Melina Montenegro nació un 15 de febrero de 1993 en Gualeguaychú Entre Ríos, Argentina. Es escritora, actriz y bailarina. Publicó en el 2013 el poemario «voces punzantes» con Singular ediciones. Estudia el profesorado en lengua y literatura, y profesorado de teatro en UADER, Universidad autónoma de Entre Ríos, Facultad de humanidades artes y Ciencias sociales. Participé en el encuentro de Poetas Jóvenes organizado por APOA, en el encuentro nacional itinerante de escritores (2013 Entre Ríos -2014 Formosa -2015 Córdoba -2016 Santa fé -2017 Mendoza -2018 Paraguay)
VII
La mujer que soy
habitó el fuego por decir
Lo que pensaba
Me nombraron monstruo
Por ir en contra
de la ley
Esperaban de mí
La mansedumbre
Ejercida a fuerza
De silencios y mandatos
En ese entonces entendí
La soledad de Alfonsina
Frente al mar
El mundo era joven
Para entender la belleza
De su rebeldía
Leerla me hizo Loba
Y ya no le temo
Al rebaño ni al pastor
Yo voy junto a las lobas
Que devoran la llanura
Con su boca de fuego
Que corren hermanadas
Al cobijo de la luna
Para lavarse el miedo
De sus pieles con el viento
VIII
Cuando digo herencia
digo poder
y la sola mención del fuego
es fortaleza
Para amansar los lobos
Montar sobre su lomo patriarca
para desandar las huellas
de las cruces encarnadas
Dios no va a poder sostenerse
en su cielo inventado
porque ahora somos
nuestro propio rezo
nuestra propia deidad
La magna palabra de los lobos
derrumbándose
ante la grandeza de la luna
abriéndose camino
para detener la sangre
que derraman en sus cacerías
para detener
la vociferación
de la culpa
Los lobos no van a poder
sostener a Dios
ni lapidarnos con sus mentiras
La luna haciéndonos
alumbrando la desnudez
de nuestras voces
de nuestros cuerpos
dispuestos a guerrear
con las manadas salvajes
IX
El diario dice
“muere una mujer
al caerse del balcón”
dice caída
no dice empujón
no nombra las marcas
de su cuerpo
no habla de golpes
no habla de gritos
Habla de una mujer
caída hacia el vacío
sin nombre
volcada en la calle
con la sangre abierta
derramándose ante el público
que no pregunta quién
que no pregunta cómo
una muerta
puede saltar
XII
Antes la muerte
tenía la forma del fuego
en una plaza llena
de acusaciones
hoy la muerte
es una bolsa tirada
al río, al campo
a un pozo
IX
Todos los días el nombre
de alguien que no volvió
todos los días la foto
de otra más que falta
escuchar, cortada
golpeada, quemada
y querer, desear
que todo arda
vamos a colmar las paredes
con sus ausencias
para que entiendan el dolor
para que escuchen la muerte
X
Hay un hombre
Que se acomoda
En un silencio limpio
descansa en su tranquilidad
Porque ya escondió
El cuerpo que lo amenazaba
Metió en una bolsa
Todos los pedazos
De la desobediencia
Y los tiró a un pozo
Para que deje de gritar
Para que deje de escapar
De su tan intenso amor
Descansa mientras
Otros buscan lo que él
Ha escondido
Lo que queda de lo que él
Ha escondido
El día se seca
Con la noticia de otra más
Y el fuego que prendimos
No alcanza
Para la inmensidad de nombres
por eso el grito
será de furia