde aquel día han pasado años o siglos: aquí los relojes son como embudos
que no conducen a ninguna parte. fuera de mis recuerdos se halla la distorsión, la oblonga realidad de los barrotes y los cuartos oscuros.
ahora tengo la leve certeza de que estas máscaras que me vigilan, poco a poco
me devolverán el reflejo de aquello que con torpeza he tratado de buscar.
entonces volveré a sumergirme en el aroma rosado de mi madre, en el palpitante regazo de la joven que amé alguna vez, en el sabor de los peces diminutos.
son etapas del espíritu, manantiales oxidados, restos de una agonía que lentamente calla y sonríe».

De Etapas del espíritu / Runas grabadas en la piel (2017)

Nick Meyer Rosales Tolentino (Tingo María, 1999) Estudiante de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco. Residente en la selva de Tingo María, Huánuco. En el 2011, obtuvo del quinto puesto en el VII Concurso de Redacción “Macchu Picchu, patrimonio cultural de la humanidad” de los Juegos Florales Escolares del MINEDU. Fue premiado el 30 de agosto del 2017 en La Casa de la Literatura Peruana por obtener el tercer puesto en el Tercer Concurso Nacional de Poesía “Así es mi tierra“, convocado por ASONANSAS, en memoria del distinguido poeta, maestro y literato, doctor Antenor Samaniego. Publicó el poemario De rosas, uvas y viento en noviembre del 2017.

Almista

Los rosales, la estación iluminada
Del salón griego. El cisne, azules acordeones
Entre melódicas notas, pasiones
De noche, tu bel rosa mirada.

Llena de lumbre los valses de otrora
En la arena. Se enamora el caballito de mar.
A contraluz, ¡Oh!, tu piel blanca colora.
Donde rosales, seamos verdes en amar.

YesoIV

EVA, A LA SERPIENTE

El símbolo de vivir de azulada
De negra mirada.

Tu negra mirada
Funesta más vaga, se manifiesta.

Funesta y vaga, más se manifiesta
Tu ciencia (de no morada)

Luis Díaz (Lima, 1996). Actualmente estudia en la Facultad de Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Mesa. Obtuvo el Primer Lugar en la Segunda Edición del Slam de Poesía Oral 2017, y es uno de los poetas participantes del 4to Festival Caravana de Poesía. Díaz dirige un blog personal en el cual publica creaciones autónomas: ‘La indómita luz se hizo carne en mí’

Mar de ojo

Desciende el individuo
a lo más hondo
de las horas sin contar.

Desciende
lame sus plumas
y abre sus puertas
a la espesura virgen.

Moldea el viento
hasta parir senos de agua

___________donde se da tregua al murmullo del neón.

El bulevar celeste inclina su manto
y hace malabares con las letras de la memoria.

El mundo agoniza, las horas aún sin contar.

Ítaca

Eres un niño que despierta
bajo el extenso claro
y no comprendes que esa herida en tu labio
es sino una diáfana desesperanza

¿Hacia dónde marchan las arañas cuando se marchan?

Alessandro Escobar Chinchay (Lima, 2004) Criado por sus hermanos mayores. Estudia en el colegio SAM 3048. Empezó a escribir a la edad de 11 años a falta de la habilidad de expresión oral. Dejándola de lado, pero al poco tiempo la retoma como pasatiempo. Una manera de desahogo a la edad de 15 años tras la muerte de su padre Jorge Luis Escobar Fernández.

Una estrella en el cielo

¿Hoy pudiste abrazar a esa persona que tanto estimas?
Recuerda el tiempo de nadie tiene medida,
Hoy sonríes por lo que mañana podrías llorar,
Así que asegúrate de tener momentos que recordar,
Nunca nada será constante
Lástima que solemos entenderlo tarde
Siempre serás el ancla que me mantuvo firme,
dejándome listo para afrontar lo que nunca esperé,
Y ahora veo al cielo,
Con un dolorcito en el pecho,
Anhelando que regreses,
Me alegro que tuvieras una vida que recuerdes,
me enseñaste a ser una persona de palabra,
y hoy sé que la estrella que reposa en el cielo eres tú alimentando mi alma,
Espero ser algún día como tú
Gracias por enseñarme que incluso estando tan roto como tú, puedes brillar,
gracias por darme la luz para poder luchar

Un adolescente enamorado del mar

En mi corta edad me he peguntado si alguna vez me enamoré,
Con certeza afirmo que realmente me desconcierta, siempre me he preguntado como se siente el amor de verdad,
¿Sera parecido a la felicidad
O eso depende de cuanto te sumerjas en el sentimiento?
Igual que en la playa… Cuando la marea sube y te cubre el torso, y eso te ayuda a soportar el calor
¿Algo parecido es el amor?

Muchas veces nos la jugamos en la vida por quien creemos amar,
Es semejante cuando corres hacia el mar y siente como te queman los pies ,
Y eso no importa porque si logras llegar todo estará bien ,

Pero no siempre corremos en dirección al mar , y corremos en circulos en la ardiente arena,
Preguntándote que hicistes mal,
No siempre alcanzarás la marea
Muchas veces ella no sube al ritmo que tú corres,
Pero si lo logras
Cuando llegas al mar
Cuando encuentras tu felicidad ,
Solemos comerter el grave error de ir a la profundidad ,
Y con un paso en falso terminamos ahogándonos sin darnos cuenta,
Es muy parecido a cuando quieres tanto a alguien que no solo le das el poder de darte felicidad , si no también de quitártela.

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